Asunto: SINERGIA y la crisis de la UBA De: "SINERGIA" Fecha: Mie, 13 de Diciembre de 2006, 4:54 pm Todo cambio que tenga la intención de ser duradero tiene dos enemigos. Los reaccionarios y los falsos Mesías. Los primeros porque en su afán de mantener su nicho harán lo posible para evitar el cambio. Los segundos porque ya sea con falsos discursos o promesas irrealizables, conducirán la voluntad de cambio hacia el fracaso, buscando su propio provecho en ese camino. Desde SINERGIA creemos que en el mundo de la política Universitaria se mezclan: poder, ideales, intereses particulares, intereses comunitarios, intereses partidarios, diferentes concepciones de la universidad y de su relación con la sociedad, así como infinidad de circunstancias particulares. Y de esa forma no es fácil ver todas las implicancias de las posturas y discursos de los diferentes actores políticos. Sin embargo creemos que en el conflicto actual que atraviesa la UBA, hay ciertas actitudes que son claras. Para nosotros los diferentes sectores que apoyaron la candidatura de Alterini son, en mayor o menor grado, la expresión de la política reaccionaria. Ellos defienden, por sobre los intereses de la comunidad, sus propios intereses económicos y políticos. Utilizando los espacios de poder y decisión que la sociedad delega a los miembros de la comunidad universitaria en pos de su exclusivo provecho, y por ende, se oponen a cualquier intento de cambio. Sin embargo la FUBA, en su aparente inflexible cruzada contra los sectores más reaccionarios: esconde falacias, inconsistencias e intereses que, creemos, no se apartan mucho de lo que dicen combatir. Creer que el cambio se logra sólo con consignas vacías y el uso de la fuerza como forma de lograr las cosas sin tener detrás un proyecto serio y viable conduce al fracaso del cambio. Ese fracaso, a su vez, fortalece las estructuras actuales y la inacción e indiferencia por parte de la sociedad en un futuro intento de cambio. *La Historia* Hace poco más de un año se renovaron todos los consejeros directivos de los tres claustros de todas las facultades. Por voto indirecto se fueron renovando los decanos y el Consejo Superior hasta llegar al momento de elegir rector. En todos los claustros, resultó victoriosa una alianza de radicales, peronistas y figuras de la derecha del espectro político. De esta forma obtuvieron las tres mayorías de Claustro en Consejo Superior. Así, y con el voto de Minoría de Profesores de Exactas, el Shuberoffismo recuperó las tres mayorías de cada claustro. Fue en ese momento cuando gracias al masivo rechazo por gran parte de la sociedad y la mayoría de la comunidad universitaria, junto a la movilización y toma del Nacional Buenos Aires por parte de los estudiantes y la FUBA, se impidió la elección de Alterini como rector. Así también se dió tiempo a que en paralelo un grupo de consejeros y decanos recientemente electos, que contaban con respaldo en Ciencias Sociales, Arquitectura, Filosofía y Letras y Exactas, elaborasen un programa claramente opuesto al programa reaccionario de Alterini, Shuberoff, y compañía. Este programa alternativo, que impulsaba a Alberto Kornblihtt como candidato a rector, y que incluía entre otras cosas el reclamo por más presupuesto, la discusión de la reforma de estatuto, la oposición a la existencia de los ad-honorem; y demás puntos planteados por la FUBA y por los demás sectores que se oponían al Shuberoffismo, contó con nuestro apoyo activo desde su génesis. (ver www.forodeexactas.com.ar/rectoruba2006 ) Sin embargo, pese a que el proyecto era de indiscutible oposición al modelo Shuberoffista de Universidad, y que coincidía en la mayoría de los puntos solicitados por la FUBA, la misma se negó a aceptarlo porque no encajaba con su plan de lucha. Este proyecto, que para nosotros era claramente distinto, no logró alcanzar el apoyo necesario fuera del grupo de consejeros de Exactas, Filosofía y Letras, Sociales y Arquitectura, quienes hicimos lo posible para impulsarlo. Luego de esto, y ante la imposibilidad de alcanzar una salida a la crisis, se organizaron infinidad de discusiones y negociaciones para destrabar el conflicto. Negociaciones de las cuales, al menos parte de la conducción de la FUBA participó activamente. Hoy después de un año y varios intentos de acuerdo frustrados, un grupo mayoritario de asambleístas (tanto profesores, graduados como estudiantes) pro y anti-shuberoffistas llegaron a un acuerdo del cual ni nosotros ni la FUBA participa. Aunque este acuerdo lleva como consignas gran parte de los reclamos que originalmente sostenía la FUBA, incluidos por la participación en el acuerdo de sectores anti-shuberoffistas, y no de la FUBA, también es cierto que muchos de los actores hoy presentes en el acuerdo afirmaban sostener la mayoría de estos puntos cuando alzaron a Jaim Etcheverry como rector de la UBA en 2002, y estos nunca fueron llevados a la práctica. *¿Por qué no apoyamos el acuerdo?* Porque creemos que si bien es un avance respecto a la situación inicial, el acuerdo no alcanza a representarnos, ya que el mismo incluye actores con quienes no estamos dispuestos a trabajar debido a que materializan un modelo de universidad que no compartimos y procuramos modificar (como Juan Carlos Mas Velez, ex Sec. General de Shuberoff; o Alberto Barbieri, Decano de Económicas que apaña a la Franja Morada, una agrupación que ha materializado sus persecuciones políticas en golpizas). Sin embargo, no creemos que éste sea argumento para jugar a todo o nada. Entendemos que cualquier intento serio de lograr un cambio debe incluir instancias de diálogo y negociaciones en el buen sentido de la palabra. En esta ocasión, como en muchas otras, disentimos con las mayorías de Profesores y Graduados de nuestra Facultad (con las que compartimos un proyecto de gestión), que sí han aceptado el acuerdo. Pero creemos que nosotros debemos expresar nuestro disenso, con un proyecto claro, a pesar de saber que nuestra postura es minoritaria dentro de la Asamblea.Tal como lo hicimos al dar quórum (sabiendo que íbamos a perder) para que sesionara el congreso ordinario de la FUBA, tal como lo hicimos cuando presentamos nuestra propia lista para Consejo Superior, mostrando una alternativa a la conducción estudiantil afín al Shuberoffismo, así como una alternativa a la conducción estudiantil de la izquierda partidaria. Creemos que aceptar el desafío de la democracia es una gran responsabilidad que debe incluir de manera balanceada, por un lado el esfuerzo en la lucha contra los intereses mezquinos y particulares que se esconden tras la fachada del modelo, y por otro el respeto por el diálogo, la necesidad de los acuerdos como manera de salvar las diferencias, y aceptar que cada uno debe hacer el mayor esfuerzo posible desde su posición, pero considerando la opinión de la comunidad universitaria. Sin embargo, creemos que la Asamblea en estas condiciones debería realizarse en espacios abiertos, con un debate de cara a la sociedad, sin policía ni restricciones más que las dadas por el propio lugar de reunión, al ingreso y permanencia a las personas que quisiesen presenciar su desarrollo. Debe ser un lugar de debate y discusión, para poder transformar realmente la Universidad, y no simplemente elegir una figura administrativa. Tampoco creemos que haya sido correcta la forma en que se convocó a la Asamblea, en un Consejo Superior secreto al cual varios de sus miembros (como los consejeros de las minorías estudiantiles, que responden a la FUBA) no fueron invitados, pero tampoco creemos que sea mediante la violencia física o las amenazas que se vaya a resolver la crisis de la Universidad. Por estas dos causas no asistiremos a la Asamblea convocada para el día 18 de Diciembre en el Congreso de la Nación. Invitamos a la comunidad universitaria (docentes, graduados, estudiantes y no docentes) y también a la sociedad entera a expresar su opinión de modo no violento el mencionado día en la Plaza del Congreso. No creemos, como pretenden algunos, que la salida a esta situación sea ir a asaltar con violencia la sede del Congreso para que la televisión y los diarios se nutran de imágenes de compañeros ensangrentados, de modo de obtener luego rédito político de un premeditado y lamentable espectáculo. Creemos que la salida de esta crisis es a través de una reformulación de cuál es el rol de la Universidad. Debemos elaborar una lista de necesidades seria y justificada que lleven a un reclamo presupuestario fuerte, de modo de aumentar el numero de docentes rentados y también incrementar los gastos en funcionamiento, infraestructura, ciencia, extensión y becas. En necesario hacer un relevamiento de las necesidades reales de cargos docentes para que la universidad funcione correctamente, propiciando la docencia con dedicación exclusiva y semiexclusiva en todas las Facultades, y también de los cargos que actualmente dispone la UBA, de modo de llamar a concurso la diferencia entre lo necesario y lo que ya tenemos. De este modo, tendremos docentes que hayan sido seleccionados por necesidad y aptitud en lugar de amiguismos, o buena letra. Es absolutamente necesario transparentar el uso de los recursos económicos a todos los niveles institucionales, haciendo especialmente énfasis en los recursos propios de cada facultad que suelen ser usados a total discreción y sin rendir cuentas. Hay que llegar a un consenso de manera que las facultades reformulen sus planes de estudio para que el título de grado incluya todos los contenidos necesarios para la completa formación de los alumnos. Debemos luchar por que todos los postgrados de tendencia académica y aquellos que la Universidad considere necesarios sean gratuitos. Democratizar la UBA no pasa sólo por rever las proporciones de representación en sus órganos de gobierno, sino que esa es sólo una de entre las múltiples cuestiones a discutir en la vida política de la UBA. La falta de democracia se ve ya en las aulas, donde en general no se enseña a cuestionar y pensar los modelos que se nos imponen. Hoy debemos repensar, por ejemplo, si las estructuras de cátedras profundamente verticalistas son las adecuadas para impulsar un cambio, o si necesitamos nuevas que se adapten a las necesidades de la sociedad de hoy. Es necesario regularizar la planta docente de la UBA, e impedir que sean los Decanos, con acuerdo de los Consejos Directivos, los que tengan la potestad de nombrar docentes interinos sin ningún tipo de selección o llamado, y que en muchos casos terminan siendo sus amigos, cosa que afortunadamente en Exactas no sucede. Creemos en una Universidad que cumpla un rol transformador en la comunidad, que se plantee como meta reducir las desigualdades existentes a través de la creación de conocimiento y su transferencia a la sociedad. Debemos formar personas que sean capaces profesionalmente u originales como investigadores, pero que también estén dispuestos a servir a la sociedad en vez de a intereses individuales, que posean un espíritu crítico, proveyéndolas de elementos que les permitan resolver las problemáticas que las rodean y respetando la identidad cultural de la sociedad de la que forma parte. Salvar a la UBA hoy implica un cambio de las estructuras de relaciones que nos lleven a tener una Universidad vinculada con la sociedad, creadora de conocimiento, donde se fomente un pensamiento crítico y reflexivo hacia el mundo que nos rodea, y que pueda encaminarse hacia una Universidad transformadora del ambiente que la rodea, de modo de superar las desigualdades sociales hoy existentes, y no un simple acuerdo entre asambleístas para elegir rector. Esta otra Universidad, no va a llegar hasta que sea la mayor parte de la comunidad universitaria la que la respalde, y la que forme parte de ella, y trabaje para buscarla. Porque sólo cuando todos los que formamos parte de la Universidad la sintamos como propia, este otro proyecto se va a poder cristalizar. Porque aquí nadie hablaría desde arriba y todos dirían desde abajo, porque la palabra de uno valdría lo mismo que la palabra de otra, y así, construyendo con palabras que vienen desde lugares distintos tendríamos más que la simple suma de esas palabras. En este otra forma de construcción no gana uno sino ganan todos, y así, para ganar no debemos hablar sino escuchar. Claramente la actual crisis de la UBA no es un problema de elección de un rector, ésa es únicamente la cara visible. El verdadero problema esta en las prácticas políticas, y eso se cambia con un trabajo constante todos los días del año. Hoy la comunidad universitaria debería levantar su voz en alto y empezar a debatir puertas afuera, qué Universidad queremos. Es éste el camino para refundar la Universidad y no el de un acuerdo de consejeros. Invitamos a todos y a todas a recorrer este otro sendero para llegar a esta otra Universidad. SINERGIA AGRUPACIÓN.INDEPENDIENTES.EXACTAS www.sinergiaexactas.com.ar sinergia@sinergiaexactas.com.ar Agustín Petroni (bio),Agustín Sanguinetti (bio), Alejandro Di Luca (atmo), Augusto Bruno (fís), Cecilia Fameli (bio), Cynthia Fernández (quim), Diego Quesada (bio), Esteban Beckwith (bio), Esteban Ithuralde (quím), Federico Robledo (atmo), Gabriela Ramírez (bio), Gastón Galanternik (alim), Guido Corallo (bio), Guillermo Bernabó (bio), Ionatan Perez (fis), Isabel la Rosa (Bio), Javier Martínez Viademonte (comp), Javier Zorrilla de San Martín (bio), José Manuel Jaramillo Ortiz (bio), José Orlicki(comp), Juan Kamienkowski (fís), Laura Cacheiro (mat), Laura López (fís), Lía Vizzotti (bio), Lorena Bourg (comp), Luciana Lucchina (bio), Nicolás Kamienkowski (bio), Noelia Lonné (bio), Pablo Fazio (bio), Pablo Núñez (bio), Verónica Lozano (bio) y los que quieran sumarse.