NEUQUEN.- Sin fisuras entre los bloques, la Legislatura emitió ayer un firme respaldo a la Universidad Nacional del Comahue, al rechazar el ajuste instrumentado por el gobierno nacional que perjudica a la casa de altos estudios. Los diputados crearon además una comisión legislativa que viajará a Buenos Aires para reclamarle a las autoridades nacionales que dé marcha atrás en el recorte a la Universidad.

Por otra parte, los legisladores sancionaron, además, una declaración en la que le piden al Poder Ejecutivo provincial que envíe a la UNC los aproximadamente $200 mil incluidos en una partida del presupuesto 2000.

El pronunciamiento de la Cámara se produjo ayer en el marco de una sesión especial del cuerpo para tratar la situación financiera de la universidad local. Allí 14 diputados de los tres bloques coincidieron en sus exposiciones en la defensa de la educación como un valor que permite el

crecimiento de la sociedad -"conocimiento es sinónimo de libertad y democracia", dijeron-. En igual sentido, los legisladores criticaron el modelo económico del país que provoca -aseguraron- exclusión social y analfabetismo, entre otras inequidades.

Al cierre del debate Sapag destacó la capacidad de la Cámara para coincidir en forma unánime cada vez que derechos fundamentales se ven afectados, como ocurre con las medidas de ajuste aplicadas a la universidad.

La declaración sancionada consta de cinco artículos en los que se manifiestan la "profunda preocupación por la situación de la económica que atraviesa la UNC", y rescata la importancia de la universidad "como instrumento de desarrollo y transformación de nuestra región, así como su

trascendente aporte a la formación de miles de jóvenes de nuestra provincia".

Los diputados incluyeron en el texto declarativo una mención al acuerdo firmado hace 10 años entre la UNC y los gobiernos de Río Negro y Neuquén, que estipulaba aportes anuales de $1 millón para la institución. En función de ellos los legisladores recordaron al Poder Ejecutivo su

compromiso de aportar unos $200 mil aproximadamente a la UNC expresado a través de una partida presupuestaria del ejercicio en curso.

La sesión especial fue seguida atentamente por un grupo de docentes, no docentes, estudiantes, decanos de las unidades académicas y por el rector Jorge Rabassa, quien presenció el debate desde el recinto.

Además de la declaración, los diputados aprobaron la creación de una comisión legislativa que tendrá como objetivo peticionar ante las autoridades del gobierno nacional que dé marcha atrás con el ajuste en la UNC.

Esa comisión estará integrada por diputados de los tres bloques legislativos y será presidida por el vicegobernador Jorge Sapag.

La demagogia es lo más fácil
Por Rubén Boggi

Los diputados neuquinos no tuvieron ayer ningún problema en coincidir con la importancia de la educación pública. Tampoco en defender a la Universidad, integrada a ese concepto sagrado. Todo sirvió para que también coincidieran en que la Universidad -y la del Comahue en particular- no debe ser objeto de ningún ajuste.

De las exposiciones realizadas con prolija oratoria ayer por los legisladores, y de las consignas puestas en las calles y en los cortes de ruta por los mismos interesados, queda la sensación de que se habla y se decide sobre este tema haciendo eje en una aseveración que es falsa.

No se está discutiendo en el país que la Universidad deje de ser pública. Tampoco se está discutiendo que pueda acceder a ella toda la población que así lo quiera.

Lo que está en discusión simplemente es si la Universidad puede seguir teniendo el mismo presupuesto, cuando se afirma que hay que recortar gastos para cumplir con la ley de Déficit Cero. Es decir, revisar ese gasto y ver si es o no imprescindible, justo, bien hecho, bien o mal administrado.

Los diputados neuquinos dijeron ayer que no.

Que de alguna manera se deberá arreglar esto sin tocar el presupuesto de la Universidad Nacional del Comahue. Que se harán gestiones. Que se hablará con Colombo, o con quien raye del gobierno nacional al que –ya que estaba- varios se ocuparon de echar todas las culpas, junto con la ya tradicional oratoria de la corrupción retrospectiva a la que nos ha acostumbrado la señora Elisa Carrió.

Los diputados saben en realidad que no es tan fácil el asunto. Más allá de la Legislatura y sus oportunismos, todos los argentinos están empezando a saber que el país se ha empobrecido a un nivel impensable en otros tiempos de gloria o utopía.