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Miércoles 13 de agosto de 2003

Una visita que brindó detalles de la trastienda de un importante medio nacional
Detrás de las noticias... de ciencia

Nora Bär, editora de "Ciencia y Salud" del diario "La Nación" brindó pormenores de la cocina periodística especialmente invitada a participar en el Curso de Divulgación Científica de la facultad a cargo de Susana Gallardo.

Por Cecilia Draghi (*)

  No es fácil para las noticias científicas competir a diario con casos casi novelescos como García Belsunce; las flamantes medidas del gobierno nacional o los resultados de fútbol del fin de semana. ¿Cómo hacerse un lugar para que la ciencia siempre esté en el medio?¿Cómo conseguir que neutrones o proteínas no involucrados en ningún escándalo sexual, político o de corrupción alcancen la primera plana? Esta compleja tarea es la que enfrenta día tras día Nora Bär, editora de Ciencia y Salud del matutino "La Nación". Ella accedió gentilmente a una invitación del Curso de Divulgación Científica que se dicta en la Facultad a cargo de Susana Gallardo.

  "El periodismo científico no tiene un lugar muy destacado en los medios", dijo a poco de iniciar este encuentro. Su caso es casi la excepción que confirma la regla pues dirige una sección que desde hace tres años cuenta con una página diaria en uno de los más importantes periódicos nacionales. "La decisión de que esta sección ocupe un espacio en el cuerpo central se la debemos a Germán Sopeña (secretario de redacción fallecido en un accidente aéreo)", recordó con afecto.

  Si bien se había obtenido un sitio en el interior del diario, saltar a ser uno de los temas de tapa "llevó varios meses". Siempre parecía que otras cuestiones son "más trascendentes" como por ejemplo una obra de arte subastada a un precio millonario. Aún hoy no es fácil convencer de que los temas de ciencia pueden ser tapa. "No es raro que este sector deba resignar espacio en pos de otros", enfatizó.

  Deportes, política, información general hace años tienen su lugar ganado en los medios, pero la actividad científica debe abrirse paso a modo de una recién llegada y justificar su razón de ser. Este camino desanda a diario Bär, incorporada a la Academia Nacional de Periodismo el año pasado. "Por la cantidad de novedades que se generan de todas las áreas del conocimiento en el mundo entero, indicaría que la ciencia debería tener un gran espacio en los medios", subraya. Pero la realidad indica que no es así.

La pregunta del millón

  ¿Qué le interesa al lector? Es sin duda la pregunta del millón de todo editor, que contrarreloj debe seleccionar el material para salir a diario a la calle y ganarle al competidor. Y aún da vueltas la idea de que "las notas de ciencia no atraen, son abstrusas", puntualiza. O no logran acaparar la mirada de muchos. Entonces desde el vamos ya corren con cierta desventaja. "El periodismo científico tiene los problemas del periodismo en general, con un problema agregado por abordar ciencia", especifica.

  Las dificultades no son pocas. "El periodista de ciencia trabaja ante dos frentes. Por un lado convencer al científico de que salir en los medios no desvaloriza su trabajo. Por otro lado convencer al secretario de redacción de que la ciencia es tan interesante como la vida sexual de un deportista. Por último la tarea será juzgada por lo que hará el medio competidor. Esto es arduo", describe.

  Con el paso del tiempo se han limado ciertas asperezas. Los científicos ya no son tan renuentes como antes a la requisitoria periodística, están más familiarizados con los medios. Luego de hacer una o varias notas donde no se deslizaron errores conceptuales, los investigadores no le temen tanto a la prensa. Sin embargo, cuando los investigadores concluyen un ´paper´ con datos publicables, "muchos se sienten inhibidos de llamar al periodista y decir ´Tengo este nuevo trabajo´", relata. Es decir que el periodista si no quiere perder una primicia importante debe estar atento y buscar constantemente a sus fuentes consultándolos por novedades.

Un género con mucha tela por cortar

  Si las dificultades fueran pocas, también los periodistas científicos enfrentan un mayor desafío estilístico al resto, según Bär. "Como se abordan temas complejos, alejados a veces de la realidad del lector, que pueden resultar de difícil comprensión, estas notas requiere de ciertas dotes estilísticas para hacer atractivo al texto", indica y pasa a comparar con otras secciones dentro del diario. "En la sección 'Política' -ejemplifica- no deben preocuparse tanto en este aspecto porque el peso propio de la noticia ya de por sí logra interesar".

  Pero no sólo basta con que el texto sea atractivo, sino también tiene que ser sólido en contenido y no debe tergiversar la información científica en el afán de simplificar. ¿Hasta dónde se puede bajar el nivel de complejidad para que logre ser comprendido por la mayoría de los lectores? "Se puede llegar a bajar el nivel mientras no se traicione el concepto. Por ahí se dejan de dar ciertos detalles y se brinda una foto más panorámica. Si acercar el primer plano complica, alejo el foco", define.

  Casi parecería una carrera de obstáculos. Primero conseguir al científico predispuesto con la prensa, luego escribir una nota de fácil lectura, que logre transmitir un concepto complejo de modo simple, atractivo, claro y preciso. Además convencer al secretario de redacción de que vale la pena destinar espacio y hacer todo en una carrera contra el tiempo de modo de tener todo listo para el horario de cierre. Precisamente, estos pasos son lo que a diario enfrentan los periodistas hacedores de Ciencia en los medios. Y en los últimos tiempos no es poco lo que se ha logrado, ganándose un merecido lugar. "En 134 años de vida del diario La Nación, hace 3 años que tiene una sección diaria ocupada en ciencia. Fue el primer diario que abrió un espacio, imperfecto, pero espacio al fin", indica.

  Con veinte años de experiencia laboral, Bär destaca entusiasmada que "nunca había visto tanta gente organizada haciendo propuestas en temas de ciencia como en la actualidad". Por último no deja pasar por alto un objetivo que siempre mantuvo vigente. "Desde los medios se puede hacer mucho, desde la comunidad científica se puede hacer mucho. Y entre ambos multiplicar esfuerzos". En esta tarea, ella a diario suma su granito de arena.


(*) Centro de Divulgación Científica - SEGBE - FCEyN.

 

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