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Año 7 - Nro. 236 - 2da. Sección
15 de agosto de 2003
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				Noticias de
		 Educacion, Universidad, Ciencia y Tecnica
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15 de agosto de 2003	     	           		Año 7 Nro. 236		
			   Segunda sección
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%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%  INDICE  %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

---------------------------  CIENCIA Y TECNICA  -----------------------

	Apriximación del planeta Marte
	VECINOS CERCANOS
	Por Patricia Olivella
	ANTROPOLOGIA SIN HIPOCRESIA
	Por Raquel Aguiar
	BREVES DE CIENCIA Y TECNOLOGIA
	EFEMÉRIDES

-----------------  CURSOS, BECAS, SEMINARIOS, CONCURSOS  ---------------

	CURSOS, BECAS, SEMINARIOS
	Generales, Educación,  Ciencias Sociales, Ciencias Exactas
	e Ingeniería, Ciencias  Naturales,  Ciencias  de la Salud.
	
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--------------------------- CIENCIA Y TECNICA -----------------------------

[]	Apriximación del planeta Marte
	VECINOS CERCANOS
	Por Patricia Olivella

	Se sabe  que  en  Astronomía casi todos los fenómenos son cíclicos.
	Las fases de  la luna se repiten, el día y la noche se repiten, las
	estaciones del año se repiten...  Sin embargo, hay fenómenos que se
	repiten tan esporádicamente que parecen  únicos.   Y si no, siempre
	exite alguna forma de que así  lo  parezcan (¿no hemos tenido acaso
	más de un "último eclipse del milenio"?).

	
	La noche  del 27 de agosto ocurrirá uno de esos hechos que por poco
frecuentes parecen únicos:  el planeta Marte estará en su punto más cercano
a la Tierra.   La  última  vez  que  estuvo  a esta distancia fue en el año
57.537 antes de la era  cristiana  y  recién volverá a estar exactamente en
las mismas condiciones el 28 de agosto de 2287.

	Todos  los  planetas  giran  a distintas  velocidades  y  describen
órbitas más largas cuanto más alejados están  del  Sol,  de  modo que suele
suceder que la Tierra se encuentre a un  lado  del  Sol  y  Marte del otro.
Cuando ambos planetas se alinean uno a cada lado  del  Sol  se  dice que se
encuentran  en  conjunción.    En  esta situación es cuando ambos  planetas
pueden  alcanzar  su  separación  máxima,  que  es  de  aproximadamente 400
millones de kilómetros.

	En  cambio,  cuando  tanto  la  Tierra  como  Marte  se  encuentran
alineados del mismo  lado del Sol, se dice que se hallan en oposición y, en
estos casos es cuando  ambos  pueden  alcanzar  su  separación mínima, a 55
millones de kilómetros.

	Pero los planetas giran, además,  en órbitas que no son circulares.
Por eso, aún cuando Marte y  la  Tierra  se encuentran en oposición, sucede
que en algunas ocasiones se encuentran más cercanos entre sí que en otras.

	Marte  alcanza la oposición cada 780 días  aproximadamente,  o  dos
años y siete semanas.  La oposición más  favorable  se da cuando Marte está
más cerca tanto de la Tierra como del Sol.   Estas oposiciones se denominan
"perihélicas" y tienen lugar cuando la oposición se produce en los meses de
julio, agosto y principios de septiembre, más o menos cada 17  años.    Las
oposiciones  "afélicas"  se  producen  en  el  momento  en  el que Marte se
encuentra  en  el punto más alejado del Sol de su órbita -en los  meses  de
enero,  febrero y principios de marzo- y, en ese momento, la distancia a la
Tierra puede alcanzar los 101 millones de kilómetros.

	El próximo 27  de  agosto,  Marte  se encontrará a una distancia de
55,7 millones de kilómetros  de  la  Tierra,  apenas 700.000 kilómetros más
lejos que la distancia mínima poible.

MARTE A TRAVÉS DE TELESCOPIOS
	Marte es siempre visible a  simple  vista.    Se  lo  vé  como  una
estrella de color rojizo-anaranjado.  En  el  momento de mayor aproximación
alcanzará un pequeño diámetro aparente de 25  segundos  de  arco  (la  Luna
llena tien un diámetro aparente de medio grado,  es  decir 1800 segundos de
arco).  Será el obsjeto celeste más brillante del  cielo  nocturno, después
de la Luna.

	Sin  embargo,  Marte  suele  ser  una gran decepción para quien  lo
observa  por  primera  vez  a  través  de  un telescopio.  A  pesar  de  su
proximidad, es tan pequeño que nunca logran verse demasiados detalles.  Con
los telescopios  más poderosos de la Tierra, se obtiene una visión de Marte
tan detallada como la de la Luna a simple vista.

	A través de  telescopios  no  profesionales se lo podrá ver como un
pequeño disco ocre, no  mayor  que  un  cráter  lunar,  tal vez se perciban
alguna marcas en su superficie  -los  famosos "canales" de Schiaparelli- y,
con suerte, un casquete polar blanquecino.

	Si bien el momento de mayor  proximidad  se  producirá  durante  la
noche  del  27  de  agosto,  semanas antes  y  después  de  esa  fecha,  la
visibilidad de Marte será igualmente favorable.


Próximas visitas
Aunque la aproximación no será tan cercana como en esta oportunidad, en los
próximos años, Marte volverá a hallarse en  oposición  y, en algunos casos,
alcanzará posiciones bastante cercanas a nuestro planeta.

Proximas Oposiciones

El 7 de noviembre de 2005 se encontrará a 70,3 millones de kilómetros.
El 24 de diciembre de 2007 se encontrará a 88,7 millones de kilómetros.
El 29 de enero de 2010 se encontrará a 99,3 millones de kilómetros.
El 3 de marzo de 2012 se encontrará a 100,8 millones de kilómetros.
El 8 de abril de 2014 se encontrará a 92,9 millones de kilómetros.
El 22 de mayo de 2016 se encontrará a 76,1 millones de kilómetros.


	CAMILLE FLAMMARION Y LA APROXIMACIÓN DE MARTE
	El 27 de septiembre de 1927, se produjo  una oposiciónde Marte.  En
	tal ocasión, el diario Crítica publicó un artículo del  astrónomo y
	divulgador Camille Flammarion que se trancribe a continuacióin.

	"Camilo  Flammarion  desmiente a los que dicen que no hay  vida  en
	Marte.El  famoso  sabio  da la explicación de nuestros Misterios de
	Marte, no revelados aún.

	La palabra  de  Camilo  Flammarion  en estos momentos de palpitante
	actualidad científica, la  aproximación de Marte a la Tierra, tiene
	una autoridad y un  interés  que  no escaparán a nuestros lectores.
	El más conocido de los  astrónomos, el infatigable trabajador de la
	ciencia,  ha  expresado en un artículo  que  ha  traído  el  último
	correo,  sus  puntos  de  vista personales sobre  esta  "entrevista
	diplomática"  entre  los  dos  planetas  del espacio inmenso,  como
	afirma  pintorescamente  el gran sabio dando a sus observaciones  y
	puntos de vista, su amenidad acostumbrada.

Habla el famoso sabio francés.
Hay, no lejos de nosotros, en el espacio, un  mundo  muy interesante que en
estos momentos brilla sobre nuestras cabezas como un punto de interrogación
formidable.    Jamás se ha acercado tanto a nosotros de cien  años  a  esta
parte,  y no volverá a aproximarse de ese modo antes del siglo  XXII.    Es
Marte,que brilla en  estas noches con intensidad extraordinaria, tan fuerte
que da sombra, como  Venus la Bella, su cómplice mitológica, estrella de la
mañana.

Por una combinación que resulta  de  su  traslación  alrededor  del Sol con
nuestra revolución anual propia se da  esta proximidad rara que explica del
modo más simple la armonía maravillosa de los movimientos celestes.

Todos saben que Marte rueda en los  espacios  más  allá  de  la Tierra, con
relación a las distancias al Sol, o sea  que  su  órbita  es  exterior a la
nuestra y nos rodea, por entero.  Si las  dos órbitas fueran circulares, la
distancia sería idéntica siempre.  Pero es que son elípticas  y  siendo  la
distancia  de  la  Tierra,  en  término  medio,  149  millones  y medio  de
kilómetros  y la de Marte, 228 millones, la distancia más corta se  produce
cuando  estamos  más  alejados  que  nunca  del  Sol  y  cuando  se  da  la
coincidencia de que Marte esté más próximo que nunca.  El 23 de agosto  los
dos planetas sólo estaban separados  por  55.577.000  de  kilómetros.    La
distancia irá aumentando gradualmente, pero no  hay que olvidar que durante
una semana Marte estará más cerca de  nosotros,  como  no  ha  estado jamás
durante  un  cuarto  de siglo, ni lo estará  durante  el  cuarto  de  siglo
venidero.

Una visita diplomática...
La prensa mundial se ha ocupado de esta aproximación a la que se le da toda
la trascendencia de una visita diplomática entre dos grandes potencias  que
se saludan.  Lo malo es que se espera un resultado  inmediato y se cree que
se  resolverá  de  un  tirón la ¿cuestión marciana?.  La bella estación  de
Marte apenas comienza (el artículo fue escrito a fines de agosto) y sólo  a
partir del  mes  de  octubre,  cuando  empieza  el verano en Marte podremos
observar los fenómenos  singulares,  misteriosos  y  periódicos  de  Marte:
mares, golfos sombríos de  colores  cambiantes,  los  enigmáticos  canales.
Hasta el mes de noviembre  las  observaciones  telescópicas  han  de ser de
palpitante interés.

Tendremos  así  dos  meses de buena cosecha científica.   Alegrémonos,  sin
embargo,  de haber vivido en estos días y de poder  decir  que  ninguno  de
nuestros  contemporáneos, ni los que tienen cien años, ha estado más  cerca
que nosotros de Marte.

Un rasgo de modestia de Flammarion
Flammarion  añade  que estamos en los comienzos, en los pañales, en lo  que
concierne a los fenómenos de Marte y, sin embargo, es el planeta que  mejor
conoce la  ciencia.   He publicado, dice, dos volúmenes con 1222 páginas de
texto, 39 mapas  y  1006  dibujos  y  apenas  si he hecho el comienzo de la
verdadera enciclopedia sobre Marte, obra de los siglos que vendrán y de los
que continúen en la labor.  ¡Qué lejos estamos aun de conocer a Marte!

La eterna cuestión: La vida en Marte
Los astrónomos, a ese respecto,  se  dividen  en  dos  campos:   los que no
observan y los que observan al  planeta.    Los primeros siguen ofuscados y
ciegos  con  su idea de que el  calor  de  un  planeta  debe  ser  regulado
únicamente  por  su  distancia  al  sol.    Ignorando   voluntariamente  la
constitución  química  de  la atmósfera, declaran que Marte es  un  planeta
helado, esfera desierta, estéril que rueda en los espacios.   Razonan  como
los  aristotélicos  del  tiempo de Galileo que afirmaban que el centro  del
Universo era la tierra o que el sol no tenía manchas.   Si en nuestro globo
la  temperatura de la superficie depende de los rayos caloríficos del sol y
no  del calor interno, Júpiter Saturno, Urano y hasta el lejano Neptuno que
rueda a  4500 millones de kilómetros demuestran que tiene calor propio.  ¿Y
quién puede afirmar  que  Marte  no lo tenga?  El de los observadores da un
hecho concreto:  desde  el  año  1719 se sabe que las nieve de los polos en
Marte se funde ante nuestra  vista según las estaciones al mismo tiempo que
las configuraciones de la superficie cambian  de  aspecto  y color, forma y
extensión.  Marte manifiesta así una vida  planetaria  tan  intensa como la
nuestra, por lo menos.

El lector no puede decidir cuando la ciencia  no  ha dado su última palabra
aún.
Una  explicación  de las alteraciones de la superficie de  Marte  Si  Marte
tiene  tantos  puntos  de  semejanza  con  nuestra  vida  planetaria,  para
intrigarnos  más,  ofrece  también diferencias que en todo caso pondrían en
evidencia  la  variedad infinita de las producciones de la Naturaleza.  Hay
variaciones en  la  estructura de sus continentes.  Manchas y "canales" que
varían de forma y que están perfectamente fotografiados u observados.  Ante
este problema nos queda  la misma duda que a Cristóbal Colón cuando veía la
masa moviente del mar de  los  Sargazos,  elemento  móvil que no es agua ni
tierra.  Tales metamorfosis nos llevan  a  pensar que se trata de elementos
líquidos que se mueven en terrenos muy  llanos.  Campos, prados, bosques no
cambiarían  tan  rápidamente.    Una diferencia de nivel  de  pocos  metros
bastaría  para  inundaciones  enormes  cuyo  resultado  sería duradero como
producción vegetal.

Los  "canales"  como  tales,  son  formaciones  meramente  enigmáticas y no
tendríamos nada  equivalente  en  nuestra  configuración  terrestre.  No se
resuelve la cuestión diciéndose que son trabajos de ingenieros marcianos...

Lo cierto es  que  conocemos  la  vida  de  Marte  mejor de lo que nuestros
antepasados, en tiempos de  Magallanes,  conocían la Tierra.  Conocemos los
caracteres esenciales que incitan a ir más lejos en las investigaciones.

Hay vida en Marte, afirma Flammarion
Marte es así otra "tierra  en  el  Cielo".  Tiene mares, continentes, polos
con nieves, golfos, "canales", nubes, variaciones de color, manifestaciones
diversas de una "vida" desconocida.  Sus  estaciones duran el doble que las
nuestras, y si el día tiene 24horas, 37m.    23  s.  el año es de 666 días.
Cuando un terrestre tiene 94 años, el "marciano" cumple  los 50.  De lo que
no cabe duda es que "esa Vida existe en Marte".    Cuando  vemos en nuestro
globo  que  la vida invade todo y se multiplica por todas  partes,  en  las
condiciones más arduas y diversas.  Vida que es ley suprema, imperiosa a la
que  todo  obedece  y  que  se  desarrolla aun en detrimento de ella misma:
cuando vemos que desde el fondo de los mares a las cumbres nuestro mediocre
planeta se halla  invadido  por  tantos elementos vitales que se hacen daño
unos a otros, como  copa  demasiado  estrecha para contener el flujo que se
regenera siempre, tenemos que convenir en que la ley de la vida es la misma
en esa tierra vecina de la  nuestra  y  que la Vida desborda allí por todas
partes.

Pero ¿qué seres?
La respuesta es ya menos evidente.
"No es una vida terrestre", como la  nuestra.    Es  otra  cosa.   Una vida
"marciana" adaptada a las condiciones del planeta.   En  todo  caso debemos
persuadirnos  de  que  la naturaleza no ha quedado inactiva  y  que  se  ha
manifestado en armonía con el estado vital del mundo vecino.    La  ciencia
del porvenir dará la palabra del enigma.

Camille Flammarion*

*  Camille  Flammarion  (1842-1925).    Para  algunos  fue  el  más  grande
divulgador  de   la  Astronomía.    En  su  libro  fundamental,  Astronomie
populaire, Flammarion escribió:"Es  necesario  vulgarizar  la  ciencia  sin
hacerla vulgar".  Sin  dudas logró su objetivo ya que fue sumamente popular
en su época.
A los 16 años escribió  "Cosmología  Universal",  un  libro  de  quinientas
páginas.  Luego ingresó al Observatorio  de París como calculista.  En 1862
publicó "Pluralidad de los Mundos Habitados" que atrajo la atención de todo
el mundo erudito.
Fue nombrado director científico de Cosmos, Magazín Pittoresque  y  Siècle.
Comenzó a dar conferencias y cursillos y montó su  observatorio particular,
primero en París y, más adelante en un castillo de Juvisy, regalado por uno
de sus admiradores.
En  1882 fundó la revista mensual L'Astronomie, de difusión internacional y
en 1887 la Societé Astronomique de France.
Otras obras de su autoría son Los Mundos Reales y Los Mundos  Imaginarios",
"Dios en la naturaleza", "Los últimos días de un filósofo", "Las Maravillas
Celestes" e  "Historia  de  un  Cometa".   A estas obras deben añadirse dos
novelas con contenido astronómico:  Uranie (1889) y Stella (1897).
///


[]	ANTROPOLOGIA SIN HIPOCRESIA
	Por Raquel Aguiar

	Podría haber sido  cantante,  arquitecto y hasta sacerdote, pero se
	convirtió en el antropólogo  contemporáneo  más  leído  del Brasil.
	Tal vez no fue del  modo  en  que  él  lo  planeaba y, sin embargo,
	Roberto DaMatta alcanzó el sueño de  ser  escritor:    el joven que
	llenaba cuadernos con relatos de ficción es hoy el cuarto autor más
	citado en los trabajos académicos del área, apenas  detrás  de  los
	pioneros  Max  Weber [sociólogo alemán (1864-1920)], Emile Durkheim
	[sociólogo  francés   (1858-1917)]  y  Pierre  Bourdieu  [sociólogo
	francés (1930-2002)].

	En la universidad  conoció  a sus dos pasiones:  Celeste, con quien
está casado desde hace  40  años, y la antropología, a la cual lo introdujo
Roberto Cardoso de Oliveira, uno  de los pioneros en la etnología indígena.
La obra más famosa de DaMatta -el ya clásico Carnavais, malandros e heróis-
marca, por una parte, el abandono de la temática indígena a la que el autor
se dedicó durante 15 años y, por otra,  es  la  recuperación  del  abordaje
culturalista en la antropología Brasileña, dominada en ese momento  por  la
perspectiva  marxista,  y  no marxiana como el antropólogo pone énfasis  en
destacar.

	Ya  en su primer libro, Ensaios de antropologia estrutural de 1973,
DaMatta  revela la intención de buscar lo que hace al Brasil, Brasil.    En
medio de  una amplia versatilidad temática, que incluye desde la literatura
del norteamericano Edgar  Allan Poe [1809-1849] hasta la panema, un sistema
amazónico  de  creencias  basado  en  la  mala  suerte,  el  autor  intenta
comprender el dilema y las zonas de mediación entre el Brasil minúsculo, de
las leyes y normas oficiales, y  el Brasil mayúsculo de la cultura o, si se
prefiere, BRASIL todo con mayúscula.  En  la búsqueda de aquello que define
al país como una sociedad relacional, marcada por  zonas  de tránsito entre
el Brasil oficial y el Brasil personal, DaMatta estudió  las huellas de una
cultura  hasta  entonces  despreciada  por  los  académicos  como la viveza
(malandragem),  la  manera  de ser (jeitinho) y el discurso autoritario del
"¿Usted sabe con quién está hablando?".

Un arlequín que quería ser vaquero

	Roberto  Augusto  DaMatta  nació el 29 de julio de 1936 en Niteroi.
Su  padre era bahiano, de Salvador, y su madre del estado de Amazona;    se
conocían  desde  la  infancia pues eran hijos de viudos que se casaron.  El
padre estudió  derecho pero trabajaba como fiscal de consumo, una profesión
ya desaparecida que  consistía  en  cobrar a las fábricas un impuesto sobre
las ventas.  Debido  al  empleo  del  padre,  Roberto y sus cuatro hermanos
vivieron  en Manaos, Maceió, Belo  Horizonte,  Juiz  de  Fora  y  San  José
Nepomuceno (Minas Gerais).

	Lulita  -el  apodo  cariñoso  de  María   de  Lurdes-  ejerció  una
influencia  determinante  sobre  su  hijo.    Cada    atardecer,    Roberto
acostumbraba a cantar mientras el padre, sentado en  una mecedora, admiraba
en silencio a su esposa que tocaba el piano.  Heredó de la madre no solo el
gusto por la música -que iba de lo erudito a  lo  popular- sino también por
el  carnaval.    Recuerda  haberse  disfrazado  de  arlequín  junto con sus
hermanos:  "pero prefería ser vaquero o piloto", confiesa entre risas.

	Otra influencia  fundamental  que  ejerció la madre, tal vez la más
definitiva para su  elección  profesional,  fue  la de transmitir un fuerte
sentimiento de desarraigo.   "Ella  siempre  estaba incómoda en los lugares
donde vivíamos", recuerda.  "Decía  que  sentía nostalgia por Manaos, hacía
comidas típicas.  Allá éramos de  la  elite,  mi abuelo había sido juez del
tribunal  de  justicia,  ministro de la Corte  Suprema.    Mi  mamá  sentía
nostalgia por la posición social y tenía una  cierta  visión  de que éramos
emigrantes, relativamente marginales.  Eso me llevó a interesarme  por  los
temas sociales".

	Tímido  y callado, Roberto quería ser sacerdote.  Pronto desistiría
de la  idea  al descubrir los deportes y las mujeres.  Pensó en ser actor o
cantante y como  era  buen  dibujante  consideró la posibilidad de estudiar
arquitectura.  "Pero", admite,  "desde pequeño sabía que quería ocuparme de
las ideas, de las letras,  escribir".   A los 18 años, mientras cumplía con
el servicio militar, acostumbraba a encender  una pipa y a escribir cuentos
en  la  máquina Olivetti de su padre.    Mostraba  los  relatos  a  Armando
Gonzaga,  hijo del autor teatral del mismo nombre,  que  era  periodista  y
trabajaba en la embajada norteamericana de Río de Janeiro.    "Llegaba a su
casa  con  unos  cuentos  horrorosos  bajo el brazo y él  leía,  corregía".
Comenzó  a  armar  su  biblioteca  con  las  publicaciones traducidas en la
embajada que recibía de Gonzaga.

¿Qué es lo que estamos haciendo aquí?

	Roberto  estudió historia en  la  Universidad  Federal  Fluminense.
"Era una carrera muy buena,  tuve  profesores  excelentes.   Leí filosofía,
descubrí  el  marxismo".    Pero la  vocación  por  las  palabras  e  ideas
convirtieron a la antropología en un destino  sin  retorno.   "El principal
motivo  para  elegir la antropología fueron mis propios  dilemas.    Quería
entender mejor mi vida, las andanzas".  En la  antropología  las  fechas no
tenían el peso que se les confería en la carrera  de historia y, además, el
mundo era observado desde perspectivas plurales, lo que atrajo a este joven
fascinado por  las  diferencias  y  semejanzas  entre los hombres.  Además,
descubrió en la  antropología  una  apertura  hacia  la  literatura  que le
permitía "conciliar el deseo  de  inventar  con  el  comentario  realista e
inteligente de las motivaciones y relaciones humanas".

	Roberto llegó al Museo Nacional de la Universidad Federal de Río de
Janeiro en 1959 a los 23  años.    Fue  uno  de los seis alumnos del primer
grupo del curso de Teoría e Investigación  en  Antropología  Social dictado
por el profesor Roberto Cardoso de Oliveira, quien en esa época ya tenía un
lugar  destacado  en  los  estudios  de etnología indígena.   "Recuerdo  la
primera vez que fui a la casa de Roberto, descubrí  más  que  un  profesor.
Representaba  el  tipo  de  persona que yo quería ser, la vida  que  quería
tener.    El  fue sumamente importante no sólo en mi formación intelectual,
sino también  en  mi vida emocional y psicológica.  Me inculcó determinados
hábitos de ética  académica,  como la preocupación por las ediciones de los
libros:  si leíamos  una  traducción  o  un  original;   cómo se hacían las
citas, que son muy importantes en el mundo académico donde lo que realmente
ganamos es el reconocimiento por la originalidad en un determinado tema".

	DaMatta se dedicó a la etnología  indígena  durante  15  años.   Su
primer trabajo de campo fue entre los  indios  terena  de Mato Grosso, como
asistente  de  Roberto  Cardoso.   La tarea consistía  fundamentalmente  en
entrevistar  a  los  indígenas  que  vivían  en  las ciudades.    "Fue  una
experiencia  muy  buena",  recuerda  Cardoso.    "Eramos todos jóvenes y  a
Roberto  le  iba  muy  bien.   La experiencia de campo en  antropología  es
fundamental, porque hay cosas que no se aprenden en los libros, sino  en el
cuerpo a  cuerpo.    Esa  dimensión  del sentimiento es muy importante como
forma de acceso  a  la  realidad".   Cardoso reacciona con modestia ante la
gratitud explícita demostrada por  el  ex  alumno y amigo.  "La experiencia
fue  muy rica para mí  también,  aprendí  mucho  en  el  contacto  con  los
estudiantes, inclusive en términos personales.  Hoy, Roberto es también uno
de mis mejores amigos".

	El libro Indios e castanheiros (1967) marca para Roberto DaMatta su
estreno literario y el comienzo de la amistad  con  Roque de Barros Laraia.
Ambos  investigaban  las  relaciones  entre  los  grupos  indígenas  y  los
recolectores  que  explotaban la castaña de pará.  "Roberto estudió  a  los
gaviões  y  yo  estudié  a  los suruí", aclara Laraia, hoy profesor  de  la
Universidad  de Brasilia.  "Nuestra base estaba en Marabá (estado de Pará).
En esa  época era una ciudad muy pequeña y violenta, en la que se mezclaban
castañeros, buscadores de  oro  y prostitutas.  Hacía un calor soporífero y
pasábamos hasta 10 días  juntos  esperando  el barco que nos llevaría hasta
las tribus.  En una de esas esperas impacientes le pregunté a Roberto si le
gustaba  la selva.  Me respondió  que  no.    Le  pregunté  si  había  sido
mochilero y la respuesta también fue negativa.    Le pregunté si le gustaba
pescar y cazar y nuevamente respondió que no.    Entonces  le  pregunté qué
estábamos haciendo ahí".  DaMatta recuerda que los dos rieron mucho después
de  esa  reflexión.    "Pasamos muchas dificultades", reconoce Laraia.  "El
barco que  nos  transportaba casi se da vuelta y tuvimos un accidente en el
ferrocarril de Tocantins.   Pero también vivimos muchas cosas buenas y tuve
el honor de ser su padrino de bodas".

	Inmediatamente después de las  experiencias con los indios terena y
gaviões, DaMatta vivió entre los  apinajé  en el estado de Goiás.  Para ese
entonces ya estaba vinculado con el  proyecto  Brasil-Central,  que  era un
programa  de  investigación  entre la Universidad de  Harvard  y  el  Museo
Nacional.  De 1963 a 1970 dividió su  tiempo entre el trabajo de campo y la
redacción  de la tesis doctoral en Harvard (EEUU).   El  resultado  fue  su
segundo libro:  Um mundo dividido:  a estrutura social  dos  índios Apinajé
(1967).  Dedicado a Celeste, por su activa contribución en las  entrevistas
a  las  mujeres  indígenas,  el libro plantea la necesidad de "conocer para
defender";  DaMatta  propone que las sociedades indígenas sean salvadas, no
por un alegato de  "inocencia",  sino porque están conformadas por "hombres
como nosotros", lo que era  una  visión  radicalmente  nueva  en esa época.
Como antropólogo ya estaba preocupado por  estudiar el ritual y se interesó
por la Fiesta de San José entre los Apinajé, que consistía en un momento de
carnavalización en el cual los indios se vestían como blancos y los blancos
se  comportaban  como  indios.  Llegó a movilizar asistentes  para  que  lo
acompañaran en el trabajo de campo, pero la celebración se  canceló;    sin
embargo,  ya  había aflorado el deseo de hacer de la fiesta  un  objeto  de
estudio.

De vuelta a casa

	En  su  libro O que faz o Brasil, Brasil?, de 1985, DaMatta  revela
que  su  inicio  en  la  antropología  estuvo  ligado  a  dos  experiencias
fundamentales:  haber  residido  en  los  Estados  Unidos, y con los grupos
indígenas.   "Viviendo entre  los  indios",  afirma,  "pude  percibir  algo
crítico en términos de la diversidad humana y de la experiencia de observar
-no solo mirar- a mi propio  grupo  desde  una  perspectiva  diferente  y a
partir de otra experiencia".  En el  anterior  párrafo tomado de Ensaios de
antropologia  estrutural  ya  se  percibe  la  base del  método  que  sería
sistematizado  en  Relativizando:    uma  introdução  à antropologia social
(1981).   Este  libro,  que  propone  el  extrañamiento de lo familiar como
condición fundamental en  el análisis antropológico, es para muchos jóvenes
estudiantes Brasileños de antropología el primer contacto con la literatura
especializada.  El texto, opuesto a cualquier postura etnocéntrica, propone
la observación contextualizada de grupos humanos de acuerdo con los valores
específicos vigentes en su sociedad particular.

	No solo el trabajo de campo contribuyó a que DaMatta se dedicara al
análisis crítico de la realidad Brasileña, sino también  su  residencia  en
los Estados Unidos.  El considera que su experiencia  es  similar  a  la de
Alexis de Tocqueville (1805-1859), sociólogo francés -asimismo nacido el 29
de julio- autor de El antiguo régimen y la revolución y  La  democracia  en
América,  que  se  revela  de  la  misma  manera  perplejo ante la igualdad
observada en  Norteamérica.    "Los  profesores y los alumnos se tratan con
igualdad, discrepan.   Introduje esta modalidad en el Brasil, lo que sumado
a mi personalidad, fue interpretado como agresividad y por lo cual pagué un
precio razonable.  En Brasil no se puede estar en desacuerdo con nadie".

	DaMatta  regresó  definitivamente  a  Brasil  en  1970  durante  el
gobierno militar.  Fue cuando escribió  su  libro  más  famoso:  Carnavais,
malandros e heróis:  para uma sociologia do dilema Brasileiro (1979).  "Fue
naciendo  por partes", explica.  "Primero apareció un  artículo  sobre  los
rituales  de  permiso,  llamado  Desfiles, paradas e procissões.   Después,
redacté  un  artículo  que  comparaba  al  carnaval  con  la fiesta  de  la
Independencia".    DaMatta  inauguraba una forma inédita de hablar sobre el
Brasil, que  se  situaba en el espacio de mediación entre la interpretación
de los macroprocesos  sociales  y la vertiente culturalista, que analiza lo
cotidiano  como  situaciones  sociales  concretas.    El  libro  marcó  una
innovación definitiva en las concepciones  sobre  el Brasil, al rescatar el
concepto de cultura que la izquierda  había  descalificado en la producción
académica.

	Para DaMatta el carnaval representa la oportunidad  imaginativa del
libre tránsito entre los espacios sociales prohibidos en la vida cotidiana.
"Además  del  carnaval,  que  es  un rito de inversión,  hay  fiestas  para
mantener   el  orden,  como  las  procesiones  y  los  desfiles  militares,
solemnidades que celebran las relaciones sociales tal y como se dan  en  la
rutina diaria".  El carnaval remite a la lógica relacional del país, que en
la  política se expresa a través de la negociación y la conciliación.   "En
una  sociedad  donde  lo  moderno y lo tradicional conviven, la viveza y el
"modo de  ser"  representan  el dilema entre un esqueleto nacional hecho de
leyes, cuyo sujeto es el individuo, y las situaciones concretas, en las que
se recurre al artificio  de  las  relaciones  personales".    Como el autor
presenta en A casa e a rua, editado en 1987, tenemos actitudes distintas en
la casa, que es el espacio  de  la familia y las costumbres, y en la calle,
el espacio del trabajo y las leyes.

	El resultado es un sistema social que oscila entre el individuo (el
sujeto de la calle, de las leyes universales  que  modernizan al Brasil con
mayúsculas) y la persona (el sujeto de la casa, de las relaciones sociales,
del Brasil con minúsculas).  Este análisis está sistematizado en el libro O
que faz o Brasil, Brasil?, ganador del Premio Casa Grande e Senzala como la
mejor  interpretación  de  Brasil en los años 80.  El autor se  encarga  de
aclarar  que  "El  nexo entre los dos Brasiles es establecido por la viveza
[malandragem], el  modo  de  ser [jeitinho], la figura del despachante y el
"¿Usted sabe con  quién  está  hablando?",  que actúan la relación entre el
Brasil y Brasil".

	DaMatta fue becario, profesor  e investigador en el Museo Nacional.
Dirigió el departamento de Antropología  y colaboró en la consolidación del
programa de posgrado en Antropología Social,  del cual fue coordinador.  En
1987 comenzó a dar clases en la  Universidad  de Notre Dame, en los Estados
Unidos, donde hasta la fecha ocupa la cátedra  reverendo  Edmund P.  Joice.
Fue  profesor  visitante en Berkeley y Cambridge, impartió conferencias  en
los  principales  centros  de  investigación y enseñanza de la antropología
social,  entre  ellos Harvard, Yale, Princeton y Columbia.  Es miembro  del
Instituto Histórico  y  Geográfico  Brasileño,  de la Academia Brasileña de
Ciencias y de la Academia Americana de Artes y Ciencias.

	En la actualidad  DaMatta  reside  en el Brasil seis meses por año,
tiempo que dedica a  sus  ocho  nietos  que  hacen  de  la  casa una fiesta
ininterrumpida.  Su obra sigue  buscando  la manera de entender la sociedad
Brasileña,  pero  si  bien hasta ahora  los  aspectos  inusitados  como  el
carnaval, la nostalgia y la quiniela [jogo  do  bicho]  fueron  sus objetos
privilegiados, hoy el autor ha retomado uno de  los asuntos más recurrentes
y controvertidos:  la pobreza, que es el tema  de  un próximo libro todavía
sin fecha de aparición.  Hace poco cumplió el sueño de escribir ficción con
la  publicación del cuento "Primeiro beijo", en el libro Mais 21  histórias
de amor, que reúne textos de personalidades reconocidas por sus trabajos en
diversas áreas.

Fuente: Ciencia Hoy
///


[]	BREVES DE CIENCIA Y TÉCNICA

 >	DESARROLLAN UN TRADUCTOR  DE  GESTOS.    Un  nuevo desarrollo de la
informática permitirá traducir el  lenguaje  de  señas a una forma hablada.
El invento, desarrollado por el  mexicano  José  Hernández  Rebollar, en el
marco de su tesis doctoral, logró dotar a un guante con sensores que podrán
identificar  y traducir los gestos de la  mano,  basándose  en  un  sistema
similar utilizado en comunicaciones militares tácticas.
	El  ingenio  denominado  AcceleGlove, es básicamente un guante  que
tiene en los dedos y la palma de la  mano  un acelerómetro.  De esta forma,
la computadora que lleva conectada recibe información de cada movimiento  o
postura de la mano, para que luego un software traduzca estas  posiciones a
una  suerte  de  "diccionario"  digital del protocolo del lenguaje de señas
norteamericano.  Finalmente, esta información digital será luego convertida
en palabras habladas como hacen muchos programas de lectura.
	Aunque AcceleGove fue diseñado para un fin muy específico, presenta
ciertas ventajas que lo  hacen  fácilmente  adaptable  a  otras  funciones.
Corinne K.  Vinopol, directora  del laboratorio en el que trabajó Hernández
Rebollar,  señaló  que  la ductilidad del  sistema  le  permitiría  también
traducir el lenguaje de señas de EEUU a su equivalente español y viceversa,
lo  que  sin  duda  sería  de  gran  utilidad    para    los    inmigrantes
hispanoparlantes.  "Los niños sordos van a la escuela  y  aprenden inglés y
el  lenguaje  de los gestos.  Cuando van a su  casa  y  los  padres  siguen
hablando en  español,  gradualmente pierden la posibilidad de comunicarse",
expresó Vinopol.
	Por el momento,  Hernandez  Rebollar se encuentra abocado a dotar a
AcceleGlove de un poco más de comodidad, reduciendo su tamaño y el peso del
hardware.  Además, aún resta  programar  por  completo  el  diccionario  de
gestos.  "El lenguaje de señas  ya  tiene  unos  200  años  de  uso,  y sin
embargo, a diferencia de lo que ocurre  con  muchos  otros lenguajes, nunca
tuvo una forma de ser traducido en forma  electrónica",  explicó  el  joven
ingeniero,  quien  pudo  trabajar  en  su  invento por medio  de  una  beca
Fulbright.

Más información:
http://www.seas.gwu.edu/~gogo/papers/hernandez_SIGGRAPH_2002.pdf

 >	PREMIO A UN PIONERO EN LA TEORIA DEL BIG BANG.  El astrofísico ruso
Rashid Sunyaev fue galardonado con el Premio Cosmología, en su edición 2003
otorgado por la fundación Peter Gruber.  Sunyaev recibió una medalla de oro
y  un  cheque  por  150.000  dólares durante la ceremonia de apertura de la
25ta.    Asamblea  General de  la  Unión  Astronómica  Internacional  (IAU)
realizada en Sydney, Australia.
	Durante una larga y fructífera carrera  Sunyaev  ayudó a sentar los
fundamentos de la cosmología moderna.  Su  trabajo  más famoso se refirió a
los  efectos  producidos por la radiación del Big  Bang  sobre  la  materia
interviniente y el estudio de la radiación en las  proximidades de agujeros
negros.    Sus  teorías  apuntan a los campos más dinámicos  de  la  actual
investigación astronómica,  incluyendo  la  observación  de la radiación de
fondo y la astronomía de rayos X.
	Sunyaev dedicó el  premio a su mentor en el Instituto de Matemática
Aoplicada de Moscú, con  quien  realizó sus trabajos más importantes.  "Soy
muy afortunado por haber trabajado  con  Yakov  Zel'dovich,"  dijo.  "Él me
enseñó que tenemos que utilizar lo  más conocido de la física para entender
el Universo".
	Sunyaev, dirigió durante muchos años la Academia de Ciencias Rusa y
actualmente es director del Instituo Max Plank de  Astrofísica en Garching,
Alemania  y  editor  de las revistas Astronomy Letters y  Astrophysics  and
Space Physics Reviews.
	La fundación Peter Gruber otorga premios desde el año 2001  no sólo
en Astrofísica, sino también en genética, justicia y Derechos de la Mujer.

Más información en: http://www.nature.com/nsu/030714/030714-9.html

 >	CONTRA LA  HEPATITIS  C.    Un fármaco antiviral llamado ribavirín,
usado junto con  un  estimulador del sistema inmunitario llamado interferón
alfa, puede ayudar a  algunos  enfermos  de  hepatitis  C  a  controlar  la
infección, aunque no a curarla.
	Los equipos dirigidos por Michale  Gale, virólogo del Centro Múdico
de la Universidad del Suroeste de  Texas,  en Dallas, y John Hiscott, de la
Universidad de McGill, en Montreal, Canadá, descifraron también la forma en
que el virus -que causa insuficiencia en el  hígado  y  se  vincula  con el
cáncer-  desactiva  las  defensas  de  una célula, de modo  tal  que  puede
permanecer en ella prácticamente para siempre.
	A  diferencia  de  los virus de la influenza o la  gripe,  que  son
eliminados por el sistema inmunitario, el de la hepatitis C lograba  eludir
las diversas armas de este sistema defensivo humano.
	Identificado en 1989, este virus se transmite por las transfusiones
sanguíneas y el  uso compartido y repetido de agujas de jeringas, incluidas
las que se emplean  para el consumo de drogas de administración intravenosa
y los tatuajes.
	Se estima que la enfermedad  afecta  a  175 millones de personas en
todo el mundo, muchas de las cuales no saben que están infectadas.
	Los Centros para el Control y  Prevención  de Enfermedades (CDC) de
EE.UU.   dicen que del 75 al  85%  de  las  personas  infectadas  presentan
infección  crónica o permanente.  Un 70% de  estas  personas  desarrollarán
daño hepático que evolucionará hacia cirrosis o cáncer de hígado.
///

      ///////////////// FIN DE LA PRIMERA SECCION  \\\\\\\\\\\\\\\\\
      \\\\\\\\\\\\\\\\ CONTINUA EN SEGUNDA SECCION /////////////////

Educyt, semanario de noticias de Educacion, Universidad,  Ciencia y Tecnica
Editores  responsables:    Fernando  Demarco  y  Carlos  Borches

E-mail:  educyt@de.fcen.uba.ar


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