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Jueves 1 de marzo de 2007

Entrevista a Matilde Rusticucci
"El cambio climático es inequívoco"

Matilde Rusticucci -climatóloga de Exactas- fue una de los 152 científicos de todo el planeta que redactaron el mega informe que el mes pasado se presentó en París generando el sobresalto de buena parte de la opinión pública con la afirmación de que calentamiento del planeta es un fenómeno concreto, y producido por el hombre. Después de su experiencia en Europa y de la reunión que la llevó hace pocos días a Nueva Delhi por el mismo tema, Rusticucci analiza en esta entrevista la situación general del cambio climático anticipando una charla abierta que dará en la Facultad de Exactas el miércoles 7 a las 15 horas en el aula 6 del Pabellón II de Ciudad Universitaria.

Por Armando Doria (*) y Gabriel Stekolschik (**)


Matilde Rusticucci.

Los números que están atrás de la afirmación de que el cambio climático es un hecho son impresionantes. Este cuarto informe del IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático) del grupo de trabajo I (la base científica) llevó tres años de trabajo de recopilación y escritura e involucró a 152 autores principales. Los informes fueron sometidos a tres revisiones a cargo de 600 científicos externos a los grupos e independientes de los gobiernos involucrados. Treinta mil fueron los comentarios que recibieron los informes en cada revisión.

El IPCC es un organismo creado por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y sus informes son un compendio único: nunca existió un trabajo articulado en el nivel internacional de semejantes dimensiones, ni en el área de la ciencia ni en cualquier otra del conocimiento.

De los tres grupos de trabajo, el primero en presentarse en sociedad fue el de evaluación del cambio climático, que obtuvo como resultado once capítulos de información en un grueso libro de 1.000 páginas. En la reunión de febrero en París, de la que participó la climatóloga de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Matilde Rusticucci en su carácter de autora del informe, ese grueso libro tuvo que convertirse en 14 páginas que, con la aprobación de los gobiernos involucrados en el IPCC, se convirtió en un resumen destinado a los decisores políticos.

En abril llegará el turno del segundo grupo, con eje en el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas, que preparará su resumen en Bruselas, Bélgica. Y en el mes de mayo, en Bangkok, Tailandia, tendrá que consensuar el suyo el tercer y último grupo, que propondrá los paliativos para atacar el calentamiento del planeta. Hacia fin de año, llegará el informe final que combina los tres parciales.

Rusticucci no sólo participó del informe inicial como autora sino que fue convocada a formar parte del limitado grupo que trabajó en el resumen, estuvo a cargo de atender a la prensa hispanohablante y, como postre, fue convocada a participar de la confección del informe final unificado, por lo que maneja el tema no sólo como especialista sino como científica involucrada desde los relevamientos y análisis básicos hasta la difusión masiva de los resultados.

Se venían escuchando algunas voces que relativizan el calentamiento global, pero el reciente informe del IPCC confirma que el cambio climático es una realidad.

Se confirman las suposiciones que comenzaron a proponerse desde hace varios años. Si uno repasa los informes anteriores, afirman que existía un calentamiento, pero sembraban la duda acerca de la acción de los aerosoles, ya que se comenzó a tener en cuenta que los aerosoles en la atmósfera disminuyen la temperatura, ya que reducen la radiación entrante. Ahora ya sabemos que sí disminuyen la temperatura, pero no es comparable con lo que aumenta la temperatura el resto de los gases de efecto invernadero. Ahora eso se cuantifica exactamente. En el tercer informe, por ejemplo, ya se decía que era probable que esto fuera culpa del hombre… pero sólo probable. Ahora sabemos que es altamente probable porque es imposible llegar a los valores actuales de temperatura si no se incluye en la ecuación los gases de efecto invernadero producidos por el hombre.

Entonces, ¿el acuerdo sobre la situación es amplio?

Ahora sí. Siempre hubo científicos que rechazaban la idea de cambio climático (llamados "escépticos"). Los que decían que era una mentira, un blef, que se revertiría solo. El cambio climático es un hecho; el cambio climático es inequívoco. Hubo discusiones a la hora de redactar el informe, básicamente sobre ciertas aseveraciones muy puntuales que observaban los políticos, como si la amplitud térmica diaria que en el informe anterior se decía que había disminuido mucho, ahora parecía que no había disminuido tanto… pero todos los que estábamos ahí estábamos seguros de que los resultados reunidos en este informe no dejan dudas sobre que el cambio climático que estamos viviendo es real.

Está descartado que sea un ciclo natural.

Depende de la escala de tiempo con la que estemos trabajando. Pero este cambio de los últimos cincuenta años, que significó un aumento abrupto de la temperatura, es, ahora lo aseguramos con mayor certidumbre todavía, culpa del hombre. La concentración de CO2 en el año 2005, excede por mucho los valores naturales de los últimos 650.000 años.

¿Por qué se dice que este informe es más preciso que su antecesor?

El informe en el nivel global es mucho más preciso que el anterior porque avanzamos mucho en el registro de datos. Como hay muchos más estudios en el nivel global, las aseveraciones son mucho más certeras. Se agregaron más estudios sobre el ciclo del carbono que aumentan el efecto de calentamiento. Además se sabe que si las emisiones continúan como hasta el presente, el aumento de temperatura previsto es de 0,2 grados por década, el doble de calentamiento que si se mantuvieran los valores de emisión del año 2000.

El trabajo final contó con muchos más datos locales sobre los países centrales que sobre los no desarrollados.

Es totalmente cierto. Lo que pasa es que, primero, los científicos de los países periféricos somos muchísimos menos. No se puede comparar la cantidad: los estadounidenses, los ingleses y los europeos en general tienen miles de meteorólogos, climatólogos y oceanógrafos estudiando el clima y aportando datos; y ni qué hablar de los chinos. Nosotros somos menos, pero además, nuestra producción científica media es mucho menor. Eso sucede en cualquier área de la ciencia, pero, en particular, en la de cambio climático, somos muy pocos los que trabajamos.

Estos pocos que trabajan en cambio climático, ¿son todos científicos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales?

Los meteorólogos sí. Y los de las demás disciplinas, casi todos.

¿Qué consecuencias tiene esta relación dispar de fuerzas en cuanto a producción científica?

Los países desarrollados están muchos pasos adelante. Ellos ya saben muchas cosas que nosotros ignoramos; por ejemplo, cómo va a impactar en el nivel económico el calentamiento. Tienen cuantificados los costos de cualquiera de los impactos que les va a ocasionar este cambio climático.

¿Eso permite prevenir?

Este año estuve en una reunión con el Ministro inglés de Medioambiente. Inglaterra es una isla, tiene costas bajas, o sea que el tema del aumento del nivel del mar para ellos es importante. Pero no se preocuparon esta semana. Hace años que están en tema. Entonces, ellos ya sacaron en estos días una resolución para mudar las poblaciones costeras de una franja que es la primera que va a estar en serio riesgo de inundarse. Y nosotros todavía no sabemos nada. Acá todavía nos falta mucho conocimiento. Sabemos mucho más ahora que hace diez años, porque el incremento de trabajos científicos de la región fue importante. Pudimos hacer muchas más referencias en este informe que en el anterior. Este avance no hay que obviarlo, y hay que destacar que el 90 por ciento de los trabajos salen de Exactas.

Que la casi totalidad de los trabajos sobre cambio climático provengan de Exactas deja en evidencia que el Estado todavía no cuenta con, por ejemplo, un organismo que se dedique exclusivamente obtener y analizar información sobre el tema.

Nos falta tanto... Avanzamos mucho en las bases de datos disponibles. Todos los estudios sobre datos avanzaron mucho porque tenemos más información que hace seis años. Hay más interés de los científicos. Hay más herramientas: las posibilidades de cálculo que ofrecen las nuevas computadoras es fundamental. Correr un modelo que hace seis años nos llevaba meses ahora nos puede llevar días. Pero, igualmente, estamos lejos de lo óptimo. Y esto pasa porque no hay una política científica que dirija el abordaje de la problemática del cambio climático. O sea, yo lo estudio desde el punto de vista meteorológico, a un oceanógrafo le interesa desde su punto de vista, pero no hay una dirección seria desde una instancia superior. Es necesario contar con un programa nacional serio acerca de cambio climático. Podría estar dentro de la Agencia, en el Conicet…hay mil formas de implementarlo.

¿No existe nada parecido?

La Secretaría de Medio Ambiente tiene la Unidad de Cambio Climático, pero no sé exactamente qué tarea tiene, pero está claro que el tema no está en la agenda política.

Se supone que a partir de este informe habrá acciones políticas.

Sí, se estima que así sea: éste es el informe que los dirigentes políticos tienen que tomar como base.

Si bien los resultados globales son importantes, ¿el hecho de no contar con informaciones regionales locales puede ocasionar problemas para impulsar políticas, por ejemplo, en nuestro país?

Claro. Esto tiene consecuencias concretas en la certeza con la que vos podés dar resultados cuando hablamos con los políticos. Si decimos que hay un 99 por ciento de posibilidades de que vayan a aumentar las precipitaciones en determinada región porque hay varios trabajos que concuerdan, no es lo mismo que argumentar con un solo trabajo, como pasa actualmente.

Cuando en las reuniones internacionales los científicos de todo el mundo comentan en los pasillos la situación del calentamiento, ¿se muestran preocupados?

Yo, personalmente, soy optimista. Y aquellos con los que hablé, en su mayoría, consideran que algo se hará para mejorar la situación y que la gran repercusión del informe debería traer algún resultado positivo.

El Servicio Meteorológico Nacional y el cambio climático

¿Qué intervención tiene el Servicio Meteorológico Nacional en el estudio del calentamiento global?

El Servicio es, justamente, nuestra representación ante la Organización Meteorológica Mundial. Eso implica que unas cuantas decisiones de nivel meteorológico mundial dependen del Servicio.

¿Por ejemplo?

Todo lo que esté relacionado con el pronóstico, desde ya. Desde el pronóstico a corto plazo (una alerta bien fundamentada) hasta el pronóstico climático (la temperatura de la próxima estación, por ejemplo). Además, todo lo que sea determinar de qué forma o con qué cuidado se toman los datos, qué hacemos con ellos: si son de libre acceso al público o no lo son. También pasa por el Servicio la decisión de tomar alguna medida por el cambio climático, si fomentamos algún tipo de estudio específico, y debería asumir el rol de asesorar a los tomadores de decisión en temas relativos al cambio climático, su impacto sobre la región y a su posible mitigación.

Su tarea no es sólo hacer el pronóstico del tiempo, entonces.

Su principal tarea es dar ese servicio a la población. Los científicos, desde las universidades trabajando en conjunto, les podemos proveer elementos para optimizar esa tarea. Es cierto que ellos tienen la urgencia del pronóstico diario, pero si hay gente idónea, capacitada, el Servicio Meteorológico, en su nueva etapa civil, estimo que convocará a más profesionales para mejorar los servicios y podrá ocuparse también de sus demás funciones en forma correcta.

¿Esto hoy no ocurre?

Por lo menos, mientras el Servicio dependía de la Fuerza Aérea, ésto no ocurría. Pero ahora depende del Ministerio de Defensa y hay un plazo establecido de 180 días para hacer una propuesta de reformulación del organismo que esperemos resulte en un Servicio más útil para la población.

¿Y esto puede ser clave en lo relativo al cambio climático?

Es una de las cuestiones clave. Los servicios meteorológicos del mundo tienen unidades de cambio climático muy importantes y otras áreas de investigación bien desarrolladas para mejorar sus herramientas. En general, los datos sobre los escenarios regionales (o sea el detalle sobre la región de los modelos globales, que entre otras cosas, resuelven los valores de temperatura y precipitación para un determinado periodo futuro) dependen únicamente de los servicios meteorológicos, en conjunto con las universidades. Los más avanzados trabajan a la par de las universidades, o tienen grandes unidades de investigación adentro.

(*) Oficina de Prensa - SEGB - FCEyN.

(**) Centro de Divulgación Científica - SEGB - FCEyN.

 

ÁREA DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN
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SECRETARÍA DE EXTENSIÓN, GRADUADOS y BIENESTAR
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES