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Año 6 - Nro. 225 - 2da. Sección
16 de mayo de 2003
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                               E D U C Y T
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                                 Noticias de
                  Educacion, Universidad, Ciencia y Tecnica
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16 de mayo de 2003                               	Año 6 Nro. 225
                            Segunda sección
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%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%  INDICE  %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

---------------------------  CIENCIA Y TECNICA  -----------------------

	 CIENCIA Y TECNOLOGIA EN LOS PAISES DEL 'SUR'
	  Por Tomás Buch
	 EL TELESCOPIO ESPACIAL HUBBLE REVELA ESTRELLAS NUNCA OBSERVADAS
	 Por Alejandra Sofía
	 RASTROS DE UNA CIVILIZACIÓN PREHISTORICA EN NICARAGUA
         BREVES DE CIENCIA Y TECNOLOGIA
         EFEMÉRIDES: Pasteur da a conocer la vacuna antirrábica

------------------------  TODOS DICEN LO SUYO  ------------------------

-----------------  CURSOS, BECAS, SEMINARIOS, CONCURSOS  ---------------

         CURSOS, BECAS, SEMINARIOS
         Generales, Educación,  Ciencias Sociales, Ciencias Exactas
         e Ingeniería, Ciencias  Naturales,  Ciencias  de la Salud.

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--------------------------- CIENCIA Y TECNICA -----------------------------

[]      CIENCIA Y TECNOLOGIA EN LOS PAISES DEL 'SUR'
	Por Tomás Buch (*)

	A pesar  de  la grave situación socioeconómica, sigue trabajando en
	la Argentina una sustancial cantidad de investigadores de todas las
	especialidades  científicas  que  producen  resultados  de  calidad
	internacional.  Sin embargo, el  grado  de  aprovechamiento  de  la
	capacidad científica local por el sector industrial nacional es muy
	baja.  En este artículo se analizan  tanto  la  compleja  serie  de
	factores  que  explican  esta  situación  como  los mecanismos  que
	permitirían superarla.

	Los    diagnósticos  sobre  la  situación  del  aparato  productivo
argentino son muy poco halagüeños para nuestro futuro.  Presentan la imagen
de un país  empobrecido,  con un nivel de industrialización inferior al que
tenía hace treinta años  y con graves problemas derivados de una importante
deuda externa.  Señalan además  la existencia de una profunda depresión del
mercado interno e indican que el  aumento  de las exportaciones se ha hecho
en  gran parte en rubros formados por  productos  que  en  su  mayoría  son
'commodities' de relativamente bajo valor agregado.  Entre ellos se cuentan
gas    natural,    petróleo,    granos   oleaginosos  y  algunos  productos
agroindustriales  de  elaboración  relativamente  simple,  como  aceites  y
productos de la  industria  láctea.    Los precios internacionales de tales
commodities  sufren  frecuentes  oscilaciones,    lo    que  dificulta  las
predicciones de crecimiento.  A  la  fuerte  disminución  de  la  capacidad
industrial debe agregársele las consecuencias de  la relación estrecha y no
exenta de dificultades con la economía brasileña.    La  combinación de los
factores mencionados redunda en una grave situación social  cuyos  aspectos
salientes son el muy alto nivel de desempleo y el alarmante deterioro en la
provisión de los servicios sociales básicos por parte del Estado.

	A  pesar  de  esta situación desoladora, la Argentina aún posee  un
importante sector académico  constituido  por  investigadores bien formados
que,  aunque desanimados, desamparados  y  envejecidos  por  falta  de  una
suficiente renovación generacional, aún son muy productivos en relación con
las difíciles circunstancias en que les  toca  vivir y trabajar.  Según sus
especialidades, muchos de estos investigadores podrían, en principio, hacer
un aporte al desarrollo de tecnologías vinculadas con sus áreas de trabajo,
pero en los hechos se observa que están casi completamente desvinculados de
la estructura productiva del país.  Ello se relaciona con  su historia:  en
sus  orígenes,  el  desarrollo  de  la  tradición  científica  local no fue
impulsado por  el  desarrollo económico sino por el progresismo intelectual
de algunos próceres del siglo XIX, que tenían la voluntad de transformar la
Argentina  según  la  imagen    de  los  países  más  desarrollados.    Los
científicos, en su casi totalidad, anidaron en algunas de las universidades
nacionales.    En las últimas décadas,  el  sector  creció  financiado  por
diversos organismos del Estado tales como el CONICET.

	La historia de la investigación científica en nuestro país es la de
las luchas, que ya llevan un siglo, por  imponer  la  vigencia de criterios
científicos  modernos en la universidad.  Ciertos grupos de  investigadores
locales alcanzaron niveles  de  excelencia  reconocidos  internacionalmente
como lo demuestran los  premios  Nobel  otorgados,  en  1947,  a Bernardo A
Houssay (Medicina), y en 1970  a  Luis  F Leloir (Química).  En su mayoría,
los científicos argentinos se han sentido integrantes de la ciencia mundial
y han considerado que la producción de  resultados  científicos  de validez
universal era una necesaria contribución del país al progreso de la ciencia
como  valor  universal, lo que constituía una suficiente justificación  del
gasto social involucrado.  Sin embargo, en determinados momentos de nuestra
historia,  buena  parte  de nuestros científicos también ha manifestado una
inclinación por  ponerse  más  directamente 'al servicio del país' de cuyos
recursos se nutrían,  a  través  de  una  mayor  interacción  con el sector
productivo.  Desde los  años 1960 se viene produciendo sobre esto un debate
que de alguna manera aún  no  ha  terminado.   Lo que nadie discute son los
criterios  de excelencia académica y la  visión  de  que  la  presencia  de
numerosos investigadores en cada ámbito académico -tanto los 'básicos' como
los 'aplicados'- es condición necesaria, aunque no suficiente,  para que la
educación  superior  tenga  un  nivel  que  garantice  la  calidad  de  sus
egresados.

	En estos momentos, en los que la crisis del país  es tan profunda y
el Estado está tan carente de recursos que cada uno de  sus  gastos se está
reexaminando  mientras  la  situación  presupuestaria  y  las  obligaciones
financieras exigen más y más  'ajustes',  el  sistema  científico se siente
acorralado como nunca antes y no puede ser ajeno a las graves tensiones del
sector público.  Se ve así obligado  a  reexaminar  su  función  en un país
empobrecido, respondiendo a preguntas tales como:  ¿Debe  relacionarse  más
estrechamente al aparato productivo y trabajar para mejorar el  balance  de
nuestras cuentas?  ¿Cuál es su papel en la formación  de  recursos humanos?
¿Es un lujo que ya no nos podemos permitir o es  una necesidad básica de la
cual no nos podemos privar?

	A  pesar  de  que  desde  el  sector  oficial  se  asegura  que los
organismos  públicos  de  investigación  científica    y    tecnológica  no
desaparecerán, los hechos hacen evidente que  el estímulo a la ciencia y al
desarrollo  tecnológico  está lejos de ser una  prioridad  nacional.    Sin
embargo,  en  forma  paralela, con frecuencia las autoridades  demandan  al
sector científico resultados aplicables directamente a la producción.  Esta
demanda  está  mal  orientada,  ya  que  omite  considerar  que  el  sector
científico  es  solo  una  de las componentes del complejo de factores  que
entran en juego en la adopción de una tecnología productiva.  La otra parte
del difícil  trato,  la  industria  local,  está  demasiado acosada por los
problemas de su supervivencia diaria, lo que le impide más que nunca ser un
demandante dinámico de nuevos  resultados  científicos.  No debe sorprender
por lo tanto que sean  excepcionales los casos de interacción exitosa entre
la 'academia' y la producción.

	La producción industrial argentina se inició a fines del siglo XIX,
aceleró su crecimiento a partir de la  década  de 1930 y se expandió por la
fuerte protección que recibió durante la primera fase  del  peronismo.   El
sustrato  tecnológico  de esta industria fue enteramente empírico, y  contó
con muy poco aporte científico.  Su crecimiento cuantitativo, que se centró
en las industrias de sustitución de importaciones, al abrigo de un discurso
nacionalista y  de  la  búsqueda de la 'independencia económica', coincidió
con un retroceso intelectual de las universidades causado por la injerencia
de la política partidista  en  estas  (aunque  se  destaca  que la CNEA fue
creada en esa época, y,  como  clave  de  su  éxito, en ella no existió esa
injerencia).

	La investigación científica surgió lentamente, sin  relación con el
crecimiento  industrial,  como  resultado a largo plazo  de  las  ideas  de
visionarios como Belgrano y Sarmiento, quienes en las  etapas  iniciales  y
formativas del país fueron los promotores de la ciencia  argentina  y,  con
mucho voluntarismo de su parte, visionarios de la modernización tecnológica
del país.

	En la segunda mitad de los años ´50, mediante el empuje político de
verdaderos próceres  científicos  como  Bernardo Houssay y como reflejo del
auge de la  'gran  ciencia'  en  los  países centrales, algunas autoridades
políticas y universitarias reconocieron,  más  explícitamente que antes, la
importancia de realizar tareas de  investigación  científica  y,  en alguna
medida, intensificaron sus esfuerzos para apoyarla.  De esa época datan los
principales organismos no universitarios de CyT, como el CONICET, el INTI y
el INTA.  Mucho más recientemente se les agregó la CONAE (Comisión Nacional
de  Actividades  Espaciales),  y  se  creó  el  Fontar, para  promover  más
eficazmente  la interacción entre las instituciones de CyT y los  proyectos
de desarrollo tecnológico.  Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones,
y  salvo  excepciones  (sobre  todo  el  INTA  y  el  INTI  que  cumplieron
importantes funciones de extensión y aun de desarrollo con eficacia), estos
organismos no lograron  insertar  a  la  ciencia  con  fuerza en el aparato
productivo nacional, y tampoco  lograron  constituir  un  verdadero sistema
integrado    que    superase  las  barreras    burocráticas    entre    sus
superestructuras.

	Este punto merece ser destacado, debido  a  los frecuentes reclamos
-plasmados en la Ley de CyT recientemente  sancionada- de que se establezca
una política coherente y un 'plan plurianual' para  las actividades CyT del
país.  Habrá que estar atentos a la manera  en que este plan sea formulado,
dado que debería ser mucho más que un mero listado  de  temas sobre los que
se  está  trabajando y más que expresiones de deseo basadas en  prioridades
regionales  definidas  sin  demasiado  rigor.   A pesar de la dificultad de
fijar plazos  a  las tareas de investigación básica, como parte del sistema
de evaluación ese plan debería establecer también metas temporales precisas
y  criterios  de  cumplimiento    de  las  mismas,  además  de  dar  a  los
investigadores  la  seguridad  de  disponer   de  los  recursos  humanos  y
financieros para asegurar tal cumplimiento.

	Debe  notarse  que  en los organismos  oficiales,  entre  ellos  la
Secretaría de Estado del rubro, la C  de  la ciencia está asociada con la T
de  la  tecnología.  Esta confusión existente entre  la  naturaleza  de  la
investigación  científica,  tanto  básica  como aplicada, con la naturaleza
totalmente  distinta  del trabajo de innovación o de desarrollo tecnológico
debe  contarse entre las dificultades que afronta el grupo de instituciones
que  constituyen  el 'sistema' argentino de I&D.  Esta confusión, que pocas
veces  se    hace    explícita    pero    que  tiene  graves  consecuencias
institucionales,  en  parte    proviene    de    un  problema  semántico  y
epistemológico, además de una  concepción  ingenua  acerca  de  la relación
entre sus dos componentes.

	Frente a la coexistencia de  un  número  importante  de  grupos  de
investigación de buen nivel y un  aparato productivo que casi no emplea sus
resultados, es inevitable preguntarse cuáles son los estilos de apropiación
tecnológica  reales  que predominan en los sectores productivos  del  país.
Esto permite poner en evidencia ciertos arraigados errores que  se observan
en  la  conceptualización  del  papel  de la ciencia en ese  proceso.    El
análisis  de  este  asunto  requiere  comparar el proceso de apropiación de
tecnología  por parte de la industria local con los modelos teóricos usados
para  interpretarla,  y  con  lo  ocurrido  en los países centrales, en los
cuales el  proceso de industrialización alcanzó su madurez antes de que, en
las postrimerías del  siglo XIX, la Argentina se insertase plenamente en el
mapa económico del mundo capitalista como proveedor de carnes y granos.

	Como ya se ha  mencionado,  hasta  1930, la industria argentina fue
creciendo  en  forma sostenida a  pesar  de  las  políticas  librecambistas
impuestas desde siempre.  Este proceso  se aceleró cada vez que las guerras
mundiales dificultaron las importaciones, y cuando las circunstancias de la
crisis mundial primero y la segunda guerra mundial después hicieron cambiar
la política económica hacia un proteccionismo poco exigente que  produjo un
desarrollo  industrial  de  características  peculiares.    En  general  la
industria empleó técnicas  y  maquinarias  importadas, aplicando métodos de
innovación basados, sobre todo,  en  poner  la 'viveza criolla' a buen uso,
reciclando  tecnologías y maquinarias para  adaptarlas  a  las  condiciones
locales y, en particular, a las  propias  de  un  mercado interno de tamaño
insuficiente.  Así creció una industria de  'sustitución  de importaciones'
ineficiente  según  las  pautas  internacionales  y  sobreprotegida durante
muchos años.  El número de invenciones o innovaciones  originales aplicadas
en la industria fue muy escaso.  No se le  exigía  calidad, competitividad,
ni  economías  de  escala,  ni  se la motivó para exportar ni  superar  las
generosas barreras de protección que el Estado le brindaba.  Esta industria
se encontró  indefensa  cuando  la  implantación de las políticas liberales
desde mediados de  los  70  abrió  el  país de un día para el otro al libre
ingreso  de  productos  importados.        El    resultado  fue  la  fuerte
desindustrialización  que  culminó  durante  la  década  del  ´90  con  las
privatizaciones de las empresas del sector  público  y  con  las  ventas de
muchas  de  las  empresas  privadas  tradicionales argentinas  a  capitales
internacionales.

(*) La versión original de esta nota fue publicada en Ciencia Hoy
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[]      EL TELESCOPIO ESPACIAL HUBBLE REVELA ESTRELLAS NUNCA OBSERVADAS
	Por Alejandra Sofía (Observatorio Astronómico, UN La Plata)
	asofia@fcaglp.unlp.edu.ar

	Para  su  sorpresa, los astrónomos descubrieron que aproximadamente
	un  tercio  de las estrellas formadas en el halo  alrededor  de  la
	constelación  de  Andrómeda, tienen una antigüedad que va desde los
	6.000  a  8.000 millones de años, a diferencia de la antigüedad  de
	las  estrellas que están en el halo de la Vía Láctea, de  una  edad
	aproximada en los 11.000 a 13.000 millones de años.

	La diferencia entre  esas  edades podría estar en que aparentemente
M31  Andrómeda  debe haber  vivido  una  fusión  mayor  con  otras  grandes
galaxias, o una serie de  fusiones  con galaxias pequeñas, millones de años
atrás.  Los astrónomos aún no  peden  determinar si fue un hecho violento o
una serie continua de sumatorias de pequeñas galaxias.

	Las  estrellas  jóvenes  del halo de Andrómeda  son  más  ricas  en
elementos pesados que las estrellas de la Vía  Láctea  o  de  la mayoría de
galaxias  enanas alrededor de esta galaxia.  El nivel  químico  que  poseen
estas estrellas jóvenes es característico de galaxias masivas que contienen
al menos, un millón de estrellas.

	Esto  ofrece  tres  posibilidades:    las  colisiones  de  galaxias
destruyeron el disco aún  joven  de  M31  lo  cual  dispersó  muchas de sus
estrellas en el halo;   una  colisión  en  particular  destruyó una galaxia
masiva "invasora" y dispersó sus estrellas y algunas del disco de Andrómeda
en el halo y/o varias estrellas se formaron durante la misma colisión.

	Los  astrónomos esperan realizar más observaciones para  determinar
el origen de estos acontecimientos.  La galaxia  de  Andrómeda  está a unos
2.500 millones de años luz de distancia y se  la  puede  observar  a simple
vista en los cielos del otoño;  se la ha considerado muy parecida a nuestra
galaxia  en cuanto a su forma, tamaño y edad.  Este  hallazgo  abre  nuevas
pistas  para comprender cómo se formaron esas galaxias gigantes a través de
sus acciones gravitatorias y luego se devoraron.

	El Dr.  Tom Brown del Space Telescope Science Institute (STScI) dió
a conocer recientemente esta información durante el Simposio llevado a cabo
en dicho Instituto.   Su grupo utilizó la Advanced Camera for Surveys (ACS)
del telescopio Hubble para observar  en  el  halo  de Andrómeda durante 120
órbitas  de dicho telescopio espacial.   Esto  permitió  observar  toda  la
población de estrellas del halo, incluso las más débiles en brillo.

	Hasta  el momento, los telescopios sólo podían  observar  estrellas
muy grandes pero aquellas normales, como nuestro Sol,  estaban  más allá de
nuestro alcance por su debilidad en el brillo.   La  cámara utilizada es la
primera  que  combina  una  visión  nítida  y sensitiva para descubrir  las
estrellas  débiles  del  halo  de  Andrómeda.  Unas 300.000 estrellas jamás
habían sido observadas hasta el momento, en el halo de Andrómeda.

	Más allá de este halo el Hubble revela miles de galaxias a millones
de años luz.    Gran parte de ellas muestran formas especiales debido a las
colisiones.

Más información e imágenes en:
http://hubblesite.org/news/2003/15

///


[]	RASTROS DE UNA CIVILIZACIÓN PREHISTORICA EN NICARAGUA

	Un equipo de arqueólogos  de  la  Universitat Autònoma de Barcelona
	(UAB),  de  la  Universidad  Nacional    Autónoma    de   Nicaragua
	(UNAN-Managua)    y   del  Consejo  Superior  de    Investigaciones
	Científicas  (CSIC)  ha encontrado sólidas evidencias arqueológicas
	de  la  existencia  de  una civilización prehistórica, hasta  ahora
	desconocida, en la selva de la costa atlántica de Nicaragua.

	El hallazgo, que incluye el descubrimiento de petroglifos y de unos
insólitos  centros  de  producción  y  de distribución de monolitos, podría
ampliar los límites geográficos del proceso que originó las ciudades de  la
civilización  maya.   La  civilización  descubierta  desapareció  de  forma
repentina hace unos 1.600 años.

	El  pasado  mes  de noviembre,  un  equipo  de  investigadores  del
Departamento de Antropología Social y de  Prehistoria  de  la  UAB  y de la
UNAM-Managua  presentó  el  descubrimiento  del yacimiento arqueológico  El
Cascal de Flor de Pino, en el municipio  de  Kukra  Hill, en Nicaragua.  El
hallazgo  aportaba  indicios  de la existencia de una antigua  civilización
hasta  ahora  desconocida.    Los  últimos  datos  que  han  obtenido   los
científicos en la campaña de este mes de abril, y fruto  de  seis  años  de
investigación  continua en el bosque tropical húmedo de la costa del caribe
nicaragüense,  con  la  colaboración reciente del CSIC, han dado lugar a la
confirmación de  la  existencia  de esta civilización.  Los científicos han
localizado un importante  número  de yacimientos arqueológicos producto del
poblamiento de la zona entre el año 1500 antes de Cristo y el período de la
conquista europea.

	Los  nuevos  datos  muestran  cómo    las   poblaciones  aborígenes
desarrollaron formas de vida cambiantes en  el  tiempo.    El  aspecto  más
relevante  hace  referencia a la identificación de  la  existencia  de  una
sociedad compleja que existió en la zona durante  cerca de 10 siglos, entre
el año 750 antes de Cristo y aproximadamente el  año  400 de nuestra era, y
que desapareció sin continuidad.

Entre los hallazgos más significativos, destacan:

-El  descubrimiento  de  un  asentamiento con arquitectura monumental y una
evidente estructura  urbana  que centraliza políticamente el poblamiento de
la época en  la  zona.    Este  asentamiento  tiene  una posible necrópolis
asociada.

-El  descubrimiento  de  asentamientos  de  pequeñas  comunidades  aldeanas
dependientes.

-El  descubrimiento  de  arte  rupestre    (petroglifos)   asociado  a  los
yacimientos de este período.

-El descubrimiento de centros de producción especializada y de distribución
de  monolitos,  como  elementos constructivos y demarcadores  del  paisaje,
probablemente de la misma época.

	La  civilización  descubierta  es  similar  a  las  sociedades  que
precedieron a la civilización maya más hacia el norte,  durante  el Período
Preclásico.    Este  hecho  ilustra  que  en  sus inicios, el  proceso  (de
centralización  política)  que  llevó  a la formación de las ciudades mayas
como  Tikal,    Palenque    o  Copán  (en  Guatemala,  Méjico  y  Honduras,
respectivamente) fue mucho  más  extenso  geográficamente  de  lo que hasta
ahora suponían los arqueólogos.

	Hace más de 2.500  años  había  contactos  intensos  e intercambios
entre las poblaciones de la  vertiente  atlántica de América Central, hecho
que  coincidió  en el tiempo con  la  aparición  de  estructuras  políticas
centralizadas y de sociedades con una distribución  desigual de la riqueza.
No obstante, este proceso de "globalización" regional se  rompió durante el
siglo  V de nuestra era.  En el norte,  las  poblaciones  prehistóricas  se
desarrollaron hacia las sociedades mayas clásicas.  En cambio, en  la selva
nicaragüense  los  datos  actuales  indican  un  abandono e incendio de los
asentamientos conocidos,  con la desaparición definitiva de esta sociedad y
la aparición de formas de vida claramente diferentes.

	Durante el mes  de  abril  el  equipo de investigación ha efectuado
excavaciones en el poblado  prehistórico  de  Karoline  y  en  una  de  las
plataformas  del  asentamiento  de  El   Cascal  de  Flor  de  Pino,  ambas
acompañadas de prospecciones de las áreas adyacentes.  Esta intervención se
añade a las realizadas anualmente a partir del año 1998 por la UNAN-Managua
y la UAB, con la incorporación del CSIC  en  el  2002.  Las investigaciones
realizadas  han  contado también con el apoyo económico del  Ministerio  de
Educación,  Cultura  y  Deportes  y  la  Agencia  Española  de  Cooperación
Internacional,  en  el  marco  de  los  Proyectos de Investigación Conjunta
España-América Latina  y  de  la  Convocatoria  de Ayudas para Excavaciones
Arqueológicas en el  Exterior.    También  se ha contado con el apoyo de la
Universidad de la Regiones de la Costa de Caribe de Nicaragua (URACCAN), el
Consejo  Autónomo  de  la  Región   Autónoma  del  Atlántico  Sur,  de  las
autoridades municipales de Kukra Hill, Bluefields  y  Pearl  Lagoon y de la
compañía Kukra Development Corporation.  (UAB, Noticias de CyT)

Información adicional en:
http://www.uab.es/actualitat/notrecerca/nicaragua0503.htm


[]      BREVES DE CIENCIA Y TÉCNICA

 >       MATERIALES  A MEDIDA.  Un grupo de  investigadoras  del  Dto.    de
Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Exactas  y  Naturales de la UBA
han  avanzado en el desarrollo de técnicas que les  permite  modificar  las
propiedades de los polímeros, como la capacidad para atrapar metales  en el
agua o absorber grandes volúmenes de líquido.
	Estamos  hechos  de polímeros y rodeados por ellos.  La mayoría  de
las  sustancias  orgánicas  presentes  en la materia viva, como el ADN, las
proteínas, los  polisacáridos, la madera y el caucho, son polímeros.  Estos
no son más  que grandes moléculas formadas por muchas unidades pequeñas que
se repiten, llamadas monómeros.    Pero  también  hay polímeros sintéticos,
como los plásticos, las fibras,  los  adhesivos,  el vidrio y la porcelana.
Estos materiales han ido reemplazando los  compuestos  naturales,  como  el
papel, la madera y el metal.
	"Lo que hacemos es sustituir partes de  la  molécula  de  manera de
insertar  heterociclos,  y tratar de ver su posible  utilidad  como  nuevos
materiales  por sus propiedades reológicas, es decir, dureza, flexibilidad,
absorción  de  agua,  posibilidad de complejación", afirmó Norma D'Accorso,
una de las investigadoras de la FCEyN dedicadas a la síntesis de polímeros.

Un informe más detallado se puede consultar en el sitio Noticias de la FCEyN:
http://www.fcen.uba.ar/prensa

 >       NUEVA PARTÍCULA  SUBATÓMICA.    Un  equipo  de físicos encontró una
nueva partícula subatómica:   Ds (2317).  La nueva integrante de la familia
subatómica ha nacido para  cuestionar  lo  que  la  teoría había previsto a
cerca de cual debería ser su masa y tiempo de vida.
	Marcello Giorgi de la Universidad  de  Pisa  (Italia) y su grupo de
investigación  se  topó con la extraña  partícula  luego  de  que  hicieron
estrellar en el Standford Linear Accelerator Center  (SLAC)  de  California
(Estados  Unidos)  electrones  y  positrones.  El detector  hizo  el  resto
registrando  las partículas creadas como resultado de la colisión.    Allí,
entre los restos, estaba Ds (2317), la nueva vedette de la física, que está
formada por un quark y un antiquark.
	"La partícula que se encontró tiene una vida media mucho más  larga
-algo menos que un millonésimo de segundo- y una masa bastante más  baja de
lo  que  se  esperaba  teóricamente,  a  tal  punto  que  hace dudar de que
realmente sea lo que se esperaba", comentó el físico Ricardo Piegaia, de la
Facultad de  Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.  "O está mal la teoría
o se ha encontrado un bicho distinto que nadie esperaba".

Para mayor información:
Suplemento Futuro de Página 12 del 10/5/03
Physical Review Letters
http://prl.aps.org/
http://www.slac.stanford.edu/slac/media-info/20030428/

 >       TANDIL APUESTA AL  SOFTWARE.  La Universidad Nacional del Centro de
la Provincia de Buenos  Aires  (UNICEN)  firmó  hace  un  par  de  meses un
convenio con la empresa Idea  Factory Software en el marco del cual comenzó
a funcionar en el Campus de  Tandil  el  primer  Cluster  Tecnológico de la
Argentina.
	El emprendimiento implicará una inversión inicial de  2 millones de
pesos  y, según Ernesto Krauchick, presidente de Idea  Factory,  se  espera
alcanzar  "durante los primeros 18 meses, el primer millón  de  dólares  en
facturación".    De  esta  forma,  la incubadora de empresas de  la  UNICEN
impulsa  un emprendimiento que desarrollará desde el centro de la Provincia
de Buenos Aires software de calidad competitiva para exportar a los grandes
consumidores de tecnología del mundo.
	El  hecho de que la empresa haya puesto los ojos en Tandil está  en
estrecha vinculación con  el  nivel académico y científico del Instituto de
Sistemas Tandil (ISISTAN) de  la Facultad de Ciencias Exactas de la UNICEN,
reconocido a nivel internacional.  "Nosotros, que estamos tratando de crear
una fábrica de software -dijo el  presidente  de  Idea-,  vinimos  a lo que
consideramos la mejor escuela de sistemas de la República Argentina".
	Antes  de  firmar  el  convenio con la  UNICEN,  Ernesto  Krauchick
manifestó:  "en Idea Factory tenemos un sueño:    que  Argentina  pueda ser
conocida en el mundo por la excelencia de su  desarrollo  de software".  En
este sentido insistió en su deseo de convertir a este  país en el principal
competidor  de  la  India  en  el  mundo.   "Tengamos en cuenta  -dijo-  la
dimensión  de  lo  que  estamos  diciendo,  ya que la India exporta 10  mil
millones de  dólares sólo de desarrollo de software".  Una cifra aproximada
al total de  las  exportaciones  argentinas.    "Queremos  ser el principal
competidor de la India  y  que Tandil se convierta en el Polo de Desarrollo
Tecnológico que compita con Bandhalor  en  la  calidad  de  su  software  y
reconocimiento internacional", concluyó.

 >	ALACRANES PELIGROSOS.  Los científicos del Instituto de Biología de
la  Altura  (Inbial),  dependiente  de  la Universidad  Nacional  de  Jujuy
elaboraron un informe que los medios jujeños se  ocuparon de difundir sobre
el real peligro de los alacranes que se encuentran en la Provincia de Jujuy
y que preocupa a los pobladores.
	Según  los  investigadores, la especie dominante en San Salvador de
Jujuy  se  denomina  Tityus  argentinus,  cuyo  veneno no es mortal.   Está
ampliamente  distribuida  en  el  centro  de  la  ciudad  y  en los barrios
periféricos.
	Sin  embargo, la población se vió conmovida por el caso de picadura
registrado en  la  zona  del  Ramal.    Allí,  como  en  las localidades de
Libertador General San  Martín  y  San  Pedro  de  Jujuy,  se  recolectaron
ejemplares de la especie Tityus confluens.  Según determinó el especialista
Luis Acosta, de la Universidad  Nacional de Córdoba, Tityus confluens es un
escorpión ampliamente distribuido en la región  chaqueña  de la Argentina y
el Sur de Bolivia y se lo reconocer por tener el dorso oscuro y las patas y
extremo  del  abdomen amarillentos, a diferencia de Tityus  argentinus  que
presenta un color marrón.
	Los  escasos  antecedentes  de  accidentes provocados por el Tityus
confluens hacen necesario el estudio sobre la peligrosidad real o potencial
del veneno de este escorpión.  Para ello el Inbial envió  material  vivo al
Instituto  Malbrán  (Buenos  Aires)  a  fin  de analizar la composición del
veneno de estos arácnidos que tanto temor están causando a la población.
	Es de  destacar  que  la  en  provincia de Jujuy, no se registró la
especie Tityus trivittatus,  distribuida  en  la  zona central del país que
llega hasta la provincia  de  Tucumán,  cuyo  veneno  es  sumamente  tóxico
pudiendo provocar la muerte.
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      ///////////////// FIN DE LA SEGUNDA SECCION  \\\\\\\\\\\\\\\\\
      \\\\\\\\\\\\\\\\ CONTINUA EN TERCERA SECCION /////////////////

Educyt, semanario de noticias de Educacion, Universidad,  Ciencia y Tecnica
Editores  responsables:    Fernando  Demarco  y  Carlos  Borches

E-mail:  educyt@de.fcen.uba.ar


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