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El rol del docente auxiliar

Los docentes auxiliares cumplen una función vital en la Facultad tanto en la labor docente como en la creación de conocimiento a través de la investigación.

Su presencia es un factor dinamizador de los grupos de investigación ya que provee el estímulo necesario para mantener activo al sistema. Asimismo, los docentes auxiliares deben formarse como científicos y transformarse en generadores de conocimiento.

La tendencia que se ha evidenciado durante los últimos años muestra que los requisitos necesarios para acceder a los cargos de docentes auxiliares (en especial a los de dedicación exclusiva) son cada vez más altos. La saturación en algunos departamentos es evidente y a veces alarmante. Por lo tanto, los cargos de docentes auxiliares, en algunos casos, se han "desconectado", casi o totalmente, del proceso de formación de recursos humanos. De ésta manera, JTP altamente capacitados y en condiciones de acceder a cargos de Profesor, permanecen como docentes auxiliares, dificultando que los graduados en formación entren al sistema.

¿Cómo consigue cargo un graduado?

Los únicos cargos a los que los graduados recientes normalmente tienen acceso son las Becas (UBA, Conicet, etc.).

En las actuales condiciones, un graduado reciente tiene muy bajas chances de obtener un cargo de ayudante de primera dedicación exclusiva ya que el carácter que, de hecho, han adquirido esos cargos en los últimos años requiere para los mismos algunos años de experiencia en investigación.

Ningún diagnóstico puede dejar de reconocer que en los fenómenos descriptos más arriba influye enormemente la difícil situación laboral que afecta a los doctores graduados en muchas de las carreras de la Facultad.

La crisis de oferta laboral que afecta a muchas de nuestras carreras hace que la tendencia natural de muchos de nuestros graduados doctores sea la de buscar permanecer en la FCEyN, y los cargos de docentes auxiliares son el medio natural para alcanzar ese fin.

¿Y entonces qué hacemos?

Ni el argumento de movilidad a ultranza, sintetizado en una expresión del tipo: "todo auxiliar de más de 40 años, si no llegó a profesor, que se busque trabajo en otro lado", ni el argumento conservador simplificado en algo así como: "el trabajo de auxiliar es un empleo público, y por lo tanto, nadie debe perder su cargo jamás salvo que una comisión determine que no es apto para el mismo", son diagnósticos acertados y menos soluciones plausibles.

¿Qué proponemos nosotros?

Nos parece equivocado pensar que la barrera está entre los JTPs y los Adjuntos. O sea, si llegaste a Profesor, te salvaste para siempre. En ese sentido, si bien el estatuto universitario establece que el cargo de Profesor tenga cierta estabilidad, no estamos de acuerdo en que las renovaciones deban ser automáticas. Si bien en pocos departamentos se ha llevado a cabo esta política, consideramos que, a través del Consejo Directivo y del Consejo Superior, es posible promoverla.

Está claro que esto solo no alcanza para balancear un sistema desbalanceado, pero son medidas que ayudan. También es importante que el Consejo Directivo no renuncie a la posibilidad de hacer política académica, y en ese sentido, consideramos fundamental que los nuevos cargos que se llamen a partir de renuncias o licencias de Titulares o Asociados, no se vuelvan a llamar en estas categorías durante al menos 4 años, sino que se llamen en Adjuntos o Auxiliares, de modo que tanto los recién graduados, como los Ayudantes de Primera y JTP puedan tener chances de ascender.

Por otro lado, es indispensable fortalecer las estrategias institucionales por las cuales la Facultad adopte una política activa a fin de mejorar la inserción profesional de nuestros graduados favoreciendo nuevos accesos a fuentes de trabajo.

¿Y los concursos?

Los concursos deben ser transparentes, discutidos, abiertos, con la máxima difusión. Para todos los cargos y todas las dedicaciones, en el momento que correspondan.

El reglamento de concursos de Docentes Auxiliares, que data de los '80 y ha sido objeto de diferentes críticas, merece un estudio pormenorizado y una discusión racional.

Creemos que nuestro sistema de concursos, tanto en profesores como en docentes auxiliares, es un símbolo que nos distingue en toda la Universidad de Buenos Aires y debe ser mantenido a ultranza.
Este espacio fue cedido oficialmente desde la facultad a todas las agrupaciones.