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Viernes 7 de febrero de 2003

Monos aulladores: hacia la conquista de nuevos ambientes

Estudios genético-poblacionales muestran que los monos Alouatta caraya se distribuyen homogéneamente a lo largo de ambas márgenes del Paraná. Al dispersar las semillas de los vegetales que forman parte de su dieta garantizan no sólo la continuidad de sus recursos, y por ende la de su especie, sino también la supervivencia de la selva.

Por Susana Gallardo (*)

  Los grandes ríos suelen ser barreras infranqueables para los animales terrestres. Esto contribuye a la diversificación de las especies, pero también implica riesgos. Las poblaciones pequeñas se ven afectadas rápidamente por los cambios ambientales lo cual puede colocarlas en peligro de extinción.

  Sin embargo, un estudio genético de los monos aulladores que habitan en las orillas del río Paraná demostró que éste, a pesar de ser caudaloso, no es una barrera. Por el contrario, se comporta como un corredor para esta especie. Este es un hecho positivo para estos animales, "El Paraná actúa como un canal de mantenimiento de la especie", señala la doctora Marta Mudry, profesora en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. "El Amazonas, en cambio, se constituye en verdadera barrera geográfica de tal forma que ciertas especies habitan en una de las márgenes y otras diferentes viven en la margen contraria, favoreciendo la especiogénesis que se detecta en diferentes niveles desde el aspecto (fenotipo) hasta en la dinámica poblacional o la estructura social. Y, ya en el laboratorio, se evidencia en las caracteristicas genéticas", agrega.

  Los monos aulladores, cuyo origen se encuentra en el macizo central amazónico, cruzan ríos y se distribuyen por las selvas en galería a lo largo de sus márgenes, hacia el sur. "Mientras tengan recursos, se mantienen en los ambientes a lo largo del río", afirma Mudry, que es además investigadora del Conicet.

  Los monos americanos o del Nuevo Mundo se caracterizan por su nariz aplanada, con los orificios nasales separados por un tabique ancho, por ello se denominan platirrinos. También se distinguen por la cola, que suele ser prensil y sus hábitos arborícolas.

  En la Argentina hay tres grandes grupos de platirrinos: los aulladores (representados por dos especies: Alouatta caraya y Alouatta fusca), los monos caí (Cebus apella) y el mono lechuza (Aotus azarae).

  La especie Alouatta caraya, que se extiende desde el sur de México hasta el norte de Argentina, es la que presenta el mayor tamaño: los individuos miden entre 56 y 90 centímetros de longitud, con un peso promedio de 6 kilogramos. Se los identifica por su evidente dicromatismo sexual: el pelaje es habano claro en las hembras y negro, en los machos. También por su característico aullido, que realizan gracias a su aparato bucal especializado. (Ver fotos aulladores)

Variabilidad genética

  Los investigadores, tesistas de grado y doctorandos, a partir de muestras de sangre de estos animales, analizan los cromosomas -es decir, caracterizan el cariotipo de las distintas especies-. "En los primates, al igual que en los roedores, hay una alta tasa de reordenamientos cromosómicos. Estos cambios, acompañados del éxito reproductivo y de la superación de las exigencias del ambiente, pueden dar como resultado el establecimiento de una nueva especie ya que son grupos de mamíferos que siguen un modelo de especiación cromosómica", señala Mudry. (Ver foto de metafase, que muestra forma, tamaño y distribucion de los cromosomas).

  A partir de ese análisis, los investigadores concluyen que los aulladores, sin embargo, conforman una sola especie en la cual la variabilidad detectada por distintos métodos genéticos, es en general muy baja.

  "La similitud de las poblaciones de primates en márgenes opuestas disminuye con el aumento del tamaño del río", explica Valeria Szapkievich, que en su tesis doctoral analiza la variabilidad de los aulladores de distribución marginal sur a partir de sus proteínas sanguíneas. Además, la investigadora refiere que en los primates de mayor tamaño (estos aulladores negros serían un ejemplo) se observa un menor número de subespecies respecto de los más pequeños (los monos titi que llegan a Brasil o los monos ardilla a Bolivia, por ejemplo) y se piensa, que podrían estar mejor capacitados para cruzar ciertas barreras geográficas.

  Por otra parte, con el incremento de la latitud, disminuye la riqueza de especies, y aumenta la extensión de su distribución geográfica. Dicho en otros términos, en las selvas hay mayor diversidad, pero cada especie aprovecha un recurso determinado. El problema es que si ese recurso es afectado por un cambio ambiental, la especie en cuestión se queda sin alimento. En cambio, en sabanas y bosques, las especies no dependen de un único recurso y se hallan más expandidas.

Cambio ambiental y riesgo para las especies

  Los primates que viven en la selva amazónica se ven afectados muy fácilmente por modificaciones del ambiente como la tala indiscriminada. La fragmentación del hábitat como consecuencia de la deforestación produce aislamiento en parches, facilitando el establecimiento de subespecies y la reducción del tamaño poblacional. En cambio, los que viven en bosques o en la selva en galería a lo largo del Paraná presentan una variabilidad genética de nivel específico y no se detectan subespecies. Por otra parte, dado que estos primates son frugívoros, dispersores de semillas, ya que se alimentan de frutos, si se redujera su población, se reduciría también la regeneración de la selva.

  La densidad más alta de aulladores se manifiesta en las islas, un ambiente que se ve amenazado por la construcción de represas. También viven en la selva en galería, que sufre una explotación constante. "Sin embargo hasta ahora no hay datos que indiquen que esta especie haya sido afectada", señala la investigadora.

  Si bien los monos aulladores no evidencian, por el momento, signos de hallarse en peligro, los investigadores insisten en la importancia de conocer y conservar el reservorio genético no sólo en el estado silvestre sino también en cautiverio. "Este conocimiento permitirá, en caso de ser necesario, realizar proyectos de conservación y de reintroducción de especies", concluye Mudry.


Identidad precisa de los animales en cautiverio

  Determinar la especie a la que pertenece un primate es fundamental para su conservación y manejo. "Nuestro proyecto más importante es la caracterización, además de la población silvestre, de los animales cautivos en zoológicos o que se emplean para experimentación", afirma Mudry. Esta determinación, realizada mediante estudios genéticos, permite mejorar su calidad de vida en cautiverio, permite respetar, entre otras características, el tipo de organización social que tienen en su vida silvestre.

  Algunas especies son monógamas, otras forman harenes o constituyen matrilíneas en las cuales la hembra migra para formar nuevos grupos. Algunas tropas se componen de 5 a 9 individuos, en los caí alcanzan hasta 20. En los aulladores, las hembras son las que determinan la estructuración social, rasgo descripto con parámetros de genética molecular por doctora. M.Ascunce. "Si por desconocimiento no se respeta la dinámica social de estos animales u otras características especie-específicas, uno puede estar favoreciendo comportamientos patológicos tal como observamos en estudios realizados por A. Giudice en su tesis doctoral", subraya Mudry.

  Los investigadores tienen un convenio con el Zoo de la ciudad de Buenos Aires y otros del interior del país y con bioterios de países vecinos, por el cual se encargan de caracterizar todo nuevo primate que ingresa. "Ha sucedido que el zoológico había caracterizado un animal como correspondiente a una determinada especie, y el estudio genético indicó que pertenecía a otra" tema de una reciente tesis de grado de Mariela Nieves, relata la investigadora. Mudry destaca la importancia del trabajo transdisciplinar donde sin el aporte conjunto de veterinarios, biólogos, cuidadores, técnicos e, incluso, paisajistas y arquitectos, que cumplen un papel fundamental en el mantenimiento de la calidad de vida de los primates en cautiverio, la caracterización genética hoy considerada necesaria en otros países, no sería suficiente para una adecuada y confiable tipificación.
 


(*) Centro de Divulgación Científica - SEGBE - FCEyN.

 

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