FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES

 

Acta de la Sesión Extraordinaria del 2 de junio de 2010

Versión Taquigráfica

 

Presidencia del Decano: Jorge Aliaga

 

 

CLAUSTRO DE PROFESORES

 

REBOREDA, Juan Carlos

CALVO, Juan Carlos

PAZ, Juan Pablo

BURTON, Gerardo

ROMANO, Arturo

CEBALLOS, Nora

DURAN, Ricardo

GALLO, Carola

 

CLAUSTRO DE GRADUADOS

 

LAPLAGNE, Santiago

FERNÁNDEZ SLEZAK, Diego

PETRONI, Agustín

DE CRISTÓFORIS, Pablo

 

CLAUSTRO DE ESTUDIANTES

 

VISSANI, Ignacio

LUDA, Marcelo

NIETO MORENO, Nicolás

ADILARDI, Renzo


 

SUMARIO

 

 

apertura de la sesión extraordinaria.. 3

punto 1.- Despacho de la comisión de interpretación y reglamento.. 3

finalización de la sesión.. 41

 


 

 

  - En Buenos Aires, el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, reunido su Consejo Directivo, a 2 días de junio de 2010, a la hora 17 y 18:

 

apertura de la sesión extraordinaria

 

Sr. DECANO.- Queda abierta la sesión extraordinaria del Consejo Directivo prevista para el día de hoy.

 

punto 1.- Despacho de la comisión de interpretación y reglamento

 

Sr. DECANO.- Corresponde discutir los proyectos elaborados, con relación a la acreditación de las carreras de la Facultad.  Se han emitido varios despachos de comisión.

            Quiero aclarar que el tratamiento que se va a dar a los proyectos es el siguiente: en primer lugar se considerará el despacho de mayoría, que deberá ser tratado en general y en particular y la finalización del tratamiento se cumplirá al aprobar en particular el último artículo. 

            Comenzamos con la lista de oradores. Vamos a pedir que se hable en el micrófono móvil para que los consejeros puedan hacer uso de la palabra y sus palabras puedan ser registradas por los taquígrafos.

            Tiene la palabra el consejero Reboreda.

 

Sr. REBOREDA.- En primer lugar, quiero adelantar mi posición para el tratamiento en particular del proyecto 1.1.1. Los considerandos y el artículo que figuran como proyecto 1.1.2, en realidad, son considerandos a agregar en cada caso en el proyecto 1.1.1 y el artículo que figura con el número 6° pasaría a ser Artículo 9°.

            Aprovecho que estoy en uso de la palabra para argumentar mi posición respecto de la votación del proyecto 1.1.1.

Tal como expresé públicamente junto con otros consejeros de la mayoría de profesores, tanto en general como en particular, así como en los vistos y considerandos –y en los considerandos que se incluyan en el momento del tratamiento en particular– voy a votar a favor. Pero mi voto no responde a una opinión personal sobre la conveniencia de las acreditaciones de las carreras de grado. (Silbidos). No tengo inconveniente en decir, además he manifestado públicamente, que mi voto ha sido a favor de la acreditación de las carreras de interés y de los posgrados. Sin embargo, mi posición es la de respetar la decisión de la mayoría de los estudiantes y de los graduados. (Aplausos).

            Como decía, voy a apoyar el proyecto 1.1.1, que es el proyecto básicamente presentado por el Decano a pocos días de conocerse el resultado de la consulta.  Finalmente, fue presentado por la mayoría de estudiantes y apoyado por un conjunto de profesores de la mayoría. El proyecto refleja la opinión mayoritaria de la comunidad en cada una de las preguntas.  Los artículos 1° a 4° se refieren a las preguntas 6.a) y 6.b) y el Artículo 5°, a la pregunta 7, y los demás artículos están relacionados con otras preguntas de la consulta: la1, 2 y 3 que, para mí, son importantes, porque en ellas los tres claustros se manifiestan a favor de que el Estado evalúe a las universidades públicas.

Entonces, como ya adelanté, mi voto va a ser a favor de la no acreditación del grado y ese voto determina mi posición a favor de la no acreditación de los posgrados. 

Nuevamente, considero que es correcto acreditar los posgrados, pero me parece que sería deshonesto de mi parte estar votando a favor de la no acreditación de carreras como Química, Geología y Computación y, al mismo tiempo, mirar para otro lado y continuar acreditando las carreras de posgrado que, de hecho, se vienen acreditando desde 1999.

A su vez, como ya expresaron algunos consejeros, el tema de la acreditación, a nuestro entender, no es un tema central en el modelo de facultad que queremos y espero que la resolución de este tema nos permita dar un debate más profundo y honesto sobre cuáles son los problemas académicos que tiene nuestra Facultad: discutir los planes de estudio; discutir sobre la alta deserción que existe en las carreras de grado; discutir las razones por las cuales las carreras de grado duran bastante más de lo que uno espera que duren, etcétera. (Aplausos).

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero De Cristóforis.

 

Sr. DE CRISTÓFORIS.- Voy a leer algunas palabras que escribimos desde ConCiencia Crítica, como minoría de graduados en este Consejo Directivo.

            La defensa de la universidad pública, gratuita, científica y democrática ya tiene un nuevo hito en nuestra facultad. En este caso se trata de la lucha contra la CONEAU, creada por la Ley de Superior menemista y aplicada por todos los gobiernos posteriores, incluido el actual. Recogiendo las mejores tradiciones de lucha de la historia de la FCEN, desde el movimiento docente y estudiantil dimos un duro golpe a esta iniciativa creada para favorecer la mercantilización de la educación degradando la universidad pública. No es la primera vez. Ya en 1995, Exactas fue la facultad donde se inició un plan de lucha nacional, primero contra la sanción de la Ley de Educación Superior y luego contra su aplicación. Así se logró en 1996 el fallo judicial aún vigente donde el juez Marinelli declaró inconstitucional a la ley propuesta por el Banco Mundial. El menemismo, que hasta ese momento venía imparable, no pudo imponer su Ley en la UBA. Entonces trató de comprarnos implementando el FOMEC. Este programa financiado también por el Banco Mundial ofrecía plata a cambio del disciplinamiento político y académico. La respuesta ejemplar de nuestra facultad llegó en 1998, también en forma de plebiscito para docentes, graduados y estudiantes. Para sorpresa de muchos, la mayoría rechazó el FOMEC a pesar de ser la facultad que más plata había recibido. "Son unos desagradecidos", manifestó en aquel entonces la ministra de Educación Decibe, antes de dar de baja el programa en todo el país.

Hace nueve meses la acreditación de las carreras de grado ante la CONEAU parecía imparable. Hoy resulta políticamente inviable. Luego del plebiscito donde el 92% de los docentes, graduados y estudiantes rechazó la acreditación ante la CONEAU, las perspectivas de este organismo en la FCEN se han derrumbado. En este sentido, corresponde rescatar todo el proceso que permitió invertir la situación.

Podemos decir que este camino se inició el martes 20 de octubre de 2009. Ese día ocurrieron tres hechos relevantes:

1) Al cerrar la fecha de presentación de listas para las elecciones del Claustro de Profesores con una única lista oficialista, ADU, el decanato se aseguraba el control del Consejo Directivo por cuatro años independientemente de lo que votara cualquier estudiante, graduado o profesor. Gracias a un Estatuto Universitario profundamente cuestionado y antidemocrático, el sector más favorable a la acreditación parecía tener controlada la situación.

2) Desde el oficialismo se convocaba para ese mismo día a una charla sobre la acreditación de la carrera de química, dejando claro cuales eran sus objetivos al respecto.

3) Sabiendo lo que estaba en juego, desde conCiencia Crítica como parte de la minoría de Graduados, comenzamos a elaborar ese mismo día una propuesta de plebiscito sobre la CONEAU de formato similar al de 1998 con el FOMEC. El razonamiento era simple. Con el gobierno nacional impulsando la acreditación junto con las autoridades de la Facultad, la única forma de oponerse era desplegando la democracia y el protagonismo del conjunto de los docentes y estudiantes de la FCEN.

Desde el vamos el decanato se negó de plano a realizar cualquier plebiscito. Con soberbia el consejero de ADU Juan Pablo Paz afirmó "nosotros manejamos la Facultad". Pero también había muchas dudas dentro del movimiento docente y estudiantil sobre si era posible o no realizar el plebiscito y ganar a la mayoría para rechazar a la CONEAU: "¿Qué hacemos si perdemos el plebiscito? Mejor hagamos una declaración de denuncia bien contundente" -planteaban algunos. Más allá de las dudas iniciales el camino del plebiscito comenzó a fortalecerse gradualmente. Un punto de inflexión en este proceso fue la asamblea interclaustros del jueves 12 de noviembre de 2009 donde se decidió movilizarse al Consejo Directivo para exigir se frene el proceso de acreditaciones hasta tanto se realice un plebiscito para decidir sobre la CONEAU. En la sesión del Consejo Directivo del 16 de noviembre, ante más de 200 estudiantes y docentes movilizados, las autoridades de la Facultad volvieron a negarse a realizar un plebiscito. Frente a esto, los docentes y estudiantes permanecimos pacíficamente en el decanato durante tres días y solo nos retiramos ante el compromiso del Decano de no acreditar ninguna carrera durante el receso de verano y de realizar una consulta a los claustros. Desde ese momento el plebiscito fue abrazado por todos los sectores, agrupaciones y corrientes políticamente independientes del decanato. Desde ese momento las perspectivas de la CONEAU en la FCEN comenzaron a oscurecerse en forma irremediable.

Sin embargo, todavía faltaba superar varios escollos. Desde el decanato se tomaron varios meses para hacer público su plan. La propuesta de plebiscito para decidir fue rebajada primero a una consulta no vinculante. Luego se la degradó a una encuesta totalmente tendenciosa, ambigua y confusa. Se resistían a aceptar una decisión democrática de la mayoría. Peor aún, ante las críticas recibidas y el rechazo general que amenazaba con una abstención importante, la única corrección que atinaron a hacer fue declarar la consulta "obligatoria tanto para estudiantes y profesores como para graduados empadronados". A los defectos de la propuesta le agregaron un carácter coercitivo sin precedentes. Pero fracasaron.

Fracasaron a pesar de las maniobras y las presiones del decanato, porque desde la AGD y el CECEN resolvimos organizar un plebiscito ejemplar que superó en masividad y contundencia al que en 1998 había organizado el Consejo Directivo sobre el tema FOMEC. En este plebiscito de la AGD y el CECEN participaron 2000 votantes, en aquel organizado por el Consejo Directivo, 1500. En el plebiscito sobre la CONEAU el rechazo fue del 92% mientras que en el que terminó con el FOMEC, el rechazo había sido del 54%. El día 7 de mayo de 2010 con la culminación del plebiscito, la CONEAU en la FCEN había recibido un golpe político del que nunca se recuperaría.

Durante todo el debate alrededor de la CONEAU se puso en discusión cuestiones muy profundas sobre el rol y el sentido de la universidad pública. Sin embargo en todos estos meses tanto ADU, la lista única de Profesores, como Sumatoria, su apéndice en Graduados, fueron incapaces de tomar una posición clara y explícita sobre la CONEAU. Ni antes, ni durante ni después del plebiscito y la consulta. Esta falta de coherencia política quedó explícita la semana pasada. La presión de la movilización docente y estudiantil dejó expuesta la fractura de ADU. Desoyendo la decisión democrática del conjunto, el grupo mayoritario de ADU formado por 8 Consejeros Directivos entre los que se encuentran los sectores más liberales y conservadores, presentó un proyecto para acreditar las carreras de Química y de Geología.

Afirman que es necesario cumplir la Ley pero ocultan que esta ley menemista ha sido declarada inconstitucional por ser violatoria de la autonomía universitaria, en un fallo judicial vigente.

Insisten en que la CONEAU será un límite a las universidades truchas pero no pueden explicar cómo acreditaron las carreras de Arquitectura de la Universidad de Palermo, de la Universidad de Belgrano y hasta la UFlo –la Universidad de Flores. Deslizan que no acreditar traerá consecuencias negativas para los títulos de nuestras carreras pero no pueden explicar cómo la carrera de Arquitectura de la UBA que nunca aceptó acreditar sigue siendo la más prestigiosa y numerosa de la Argentina. Hablan en nombre de los futuros graduados que se verían afectados por no acreditar pero fueron justamente los estudiantes de todas las carreras los que se expresaron con mayor contundencia sobre la CONEAU. (Aplausos).

Más allá de todas estas argumentaciones inconsistentes, quienes hoy voten en contra de la decisión democrática de la mayoría deberán asumir la responsabilidad de cualquier crisis política que se genere en la FCEN entre el órgano de gobierno y la base a la que deberían representar.

Precisamente, debido a las consecuencias imprevisibles de avanzar con la CONEAU en estas circunstancias, un grupo de 4 consejeros directivos de ADU anticipó su voto contra la acreditación. Increíblemente, Sumatoria, la mayoría de Graduados eternamente alineada con el decanato mantuvo hasta hoy un silencio estruendoso sobre la cuestión de fondo: la acreditación o no ante CONEAU. Ni los seis meses de intenso debate ni los contundentes resultados del plebiscito y de la encuesta ni el reclamo de sus propios simpatizantes para rechazar la CONEAU, lograron despertar a Sumatoria de su desconcierto ante la fractura de ADU. Desnudada por sus serias dificultades para tomar decisiones en forma autónoma, la situación de Sumatoria bordeó el ridículo.

Desde conCiencia Crítica como parte de la minoría de graduados compartimos la felicidad de haber dado esta batalla junto a todos los docentes y estudiantes independientes de las autoridades que se atrevieron a enfrentar el orden establecido. Estamos convencidos de que con la democracia y el protagonismo del conjunto podemos hacerle frente a cualquier injusticia, a cualquier autoritario.

Muchas gracias. (Aplausos).

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. DE CRISTÓFORIS.- Por último, quiero pedir la palabra para Federico Holik, docente y miembro de Entre Todos quien, si en este Consejo Directivo se permitiera una distribución mínimamente proporcional de los consejeros, hoy debería estar sentado acá porque obtuvieron más del 20 por ciento de los votantes en las últimas elecciones en el Claustro de Graduados y como ellos también formaron parte de la lucha creo que tienen merecida la palabra.

 

Sr. DECANO.- Hay consejeros anotados para hacer uso de la palabra.

 

Sr. DE CRISTÓFORIS.- Es una moción de orden y se tiene que votar

 

Sr. DECANO.- Hay una moción de orden del consejero De Cristóforis de otorgar el uso de la palabra al docente Holik.

Se va a votar.

 

- Se vota y resulta afirmativa.

 

Sr. DECANO.- Por nueve votos por la afirmativa, cinco por la negativa y dos abstenciones, queda aprobada la moción.

Tiene la palabra el docente Holik. (Aplausos).

 

Sr. HOLIK.- Ante todo, gracias al Consejo Directivo por cederme la palabra.

            Quiero saludar esta importante movilización que hemos desarrollado a lo largo de casi más de un año y medio de debate. Voy a ser breve, pero quiero decir que nosotros, desde la Lista Violeta, en conjunto con la AGD y el CECEN siempre nos preocupamos por salir a dar el debate con la gente. Siempre nos preocupamos por pasar por los laboratorios, por impulsar asambleas, por coordinar con el Centro de Estudiantes, para informar a la gente, para explicarle lo importante que es el tema de las acreditaciones y las implicancias que han tenido a nivel nacional; también las implicancias que ha tenido la aplicación de la Ley de Educación Superior, primero durante los años de menemismo, y después las implicancias nefastas que tuvo y tiene para la educación pública entre los años 2001 y 2010.

            Esta lucha que hemos dado es muy importante; quiero resaltar que fue muy importante la organización del plebiscito coordinado por la AGD y el CECEN, para salir a dar este debate con todo el mundo, para discutir con la gente de los laboratorios, en la pasada por los cursos y en las charlas que hemos mantenido, mucho antes de las jornadas de debate que organizaron, en mi opinión, bastante tarde desde la gestión.

            Por otra parte, quiero remarcar la importancia de que la conducción de la AGD –y celebramos el acompañamiento del CECEN– haya salido a participar en la consulta organizada por la gestión de Aliaga. Si bien teníamos importantes reservas y críticas con respecto a esa consulta, aún así decidimos participar. ¿Por qué decidimos hacerlo? Porque confiamos en el debate, porque confiamos en la gente; nosotros vamos de cara a la gente, con la verdad; no tenemos miedo de pasar por los laboratorios a discutir con quien sea: con opositores o con no opositores; discutimos con todo el mundo.

            Y, efectivamente, la discusión la ganamos y eso se demostró en el resultado de la encuesta. Por eso quiero saludar este importante movimiento que se ha desarrollado.

Y, por último, quiero hacer una breve mención a la interpretación de la encuesta, respecto de la evaluación de las carreras, por parte de algún organismo acreditador externo. En mi opinión, no tenemos que enfrascarnos en la discusión de si la ley es menemista; tampoco en la discusión de la nueva Ley de Educación Superior impulsada por el gobierno kirchnerista, que incluso todavía no sabemos qué forma puede tener. Nosotros tenemos que ir para adelante con el programa de reivindicaciones que levantamos desde la AGD y que han acompañado los estudiantes. Nosotros estamos por la triplicación del presupuesto universitario, por el aumento de los salarios docentes, por el cuidado de las unidades académicas, de las unidades edilicias –para su correcto funcionamiento– y por el aumento del presupuesto para los subsidios de investigación. No tenemos que enfrascarnos en esa discusión, que diluye, oculta y enmascara los problemas que tiene la universidad pública en la actualidad.

Tenemos que reivindicar lo nuestro, en lugar de salir a interpretar la encuesta. No tenemos que caer en la discusión de si se quiere que haya otro organismo evaluador; tenemos que evitar esa discusión e ir por la positiva, con nuestros reclamos de siempre, para resolver la crisis de la universidad pública. Eso es todo, muchas gracias. (Aplausos)

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero Adilardi.

 

Sr. ADILARDI.- Buenas tardes.

Primero que nada, quiero saludar la gran movilización de estudiantes y docentes hoy a este Consejo Directivo, porque como se viene comprobando a lo largo de todo este proceso, sólo la movilización y la participación del conjunto de los estudiantes y docentes puede garantizar que hoy se respete la decisión democrática que ya tomamos. Por eso somos cientos de estudiantes y docentes que vinimos acá para decir: basta de maniobras, hoy se tiene que rechazar la CONEAU. (Aplausos)

            Hace tiempo que estudiantes y docentes de la facultad empezamos a discutir el tema de la LES y la CONEAU. Pero esta fase de la lucha empezó en noviembre del año pasado, cuando empezamos a discutir la necesidad de organizar un plebiscito para que el conjunto de la facultad defina sobre las inminentes acreditaciones de Geología, Química y Computación. Las autoridades querían que las acreditaciones pasaran silenciosamente. Pero el 16 de noviembre, más de 200 estudiantes y docentes nos movilizamos al Consejo Directivo para que no se avance con ningún paso de la acreditación antes de realizar el plebiscito, llevando un petitorio con más de mil firmas de estudiantes, docentes y graduados. Las autoridades no sólo se negaron a tratar el proyecto, sino que nos dieron una respuesta indignante: “Nosotros manejamos la facultad”, como dijo el consejero Juan Pablo Paz. Ahí mismo realizamos una asamblea donde se decidió, por abrumadora mayoría, la toma del Decanato hasta obtener una respuesta.

            La toma del Decanato por casi tres días fue un punto de inflexión en esta lucha; una medida contundente que impidió que se acreditaran nuestras carreras por debajo de la mesa o con una decisión unilateral de este Consejo Directivo antidemocrático. Un Consejo Directivo en el que ocho de sus 16 miembros son definidos por tan sólo 200 profesores regulares, mientras que 1500 docentes, 4000 graduados y 5000 estudiantes de la facultad quedamos completamente relegados. Por eso, exigimos algo tan sencillo como que hubiera democracia, que la decisión la tomáramos los estudiantes, docentes y graduados, en un plebiscito vinculante. La respuesta de las autoridades a este pedido tan sencillo fue la autodenominada “contramarcha”, con el Decano Aliaga a la cabeza sosteniendo el megáfono. En definitiva, con la lucha frenamos los intentos de acreditar silenciosamente o incluso en el verano.

            Ya este año, los estudiantes arrancamos debatiendo en cada curso la cuestión de fondo. Con boletines, con discusiones y votaciones en cursos y asambleas, argumentando, buscando los elementos para contestar cada falacia de las autoridades: “que los títulos no van a valer”, “que las incumbencias”, “que nos vamos a quedar aislados”, “que si acreditamos vamos a tener más presupuesto”, “que ésta es una decisión que debe tomar cada carrera por separado”, “que ésta es una discusión secundaria y hay que ser pragmáticos”, “que acreditemos y después de última nos vamos”. Todavía hoy muchos profesores, muchos consejeros de las autoridades siguen repitiendo estas falacias.

Pero sobre todo, los estudiantes avanzamos en la discusión de fondo: qué tipo de educación queremos y para qué país. Si queremos una educación que sea un derecho, un bien estratégico para el desarrollo científico y tecnológico independiente del país, para eso necesitamos una formación completa y el presupuesto adecuado. O si vamos a someternos a lo que quiere el Banco Mundial en países dependientes como el nuestro. Una Universidad al servicio del mercado, de los grandes monopolios, con ciclos comunes de conocimientos básicos que abaraten costos, sacando la formación específica del grado y con postgrados pagos orientados a lo que esos monopolios necesitan, equiparando nuestros títulos a las universidades privadas y avasallando la autonomía universitaria. Por eso los estudiantes dijimos masivamente: “No a la CONEAU”. (Aplausos)

Las autoridades de la Facultad burlaron el reclamo de un plebiscito para decidir y armaron una consulta tramposa dividida por carrera en las urnas y en las preguntas, con siete preguntas tendenciosas y confusas, y 510 millones de respuestas posibles. Desde un principio, estudiantes y docentes denunciamos que en la consulta había una trampa, que podía ser interpretada para justificar la acreditación. Por esto, fue fundamental realizar el plebiscito del Centro de Estudiantes y la AGD la semana previa, con la pregunta que la facultad tenía que contestar, única, sin divisiones por carrera. Y 1520 estudiantes y 451 docentes y graduados votaron en este plebiscito y se mostró un 92 por ciento de rechazo a las acreditaciones, contundente, no interpretable. Este rechazo masivo se expresó incluso en la consulta tramposa de las autoridades.

            Como estudiantes y docentes denunciamos, una vez terminada la consulta no tardaron en aparecer las “interpretaciones” para acreditar. Apareció la respuesta inventada en la página oficial de la facultad a una pregunta que nunca se hizo en la consulta. Manipulando los datos indicaba que los graduados mayoritariamente estaban a favor de las acreditaciones.

Apareció un e-mail del consejero Salierno de Sumatoria, los dichos del consejero Etchenique respecto de que había que acreditar Química y cartas de profesores de Geología para que se acreditara esa carrera.

            Por todo esto, para no dar lugar a maniobras e interpretaciones para burlar a la mayoría, seguimos luchando. Nos movilizamos a la reunión del Consejo Directivo del 17 de mayo para que la decisión se tomara ese día. Ante la negativa de las autoridades, realizamos el corte de la Avenida Cantilo e iniciamos más medidas: aplausazo, pasadas por los cursos, cartas de cursos y clases públicas en el Ministerio de Educación.

Con toda esta lucha, ahora estamos a punto de torcerle el brazo a la maniobra que, basándose en la consulta tramposa, quería interpretar para acreditar.

Cuatro consejeros profesores, algunos que se venían enfrentando a la lucha de los estudiantes e incluso interpretaron inicialmente que había ganado el “sí” a la acreditación en la consulta tramposa –entre ellos, Juan Pablo Paz–, tuvieron que anunciar que votarían por el “no” a la acreditación. Otro sector de la lista de profesores –ocho consejeros– presentó un proyecto para acreditar Geología, Química y los postgrados, que está hoy en esta sesión, otra vez interpretando que en la consulta ganó el “sí” en esas carreras. Es bochornosa semejante negación de la realidad y de la abrumadora voluntad de los estudiantes y docentes de la Facultad. Este camino de lucha continúa hoy, con la vigilia que hicimos anoche y la movilización de todos los que están acá presentes.

Los consejeros directivos estudiantiles venimos a esta sesión con un mandato de la asamblea que se realizó ayer para votar a favor del primer proyecto, en todos sus artículos, modificando el artículo referido a los postgrados, para que quede claro que se rechazan las acreditaciones de todas las carreras de postgrado de la Facultad, incluso las que ya están acreditadas.

            Para ir cerrando, si logramos rechazar las acreditaciones va a ser un logro importantísimo y único en este momento, en que hay una avanzada acreditadora impulsada desde el Gobierno Nacional y por las autoridades universitarias en todo el país y en particular en la UBA. No sólo va a ser un logro para Exactas, sino también para los estudiantes de Arquitectura, Ingeniería, Medicina, Veterinaria, Psicología y Farmacia, donde la CONEAU ya empezó o quieren que avance. Es un cachetazo a un proyecto de universidad acorde a las necesidades de los monopolios. Pero esto no quiere decir que esos intereses estén fuera de la Universidad, de nuestra Facultad, para nada; porque el año pasado estas mismas autoridades votaron aceptar los fondos del YMAD provenientes de la minera a cielo abierto Bajo La Alumbrera, ejemplo del saqueo y contaminación de nuestros recursos naturales. Y en la semana de la Geología, hace pocos días, en el centro del playón de la Facultad estaba el stand de la petrolera Pan American Energy, haciendo marketing y propaganda. ¿Y cuántos convenios hay con monopolios como Monsanto, Microsoft, Techint? ¿Cuántos más? ¿O cómo fue el convenio que quisieron aprobar para entregar el KonaBot y que también con la lucha de estudiantes y docentes pudimos derrotar? (Aplausos)

            Entonces, lo que tenemos que decir es que esto recién empieza, pero también que los estudiantes y docentes venimos dando una lucha ejemplar. Incluso en momentos de debates y discusiones resolvimos democráticamente en asambleas y en los cursos, y así garantizamos que se mantuviera la unidad.

Ahora no sólo estamos a pasos de derrotar a la CONEAU, sino que también le torcimos el brazo a una manera de gobernar la Facultad que, basándose en el Estatuto antidemocrático de la UBA, nos decía “nosotros manejamos la Facultad”. Tenemos que estar orgullosos de la lucha que llevamos adelante, porque si hoy, después de todas las interpretaciones y las maniobras, logramos que no se acrediten nuestras carreras será fruto del protagonismo y del compromiso de todos los estudiantes. (Aplausos)

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero Nieto Moreno.

 

Sr. NIETO MORENO.- Voy a empezar a hablar yo en nombre de la mayoría de estudiantes y luego le voy a dar el uso de la palabra primero al compañero Marcelo Luda y luego al consejero Vissani.

Ante todo, buenas tardes a todos los presentes. Saludo la presencia de tantas personas interesadas en este tema tan fundamental para la Facultad, como lo es el tema de las acreditaciones.

Este Consejo Directivo hoy está reunido en sesión extraordinaria para resolver un conflicto muy profundo que se dio en el seno de la comunidad académica. Nos parece pertinente repasar un poco los motivos que hay detrás del conflicto y cómo llegamos hasta el día de hoy.

En primera instancia, lo que está en juego desde el principio es el modelo de Universidad que queremos. La Ley de Educación Superior vigente fue sancionada en 1995, con el concepto de un acatamiento servil a las recetas que promovía el neoliberalismo, desde los organismos de crédito internacional, por el gobierno nacional de ese momento. Es por eso que no es casual el rol que juega esta ley en el sistema de educación superior. Estamos hablando de un proceso de mercantilización que en mayor o menor medida ha ido avanzando sobre todas las facultades y universidades nacionales de la Argentina. Entonces, ¿en qué consiste este proceso de mercantilización? Se trata de reformular la actividad universitaria en función de las necesidades del mercado. Desde las definiciones más básicas de la ley ya se puede evidenciar esto. La ley define a la educación superior como un servicio, es decir como un bien de cambio, susceptible de transacciones mercantiles. La Universidad es para esta ley un organismo que vende un servicio para quien lo pueda comprar. Es por ello que en todo el articulado de la ley ni siquiera se garantiza la gratuidad de las carreras de grado, una larga tradición de nuestras universidades nacionales.

Hay que destacar que este proceso no se inicia con la LES ni es un fenómeno específico de nuestro país. En Europa los sistemas universitarios fueron homogeneizados bajo un programa que se denominó el “Plan Bolonia”, que se viene aplicando desde hace diez años con consecuencias nefastas par la educación. La reducción de carreras y multiplicación de postgrados ha aumentado severamente los costos de la educación, reduciendo las posibilidades de acceso a los que tienen menos recursos. Los conocimientos impartidos son fragmentados y fundamentalmente prácticos, relegando el pensamiento crítico, el fomento de la imaginación y buscando formar graduados preparados para hacer lo que las empresas necesitan.

Las definiciones más grotescas y evidentes de la LES opacan otras que son igual de peligrosas para la educación pública, pero que suelen pasar desapercibidas. La ley establece fundamentalmente dos mecanismos centrales a través de los cuales la Universidad queda fuertemente atada a los intereses mercantiles. Estamos hablando del financiamiento y de los organismos de control y evaluación. 

En materia de financiamiento, la ley habilita a las universidades a financiarse a través de recursos propios. Esto va a desde el cobro de aranceles hasta la venta de servicios, patentes, convenios con empresas, etcétera. En el marco de un profundo desfinanciamiento de las universidades públicas y especialmente de la UBA la búsqueda de fondos para poder funcionar pasa a ser el eje articulador de toda la política universitaria. Así, bajo el amparo de una supuesta autonomía, la Universidad se ve obligada a reformular sus líneas de investigación y programas de materias en función de captar fondos de los sectores que concentran el capital. Bajo esta lógica, quien gobierna la Universidad no es el cogobierno de claustros, sino la dictadura del libre mercado.

En materia educativa, se crea un organismo de evaluación y acreditación de las universidades, la CONEAU, cuya composición tiene mayoría del poder político: tres senadores, tres diputados, un representante del Ministerio de Educación, participación de las universidades privadas y donde las universidades públicas están en minoría. Este organismo acredita las carreras declaradas de interés público por el Ministerio y tiene el poder de cambiar los programas de las carreras. Sus dictámenes son públicos y las consecuencias de su aplicación ya son conocidas a partir de las experiencias que se dieron e las facultades de Ingeniería, Odontología y Veterinaria de la UBA y en otras universidades. Implementación de prácticas profesionales obligatorias para recibirse, pasaje de materias a postgrados pagos, aumento del contenido técnico-práctico por sobre el teórico-científico, son algunas de las consecuencias destacables.

Además, la ley establece que el presupuesto estatal se distribuirá a partir “criterios de eficiencia” La CONEAU es el organismo que define esos criterios de “eficiencia” con los que se evalúa a las universidades. Universidades con carreras largas o altas exigencias obtienen bajos puntajes debido a sus niveles de deserción estudiantil. En lugar de ayudar a la permanencia de los estudiantes en esas casas de estudio, la ley penaliza a estas universidades con menos presupuesto. La salida más natural termina siendo simplificar los programas o acortar las carreras.

 

Sr. LUDA.-  Y la pregunta que queda es la siguiente: ¿qué es una Universidad al servicio del pueblo? En principio, debe ser una Universidad donde la educación se conciba como un derecho, no como un servicio. Todo el pueblo debe tener que poder acceder a la Universidad, lo que implica garantizar la gratuidad y la permanencia del estudiante en la carrera. Por otro lado, la principal función de la docencia debe ser la generación de pensamiento crítico. Debemos construir nuevas prácticas que estimulen la creatividad, el análisis crítico, el cuestionamiento sobre nuestro rol en la sociedad. El rol social del científico debe ser el centro articulador de nuestras prácticas, en contraposición con el rol de mercancía que se le asigna actualmente a la investigación. 

            Tanto la investigación como la extensión deben contemplar estos roles y establecer nuevos vínculos con la sociedad. O, mejor dicho, vínculos más directos con el pueblo. Las relaciones de extensión no se pueden reducir a la generación de empresas innovadoras o desarrollos tecnológicos del que se apropian estas empresas. Las empresas no son el pueblo y tienen intereses propios, atados a la lógica de buscar la mayor rentabilidad. Si el pueblo sostiene a la Universidad, es responsabilidad de la Universidad involucrarse con los problemas del pueblo, los problemas de la gente común, trabajadora, los pobres, los desocupados, los que pagan en el día a día los sueldos de los docentes e investigadores que la Universidad alberga. Y eso no quiere decir que tengamos que resolver los problemas técnicos de los que adolece el pueblo, sino involucrarnos, hacerlos propios, aprender de ellos, crear un vínculo a partir del cual la Universidad se enriquezca del pueblo y el pueblo de la Universidad.

            Muchos ensayos de modelos de Universidad se han dado en nuestra historia. Algunos más progresivos, otros directamente regresivos. El modelo de Universidad que soñamos no existe y es nuestro desafío construirlo. No en base a ideas abstractas, sino a propuestas, hechos concretos, a nuevas prácticas. Y debemos recoger en esas prácticas la experiencia acumulada en estos dos siglos de existencia de la UBA y aportar con nuevas prácticas e ideas a la construcción de un modelo superador que genere la Universidad que el pueblo realmente necesita.

            En el desarrollo de este conflicto, muchos defienden al actual modelo de Facultad, sugiriendo que las políticas mecantilizantes en nada han afectado al modelo. Hay cuestiones fácticas, concretas, que pueden refutar esos argumentos. Nos gusta recordar un ejemplo que resulta más que contundente. En los años ’60 la estrella de los proyectos de extensión era EUDEBA, una editorial universitaria que consideraba al libro como un bien social, y distribuía conocimiento barato y de calidad en forma masiva. Hoy en día, el proyecto de extensión “estrella” es el INCUBACEN, una incubadora de empresas privadas que funciona dentro de la Universidad. Los cambios son notables. La pregunta es la siguiente: si hace décadas que este proceso de mercantilización viene avanzando, ya sea en forma visible o en otras formas menos evidentes, ¿por qué, aparentemente nadie, lo percibía? Este es el otro punto central de la discusión. ¿Por qué nunca se discute de política universitaria? Pareciera que la política universitaria estuviera reducida, básicamente, a prácticas de gestión. Las autoridades de la Facultad representan a un sector que vienen gobernando esta Facultad, al menos, desde hace dos décadas. ¿Cuántas veces se impulsaron discusiones sobre el modelo de Universidad? ¿Cuántas veces el Consejo Directivo estimuló la politización e involucramiento de la comunidad universitaria en las decisiones fundamentales que hacen al modelo de Facultad y de Universidad que queremos? Si esta discusión se instaló con tanta fuerza no fue por la decisión libre de un Consejo Directivo, sino por mérito del movimiento estudiantil.  Así es. (Aplausos).  Fue la inquietud de los estudiantes la que despertó interrogantes respecto de las implicancias de acreditar, las implicancias de aceptar la Ley de Educación Superior. Fue el movimiento estudiantil el que asumió una postura políticamente activa y salió a discutir este complejo problema de cara a todos los estudiantes y también hacia los otros claustros. Y fue el movimiento estudiantil el que exigió que las decisiones debían ser tomadas por la comunidad toda, luego de dar un debate serio y comprometido.

            Es por esto que este conflicto estalló a finales del año pasado con la toma del Decanato donde se exigió, puntualmente, la suspensión de todas las acreditaciones hasta que se diera dicha discusión. Más aún, desde los estudiantes surgió una propuesta concreta, seria, para dar esta discusión, con tres semanas de jornadas y una instancia posterior de decisión colectiva. Y lo más interesante es que el movimiento estudiantil no descansó simplemente en la aprobación de estas iniciativas, sino que adoptó un rol activo, proponiendo oradores, fiscalizando elecciones, organizando debates en paralelo, utilizando sus propias herramientas gremiales e institucionales para dar la discusión más profunda posible, alcanzando a la mayor cantidad de gente. Dado que las mismas instituciones de la Facultad no garantizaban sus intereses, el movimiento estudiantil se dio sus propias herramientas para seguir dando el debate. Por ejemplo, ante la propuesta de encuesta presentada desde el Decanato, donde la acreditación era interpretada desde el punto de vista de una discusión técnico–burocrática, el movimiento estudiantil organizó su propio plebiscito donde primó el carácter político de la decisión que se debía tomar, sin desconocer la herramienta institucional, pero sin dejar librada la discusión a los criterios que se imponían desde la institución o desde otros claustros.

            El movimiento estudiantil fue el que, en todas las instancias, garantizó la amplitud del debate y fijó la agenda política. El resultado de todo esto es conocido. La comunidad académica se expresó a través de las urnas en un plebiscito y en una consulta, luego de múltiples instancias de debate abierto. Y el resultado fue más que contundente. La comunidad dijo no a las acreditaciones. (Aplausos). 

            De esta forma llegamos al día de hoy. Los consejeros tenemos la responsabilidad de aprobar lo que la comunidad ya expresó. El proyecto que presentamos obra en consecuencia, y tiene como eje central la no acreditación de las carreras. Somos representantes de la comunidad académica de la Facultad y debemos dejar de lado los intereses corporativistas de los claustros, como consejeros directivos y como actores políticos que somos, debemos adoptar una posición clara y definida respecto de este tema. Es una irresponsabilidad no expresarse sobre algo tan fundamental, cuando está sobre la mesa un proyecto que divide aguas respecto del modelo de Facultad. Por eso, instamos a los consejeros a posicionarse claramente. Nadie que entienda que juega un rol político en este Consejo Directivo puede evadir este posicionamiento. Y los que deciden ir en contra de la voluntad de la mayoría tendrán que justificar su actitud sectaria y pagar el costo político de ese posicionamiento. Y nosotros –y cuando digo nosotros no me refiero solamente al FEM, sino al movimiento estudiantil– seguiremos velando, como siempre lo hicimos, por la educación pública, gratuita y de calidad que el pueblo merece. (Aplausos).

 

Sr. DECANO.-  Tiene la palabra el consejero Vissani.

 

Sr. VISSANI.- Buenas tardes.

            Yo voy a hacer una breve intervención.

            En primer lugar, quiero leer una carta que nos acercaron un conjunto de estudiantes de Geología, que nos pidieron que leyéramos en esta Aula Magna, en el marco de la sesión de este Consejo Directivo.

            Al Consejo Directivo y a toda la comunidad de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.

            “En principio, queremos reconocerle al Decano su honestidad al respetar la opinión de la comunidad en su proyecto de resolución. Que sepa que cuenta con nuestro apoyo, en tanto se mantenga esta política de participación e inclusión de toda la comunidad, cuando se trate de cuestiones referentes al modelo de Facultad.

            “En virtud de los resultados de la consulta y dada la importancia de esta sesión del Consejo, los alumnos de Geología creemos necesario dejar sentada nuestra opinión respecto del proceso de acreditaciones.

            “Las decisiones que se tomen hoy tendrán una implicancia directa en la vida de la Facultad, por lo tanto, deben ser tomadas con responsabilidad, dejando de lado intereses personales o sectoriales aislados y buscando crecer académicamente y contribuir al desarrollo de la sociedad de la cual formamos parte.

            “Creemos que la Ley de Educación Superior vigente no garantiza el respeto de la autonomía universitaria. Es esta la razón fundamental de nuestro rechazo a las acreditaciones.

            “Proponemos, entonces, al Consejo Directivo que, además del rechazo a las acreditaciones, impulse la redacción de una nueva Ley de Educación Superior que respete la autonomía universitaria y promueva el desarrollo científico libre de intereses económicos particulares y volcado al bienestar de la sociedad como una política de Estado que trascienda modelos coyunturales.

            “Es indispensable que la Facultad participe activamente en la redacción de una nueva ley respetando, como en este caso, el pronunciamiento de la comunidad en su conjunto.

            “Por último, queremos dirigirnos a los estudiantes. Ha quedado demostrado, con lo vivido en estos meses, la importancia de la participación de los estudiantes en la defensas de un proyecto de universidad autónoma, gratuita y democrática.

            “Que esta victoria de nuestra posición de no acreditación nos recuerde el valor de la participación masiva, defendiendo las banderas que nos son comunes a todos y nos inste a revalorizar nuestros espacios de participación, más allá de afinidades políticas individuales”.

            Firman más de cien estudiantes de Ciencias Geológicas. (Aplausos). 

Finalmente, para cerrar, no voy a abundar en lo que ya dijeron mis compañeros pero sí simplemente a remarcar que, como bien se mencionó antes, en el día de ayer se realizó una asamblea muy importante en la cual se decidió apoyar completamente al proyecto que está en primer orden para ser tratado en el día de hoy y, además, se resolvió proponerle a este Consejo Directivo el agregado de un artículo que dice lo siguiente, tal cual como fue resuelto ayer en la Asamblea: “La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales rechaza cualquier Ley de Educación Superior que no garantice: a) la autonomía universitaria; b) gratuidad de todas las carreras de grado y postgrado; c) financiamiento único y estatal; d) anulación de las prácticas profesionales supervisadas.”.

Esto lo pongo a consideración del Consejo Directivo y no tengo más que agregar. (Aplausos y manifestaciones en la barra).

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero Burton.

 

Sr. BURTON.- Creo que a esta altura ya se han discutido ampliamente los pros y los contras de los procesos de acreditación y no es mi intención volver sobre ese tema. Sólo quiero expresar algunos conceptos sobre los que he basado mi decisión personal de apoyar el proyecto 1.1.4.

Considero que el proyecto 1.1.1 –que se considera en primer término- aísla a la Facultad de la gran mayoría de las Universidades nacionales incluida la propia Universidad de Buenos Aires al tomar una decisión que va a contramano de lo que es aceptado hoy a nivel nacional. No creo que esta decisión que se va a tomar sea una decisión histórica –tal como se ha dicho- sino más bien la veo como un deja vu de temas que ya no están en la agenda de la comunidad universitaria del país. Básicamente porque el contexto político en el que hoy se aplica la Ley de Educación Superior y en el cual se realizan evaluaciones y acreditaciones difiere enormemente del que primó en los años 90’.              

Hoy son más de 400 las carreras acreditadas o en proceso de acreditar a nivel nacional y todas las carreras declaradas de interés público han acreditado o están en proceso de acreditar con pocas excepciones, incluidas muchas de la Universidad de Buenos Aires.

Pensar que nuestros colegas docentes y los estudiantes de todas las demás Universidades nacionales y de muchas de las facultades de la UBA están equivocados y que sólo una parte de esta Facultad tiene la razón es, cuando menos, –creo yo– de una soberbia gigantesca.

Tengo un gran respeto por mis colegas docentes de las otras Universidades nacionales. Este Consejo Directivo confía en ellos innumerables veces al llamarlos para integrar jurados de concursos de profesores y toda la comunidad de esta Facultad acepta su juicio cuando son llamados a evaluarnos en distintos aspectos de nuestra actividad académica, llámese proyectos de investigación, ingresos y promociones en CONICET, etcétera.

Nuestras comunidades, al menos la de químicos y –creo no equivocarme– la de geólogos, son relativamente pequeñas y es claro que serán esos colegas quienes integrarán los comités de pares evaluadores que se dedicarán a acreditar las carreras que hoy se discuten aquí. Sin embargo parecería que hay quienes piensan que cuando esas personas sean designadas como pares evaluadores por la CONEAU, instantáneamente se transformarán en enviados del Banco Mundial que vendrán a destruir nuestras carreras. Yo no puedo aceptar eso.

Tampoco puedo aceptar que se desconozca que las declaraciones de interés público de las carreras y los requisitos mínimos de acreditación –no estoy hablando sólo de contenidos de programas sino de requisitos mínimos integrales– han sido aprobados por el Consejo Interuniversitario Nacional y el Consejo de Universidades previa aprobación en la mayoría de las unidades académicas involucradas, y con el acuerdo de la Universidad de Buenos Aires.

Personalmente, participé activamente como Secretario General del FODEQUI en representación de esta Facultad, para lograr la declaración de interés público de la carrera de Química y también para establecer requisitos mínimos que garantizaran una mejora del nivel de la educación en química a nivel nacional. Esto se hizo por acuerdo de todas las Facultades donde se cursa la licenciatura en Química y todas ellas en todos sus estamentos lo apoyaron plenamente.

El daño que pueda llevar la decisión de no acreditar creo que hoy es difícil de predecir. Es factible que con el tiempo veamos una caída gradual en el número de ingresantes a Química y Geología que son las carreras que tienen más proyección profesional, y posiblemente más adelante en Biología cuando, dentro de poco, esa carrera pase a ser de interés publico. En parte todo dependerá de cuánto tiempo pase hasta que tengamos una nueva Ley de Educación Superior y esperemos que ese tiempo sea corto.

Creo que si bien la posición que estoy adoptando no es mayoritaria en la totalidad de los claustros –y eso ha sido evidente por los resultados de la encuesta– es una posición que existe claramente en parte de nuestra comunidad y especialmente en aquella parte que está directamente relacionada con las carreras involucradas, Química, Geología y Computación, que en definitiva son las que sufrirán el impacto directo de lo que aquí se apruebe.

Por lo expuesto y haciéndome eco de esa parte de la comunidad es que he decidido no apoyar el proyecto presentado por la mayoría de Estudiantes y ratifico mi apoyo al proyecto 1.1.4.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra la consejera Ceballos.

 

Sra. CEBALLOS.- Lo primero que voy a decir en mi intervención que va a ser breve en general, es que apoyo totalmente las palabras del consejero Burton.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sra. CEBALLOS.- Yo escuché serenamente todas las cosas que se dijeron y es una falta de respeto que la gente no escuche lo que no le gusta escuchar.

 

- Aplausos y manifestaciones en la barra.

 

Sra. CEBALLOS.- Quiero repetir que apoyo totalmente las palabras del consejero Burton, cosa no era desconocida por la comunidad ya que enviamos un e-mail haciendo público nuestro apoyo  al proyecto. Y sólo deseo agregar que he visto algunas propuestas bastante interesantes en algunos e-mails.

Algunos sectores proponen que la Facultad le solicite o le exija a instituciones como el CONICET que deje de poner como requisito para los graduados de las carreras de Exactas que estén inscriptos en doctorados acreditados.

Es un tema bastante interesante que podría estar fundamentado en la enorme excelencia de nuestros graduados. Sin embargo, esa petición por parte de la Facultad implicaría un acto de extrema soberbia, mayor a la actual. Frente a los graduados de otras universidades públicas y de otras facultades de la misma Universidad de Buenos Aires. Nuestros graduados son tanto mejores que ellos que pueden ingresar a una beca del CONICET, sin una carrera acreditada.

Además, y con claro reflejo de nuestro aislamiento, dicha solicitud contemplará sólo a los graduados que decidan permanecer en el sistema de ciencia y técnica. Y obviamente, excluye a todos los demás graduados de Exactas que deseen insertarse en una actividad de otro tipo, actividad no prohibida. Una muestra más de nuestro autismo, largamente reconocido por otras universidades públicas del país. Muchas gracias. (Aplausos)

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero Calvo.

 

Sr. CALVO.- Buenas tardes.

            Brevemente, cuando me ofrecieron y cuando acepté formar parte de la lista de profesores que eventualmente me llevaría a participar como consejero de la facultad, lo hice sabiendo que llegaría el momento en el que tuviese que tomar una decisión que no fuese apoyada por la mayoría del resto de la comunidad de la facultad. Esa decisión se debía basar en fundamentos claros y concretos que, eventualmente, hice conocer públicamente hace pocos días. También acepté formar parte de esta lista –y actuar como consejero– con el conocimiento y con la aceptación por parte del resto de la lista de que íbamos a mantener la posibilidad de que cada uno obrara en conciencia y votara, en definitiva, de acuerdo con lo que creía que debía hacer. Por eso, lo que van a ver hoy –tomado por algunos como una aparente división del claustro de profesores, que no es tal– es simplemente el sostenimiento de esa postura; es decir que, cada uno de nosotros, después de debates internos podemos mantener, expresar y, hoy en día, votar de acuerdo a nuestras convicciones personales.

            A raíz de haber hecho público los fundamentos por los cuales baso mi voto hoy recibí varias contestaciones, de apoyo y en contra de mi postura. Dejando de lado aquellas que estaban a favor –porque coincidían con lo que yo pensaba– y dejando de lado las otras que tenían contenidos y actitudes denigratorias hacia mi persona y hacia mi capacidad para fundamentar lo que iba a votar, tomé en consideración las ideas que, fundamentadamente, me hicieron llegar los que se oponían a la acreditación. Las leí detenidamente, así como hoy también escuché detenidamente a los consejeros que me precedieron en el uso de la palabra. A partir de esto debo decir que sigo manteniendo y creyendo que hoy en día lo mejor para la facultad, para sus alumnos y para sus graduados, es votar a favor de la acreditación de Química, de Geología y de todos los postgrados. (Aplausos)

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra la consejera Gallo.

 

Sra. GALLO.- Primero voy a adelantar mi voto al proyecto 1.1.4; en ese sentido, voy a votar en contra del proyecto contenido en el punto 1.1.1…

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sra. GALLO.- Como dijo la consejera Ceballos, estamos en un ámbito académico, donde podemos discutir ideas; no me parece conveniente que nos silbemos. No me parece bien; me parece que deberíamos tener una comunidad que pueda ir para adelante, discutiendo y sin faltarnos el respeto, porque cuando uno es profesor, ¿no debe ser así? Por ejemplo, cuando uno da clases, recibe una linda sensación de ida y vuelta, de enseñar y de aprender, porque los alumnos no sólo reciben sino que también le enseñan al profesor. Me gustaría que así fuera nuestra comunidad y que todos tiremos para adelante. Pero, bueno, voy a volver al tema, porque me voy por las ramas; disculpen.

            Hay algo positivo de todo esto, además de la discusión; la discusión igual continúa. Tenemos que seguir discutiendo porque la acreditación de las carreras es algo para seguir discutiendo. Pero lo que sí hemos convenido entre todos –y de esto hay que alegrarse, porque es bueno– es que el Estado debe regular las carreras declaradas de interés público, que son las que ponen en riesgo la seguridad de la población.

Considero que dentro de ese contexto y dentro de la facultad, no se han expresado fundamentos para la no acreditación, que vayan más allá de cuestionamientos políticos del contexto de la sanción de la Ley de Educación Superior y de la composición de la CONEAU. Eso es realmente lo que pienso.

            Entonces, considero que el proceso de acreditación va a influir positivamente en la calidad de nuestra enseñanza, porque además implica un sistema de autoevaluacion. Uno se puede autoevaluar seriamente y no lo hemos hecho durante varios años; creo que todas las carreras deberían autoevaluarse, para ver cuáles son las falencias que podemos tener y qué cosas podemos mejorar, porque no vamos a creernos que somos perfectos; hay mucho para mejorar; no somos el sumun de los químicos, ni de los biólogos, ni de los físicos. Al menos es lo que creo, en parte.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sra. GALLO.- Yo creo que hay cosas para mejorar; y una autoevaluación, un mirar hacia adentro de nuestra institución nos va a poder indicar cuáles son los puntos flojos que tenemos.

Pero además, el proceso de acreditación creo que beneficia, por ejemplo en el caso de Química, al país. Creo que beneficia a la educación en otras universidades del país, porque la realidad es que los niveles de las Licenciaturas de Química –actualmente y por lo que sé– es muy desparejo. Hay instituciones excelentes, otras buenas, otras regulares y otras que son malas. Entonces, creo que la facultad debe formar parte de este proceso, porque le resultaría beneficioso.

            Además, como química no puedo dejar de ver –creo que los geólogos pueden ver también su parte– que la acreditación implica la ampliación de las competencias de nuestra profesión; esto es algo que veo desde que soy chica; los químicos tenemos una serie desventajas, por ejemplo, frente a los bioquímicos. Me gustaría leer una de esas competencias, para que ustedes –los que no son de la carrera– entiendan lo que esto implica para los químicos; la incumbencia habla de planificar, combinar, dirigir, ejecutar y asumir responsabilidades propias de un laboratorio o empresa en los que se realicen análisis, ensayos, síntesis, producción y elaboración de sustancias inorgánicas u orgánicas y derivados así como las tareas de investigación y desarrollos correspondientes.

            El que entienda y comprenda este párrafo entenderá que se trata de la esencia del que hace Química y que ahora no lo tenemos. ¿Se entiende? Entonces, para nosotros, la acreditación es muy importante. Esa ampliación de competencias hace que no tengamos esas desventajas que teníamos antes frente a los bioquímicos. Nosotros estamos excelentemente preparados para eso. No me voy a detener en Geología porque no es mi tema, pero también tiene sus problemas de competencias. 

Sería muy importante que llegáramos a tener un nivel de discusión interesante sobre la base del respeto y que realmente pudiéramos tener una comunidad en la que todos tiráramos para adelante. Esa es la idea de lo que tiene que hacer la Facultad.

Nuestra facultad es muy importante y nosotros vivimos en ella, ya que dedicamos nuestro tiempo a la investigación y a la docencia. Realmente, uno no puede entender cómo se puede generar esta situación. La idea es que tiremos todos para adelante y que vivamos en una situación por lo menos de respeto. (Aplausos)

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero Adilardi.

 

Sr. ADILARDI.- Solicito que haga uso de la palabra Alejandro Lipcovich, presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar el pedido formulado por el consejero Adilardi.

 

- Se vota y resulta negativa

 

Sr. DECANO.- El resultado de la votación es negativo, con tres votos afirmativos y el resto negativo.

Tiene la palabra el consejero Durán.

 

Sr. DURÁN.- Voy a ser breve.

Como es de público conocimiento, voy a apoyar el proyecto 1.1.1. (Aplausos) Este proyecto contiene lo esencial del proyecto que originalmente fue propuesto por el Decano y que yo compartía.

Quiero destacar que es muy importante que se haya podido consensuar con la mayoría de los estudiantes. Creo que es la forma en que se debería trabajar. Esto lo digo para tomarlo hacia el futuro.

Rescato algunas cosas que ya comentaron mis compañeros. Personalmente, no tengo ningún fundamentalismo de que si se acredita o no se acredita se acaba el mundo. Lamento que por el clima que se creó en la discusión de este tema sea casi imposible reflexionar e intercambiar ideas, que como dijo recién Carola debe ser la lógica y la forma en que se debería trabajar. Lamentablemente, esto se hizo muy difícil.

Yo siempre dije que tenía dudas, que para mí era muy importante conocer los resultados de la consulta. Básicamente, de allí viene mi decisión de apoyar este proyecto. 

Ayer recibí un e-mail que mencionaba que yo había interpretado antes que la consulta había ganado el “sí”.  Jamás lo dije ni lo pensé; incluso, si  no lo pensé, no sé cómo pudieron leer mi mente. Mandé un e-mail preguntando de dónde habían sacado eso, pero todavía no he recibido respuestas. Hoy dicen lo mismo. No puedo creer…en realidad,  sí puedo creer porque conozco gente que hace de las calumnias y la mentira un estilo de vida, y esta gente no colabora para que tengamos una comunidad que debata los problemas seriamente.  (Aplausos)

Por último, quiero destacar la actitud de la mayoría de estudiantes. Esto tenía que decirlo porque no me gusta leer en un e-mail que le llega a todos algo que nunca dije. 

Básicamente, ya hemos explicado los fundamentos de por qué apoyamos el proyecto 1.1.1, y así lo voy a votar en general y en particular. (Aplausos)

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero Fernández Slezak.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- Buenas tardes a todas y a todos.  Lo nuestro no va a ser ni cortito ni breve. Por lo tanto, pueden ponerse cómodos.

Antes que nada, quiero hacer un comentario. Sumatoria está en la gestión, está en la Secretaría de Extensión y su proyecto más importante no es INCUBACEN, sino “Exactas con la sociedad”.       

            Voy a pasar a leer, porque me pongo nervioso y digo pavadas.

            “Durante muchos años, alrededor de 20, distintas agrupaciones de similares líneas políticas se han desempeñado en la gestión de esta Facultad, ganando la mayoría de representación en graduados y profesores. Esto se debe a una política clara, transparente y principalmente, responsable, no atada a intereses corporativos ni partidarios, sino pensando la Facultad en su conjunto.

“Durante estos períodos, se profundizaron los mecanismos de concursos, con severos cambios en los reglamentos de selección de auxiliares, la re-incorporación de científicos exiliados, la movilidad docente, el desarrollo de áreas interdisciplinarias y el sostenimiento de la excelencia académica. Todo esto fue posible gracias a que cada decisión tomada, todas y cada una de ellas en el Consejo Directivo, fueron tomadas con responsabilidad.

“Con esta misma responsabilidad estamos hoy, luego de semanas de jornadas y debates y de una consulta masiva a toda la comunidad de la Facultad, analizando el tema que nos convoca: la evaluación y acreditación de las carreras de grado y posgrado de la Facultad por un organismo que se llama CONEAU, en el marco normativo de la Ley de Educación Superior vigente.

“Hace 15 años, Menem promulgó una nueva Ley de Educación Superior –no sé si se acuerdan– de principios mercantilistas y liberales. Todos luchamos en contra de ese fenómeno privatista mediante distintas medidas: tomas de la Facultad, clases públicas, marchas y llegando, incluso, a colgar una gran bandera en contra de la nueva ley. (Aplausos) Todo esto, siempre, en un contexto de consenso y respeto absoluto.

“Esta lucha, sumada con otras,, dio como resultado para la UBA el fallo Marinelli que declara inconstitucionales, y consecuentemente inválidos, algunos artículos e incisos de la Ley 24.521.

“Las posiciones de la UBA frente a las disposiciones de esta ley estuvieron sometidas fuertemente a los vaivenes en los conflictos partidarios entre el entonces Rectorado de la UBA y el Estado Nacional. Ejemplo de ello fue la presentación de sus posgrados a acreditación en el año 1998, retirándolos en el año 1999 y volviéndolos a presentar en el año 2000.

“En particular, desde el año 1999 las carreras de posgrado de nuestra Facultad han sido presentadas a acreditación frente a la CONEAU. Durante 10 años la CONEAU ha evaluado y acreditado carreras dentro de la Facultad. Nunca en estos 10 años se ha declarado alguna presión por parte de este organismo para el cambio de cualquier aspecto de las carreras de posgrado acreditadas de nuestra Facultad.

Hace unos cinco años más o menso, comenzaron los trámites de declaración de interés público de algunas disciplinas: Geología, Computación y Química. Esta declaración de interés público, que fuera empujada por los organismos de cada disciplina, significa que existe una responsabilidad con los bienes públicos y con la sociedad en general, mayor que la de otras disciplinas –o al menos que hicieron más lobby– y en este sentido está obligada a ser evaluada y controlada a través del organismo del Estado responsable de esta tarea. ¿Cómo se llama? CONEAU.

Hace aproximadamente tres años, las autoridades de la Facultad recibieron desde el Ministerio las comunicaciones para verificar que los contenidos mínimos que se estaban elaborando por distintos organismos y disciplinas fueran adecuados. Esta información fue debidamente derivada por las autoridades de la Facultad a los departamentos involucrados, pidiendo un informe al respecto, indicando si los contenidos eran correctos. Personalmente hace tres años tuve el placer de discutir los contenidos mínimos, incluso creo que Pablo se sentó al lado mío en la reunión del CoDep.  Esto bajó de la Facultad, de las autoridades y de la “mafia” que conformamos nosotros, a los departamentos.

Entonces hoy, quince años después de la promulgación, diez años después de la acreditación de los posgrados –sin ninguna consecuencia–, entre tres y cinco años después de la declaración de interés público y definición de contenidos mínimos, acá estamos.

Hasta aquí he enunciado un somero recuento de las distintas instancias que nos han llevado a esta reunión extraordinaria del Consejo Directivo. Extraordinaria, porque no es ordinaria. (Aplausos y silbidos). 

Sin embargo, para encuadrar el debate sobre las acreditaciones, que es el tema convocante, proponemos revisar los conceptos y aspectos involucrados en una manera más amplia y profunda antes de entrar en consideraciones del tipo “CONEAU sí; CONEAU no, mala; buena; es cuco”, etcétera.

Esto se debe a que las acreditaciones, y de manera más general, los mecanismos de evaluación, tienen sentido sólo en relación al tipo de universidad que se busca. Repito lo que venimos diciendo y, por ende, al rol e inserción de la universidad en la sociedad. Alrededor de esta cuestión se inscriben el debate sobre la condición de mercancía o de bien público de la educación, la presencia de universidades privadas en pie de igualdad con las universidades públicas, el desfinanciamiento de las universidades nacionales, etcétera.

Entonces, vamos a empezar a revisar algunos conceptos: la autonomía y la relación con la sociedad.

La autonomía y autarquía de las universidades nacionales constituyen en su conjunto un concepto constitucional garantista, según la Carta Magna, la Constitución, que  lo define en su artículo 75, inciso 19. Y paso a relatarlo. Voy a leer ese artículo de la Constitución. (Aplausos y silbidos). 

“Corresponde al Congreso […] sancionar leyes de organización y de base de la educación que consoliden la unidad nacional respetando las particularidades provinciales y locales; que aseguren la responsabilidad indelegable del Estado, la participación de la familia y la sociedad, la promoción de los valores democráticos y la igualdad de oportunidades y posibilidades, sin discriminación alguna; y que garanticen los principios de gratuidad y equidad de la educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales.”

¿En qué consisten estos dos conceptos? El concepto de autonomía universitaria consiste en la plena capacidad de cada Universidad Nacional, para construir su propio Estatuto, sus propias instituciones internas; sus propios órganos de gobierno; elegir a sus autoridades, designar a los profesores, fijar el sistema de nombramiento y disciplina interna, ejercer las tareas de docencia, investigación, transferencia y extensión y las actividades administrativas y de gestión consecuentes sin ningún tipo de intervención y/o interferencia de los poderes constituidos que forman el gobierno del orden político y únicamente revisables, en caso de arbitrariedad o ilegalidad, por el Poder Judicial.

Por su parte, la autarquía significa, siempre en un marco complementario al de autonomía, que las universidades nacionales tienen la plena capacidad para administrar y disponer de los recursos que le son asignados, de acuerdo con las leyes de presupuesto, como además obtener, administrar y disponer de los recursos propios que se generen como consecuencia del ejercicio de sus funciones.

Sin embargo, la autonomía garantizada constitucionalmente, proviene de una larga lucha histórica. En el seno de las universidades nacionales y, en particular, dentro de los movimientos políticos universitarios desde la Reforma, siempre existieron tensiones en torno a la concepción de la autonomía universitaria y la relación de las universidades públicas con la sociedad que las sostiene. Para algunos la autonomía era una consecuencia de que los especialistas son los mas aptos para definir los propios objetivos. En contraposición, sectores de diversa extracción, desde “populistas” a conservadores, la han descalificado como el instrumento para aislar a la Universidad. Para la izquierda reformista, la autonomía era una herramienta para permitir el desarrollo del pensamiento crítico orientado al cambio social. La Universidad debía proyectar sus conocimientos y crear nuevos a partir de enfocar como objeto de estudio distintos aspectos de la problemática social y nacional. Una condición para hacer esto con sentido crítico y espíritu transformador era no estar sometida al poder político, al que se suponía custodio del status quo o, al menos, sensible a las presiones del establishment.

En efecto, este entendimiento de autonomía, propone un tipo de relación con la sociedad. Es la autonomía como condición de posibilidad, condición necesaria pero no suficiente, de un espacio de pensamiento y participación críticas en el aporte del conocimiento a las soluciones de problemática de las mayorías populares y de proyectos nacionales.

Este aporte de conocimiento, no es sólo conocimiento ya existente, sino también nuevo y novedoso, ya que los problemas reales y complejos requieren usualmente de soluciones originales.

Con esta concepción en mente, la autonomía comprende, o debería hacerlo, un profundo compromiso social y es esta la definición o interpretación de autonomía que SUMATORIA defiende: no como autismo, sino como pensamiento crítico y sin condicionamientos, con un profundo correlato con la sociedad.

Así como el concepto de autonomía abarca sentidos bien distintos, también la relación universidad-sociedad tiene varias interpretaciones, desde la que lo considera como sinónimo de vinculación al mercado, hasta la que lo toma como el aporte de conocimientos a las organizaciones sociales populares o la participación en proyectos “nacionales”, pasando por varias intermedias. Instalados en esta última perspectiva, un recorte decisivo de esta posibilidad de protagonismo de las universidades nacionales viene por la problemática de financiamiento y presupuesto que se ha constituido como tema vertebral. Y aquí radica la coerción que día a día se ejerce sobre la autonomía y vida universitaria. Habiendo definido lo que entendemos y defendemos como autonomía, pasemos al marco normativo en el que actualmente se encuadra.

En ese sentido, me voy a referir a la Ley de Educación Superior. No caigamos en cuestiones extemporáneas; no traigamos al día de hoy los ´90, sino un análisis de ese contexto histórico político en la génesis y confección de la actual Ley de Educación Superior, reconociendo que el escenario actual dista de aquel en que fue promulgada.

Por otro lado, quisiéramos aclarar que esto no será un análisis punto por punto de la letra de la ley, ejercicio que sin embargo recomiendo a todos y espero se realice a partir de la movilización de la comunidad de la Facultad en este tema.

Es indiscutible lo que fueron los ´90: el auge del neoliberalismo, de la influencia de los organismos internacionales, de los negocios y la injerencia del Banco Mundial. En la realidad educativa y, particularmente en la universitaria, como rasgo trazador, se propicia la concepción de la educación superior sobre la base de las lógicas del mercado, alejándose de los conceptos que se habían manejado, no sin altibajos, en el sistema universitario de la Argentina desde los tiempos de la Reforma. Si bien la lógica neoliberal, o varios de sus instrumentos, no han sobrevivido al día de hoy, no ha surgido otra lógica nueva y superadora y es por ello que, si bien esos años quedaron atrás, aún seguimos la discusión sobre los mismos temas.

Aclarado este punto, quiero utilizar las palabras de Raúl Scalabrini Ortiz, para expresar lo que considero fundamentalmente mal y erróneo en esta ley: “Todo lo que no se legisla explícita y taxativamente a favor del más débil, queda implícitamente legislado a favor del más fuerte. No es el poderoso el que necesita el amparo legal. Él tiene su propia ley, que es su propia fuerza.”

La primera objeción que encontramos en la ley la leemos en el artículo 2, que dice lo siguiente: “El Estado Nacional, al que le cabe la responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de la educación superior de carácter público, reconoce y garantiza el derecho a cumplir con ese nivel de la enseñanza a todos aquellos que quieran hacerlo y cuenten con la formación y capacidad requeridas.”

Este artículo establece a la educación superior como un servicio y no como un bien público ni como un derecho personal y social que como tal debería estar garantizado por el Estado.

Pasado el primer tropiezo de la ley, que a nuestro entender constituye una gran caída, el principal achaque general es que genera un marco normativo laxo que permite acciones totalmente contrapuestas sobre un mismo punto. Esta liberación o libertad de acción da lugar a la participación de todos los intereses oscuros propios de los ´90 pero asimismo deja margen para las cosas “bien hechas” de acuerdo con preceptos en materia de educación universitaria defendidos desde la reforma.

Desde ya que más allá de fallar objetivamente como ley, dado que no establece pautas claras y unívocas a seguir, hay errores en materia de derecho muy importantes que se suman al indiscutido contexto histórico-político de promulgación de la ley.

Antes de seguir, dejamos asentada la posición de Sumatoria a este respecto, adhiriendo plenamente a los reclamos de inconstitucionalidad de la ley.

Sin embargo, en materia legal la inconstitucionalidad de la LES no es un tema cerrado.

Cierto es que la UBA logró un recurso de amparo en contra de las disposiciones de esta ley mediante el fallo del Juez Marinelli, en febrero de 1996, que declara inconstitucionales, y consecuentemente inválidos, algunos artículos: el 29 incisos f) y g); 42; 43; 46 inciso b) y 50 de la Ley 24.521 y los artículos 1 3, 5, 6, 7, 12, 13, 14, y 16 del decreto reglamentario 499/95.

Sin embargo, este tipo de recurso no se extendió a otras universidades nacionales que presentaban el mismo reclamo. Asimismo, la Corte Suprema en diversas disputas se pronunció a favor de la constitucionalidad de la citada ley, mientras que en otras referentes a la UBA hizo lugar al fallo Marinelli, en oposición a la LES actual. Es decir, dentro de la comunidad de letrados constitucionalistas, no hay una posición única al respecto.

A pesar de ello, los reclamos en torno a esta normativa son más que amplios y se hacen eco no sólo en el universo de las universidades nacionales sino también de las distintas fuerzas políticas e incluso gobiernos.

El debate de fondo no es CONEAU sí, CONEAU no, sino repensar la LES. ¿Por qué decimos esto? ¿Qué es lo que se discute cuando hablamos de la CONEAU? Creo que debemos rescatar las discusiones legítimas que se suscitan en torno a este tema: la necesidad de que la sociedad ejerza algún control sobre la formación de profesionales o científicos, la mejor distribución entre universidades, la coexistencia de lógicas diferentes en materia de educación superior, la tradición de gratuidad, la autonomía en el marco del planeamiento social… En fin, qué universidad queremos, cuál es el rol social de la universidad que entendemos y que queremos.

            Ahora vamos a hablar un poco de la evaluación.

Las universidades tienen una amplia experiencia en prácticas de evaluación: concursos docentes, concursos de becas y subsidios, evaluación de alumnos, concursos de la planta administrativa, técnica y de servicios, evaluación de programas y proyectos de investigación.  Las evaluaciones no nos tocan como un tema ajeno. Lo conocemos muy bien.

Sin embargo, el debate en torno a las evaluaciones de la calidad académica versa justamente sobre qué es lo que se entiende por calidad académica, cómo se define y en consecuencia cómo se articulan los mecanismos para su evaluación. Esta, creemos, es una discusión válida y justificada a tener en pos de concebir a la evaluación como una plataforma para el planeamiento académico.

La cuestión de la evaluación puede dividirse en dos aspectos: por un lado, cómo se establecen los criterios a evaluar y, por otro, quién o qué entidad los lleva adelante

La clave está en que este “discurso de la calidad” reconozca la referencia a un concepto social, no unívoco, que debiera ser gestado con el consenso de la comunidad universitaria. Los parámetros que se definan para la evaluación de esa calidad deben tender sin duda a unificar pero no a uniformar. Homologar sí, homogeneizar no. Esto, en el marco concreto de la LES vigente, se articula a través del establecimiento de los contenidos mínimos para las carreras que hayan sido declaradas de interés. Sin embargo, es de destacar que estos contenidos son y deben ser mínimos. El error está en concebir planes altamente estructurados con muy pocos grados de libertad. Y esto puede corregirse sin ir en desmedro de un sistema de evaluaciones.

Estamos a favor, entonces, de un sistema de evaluación consensuado, que rescate la función social y pública de la educación superior, que permita a través de criterios pedagógicos y didácticos el mejoramiento puertas adentro de la actividad académica con el aporte de expertos en el arte, siempre y cuando no se ejerzan mecanismos de condicionamiento a través de la regulación de partidas presupuestarias u otros mecanismos que violen la autonomía universitaria.

En cuanto al instrumento o institución evaluadora, insistimos en que “CONEAU sí, CONEAU NO” no es el debate. La discusión pasa en primer lugar por aceptar o no la revisión del Estado sobre los aspectos académicos sobre la base de criterios previamente establecidos, en el marco de lo mencionado anteriormente. Algunos discursos pasan por el entendimiento de la universidad nacional como el mismo Estado. En este punto, creemos que más allá de una evaluación interna, realizada por la propia institución, es fundamental un análisis externo que eche luz sobre los mismos aspectos “autoevaluados” pero con una perspectiva diferente. Asimismo, vemos como fundamental que la articulación de ambos tipos de evaluaciones sea a través de una entidad puramente estatal pero por fuera de la órbita de las universidades nacionales.

Desde el año 2003 el Estado Nacional ha impulsado un proceso de replanteo de la legislación en materia de educación, en cuyo contexto se han aprobado, en el año 2005, la ley 26.058 de Educación Técnico Profesional y la ley 26.075 de Financiamiento Educativo, y en el año 2006 la ley 26.206 de Educación Nacional que en su artículo 2º establece que “La educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado” y en su artículo 10º establece que "El Estado Nacional no suscribirá tratados bilaterales o multilaterales de libre comercio que impliquen concebir la educación como un servicio lucrativo.".

A su vez, desde el año 2003 se han presentado diversos proyectos para reemplazar a la ley 24.521 por parte de senadores y diputados. Si bien desde el año 2006 el Poder Ejecutivo ha anunciado en repetidas oportunidades la intención de presentar un proyecto de ley que modifique la 24.521, la más reciente en el comienzo del mes de mayo, este hecho no se ha concretado.

La derogación de la ley 24.521 se plantea así como una deuda pendiente. En su reemplazo vamos a proponer algunos puntos que nosotros creemos que debieran dictarse en una legislación: a) la Educación Superior es un bien público y un derecho personal y social garantizado por el Estado; b) el Estado debe garantizar la inversión necesaria para una Educación Superior e investigación acordes a las demandas del desarrollo nacional y social;

c) el sostenimiento de la Autonomía y Autarquía universitarias, avanzando hacia mayores niveles de responsabilidad social; d) articulación activa del sistema de Educación Superior con la investigación científica- tecnológica y la innovación productiva.

Es de esperar que la situación generada por la vigencia de la ley 24.521 se salde a la brevedad mediante la promulgación de una nueva ley de educación superior que surja del consenso de las fuerzas políticas nacionales, que son los genuinos representantes del pueblo argentino.

Desde Sumatoria proponemos la creación de distintos foros de debate para una Nueva LES. Desde estos foros queremos contribuir a que nuestra Facultad aumente su compromiso institucional con los temas nacionales estratégicos relacionados con la educación superior. Aspiramos a que desde la FCEN asumamos un rol activo en lo referente a la generación y transmisión de conocimiento para plasmarlo en una nueva Ley de Educación Superior.

Tal como hiciésemos público por e-mail en el día de la fecha, creemos que gran parte del conflicto se origina en las distintas concepciones que existen sobre cómo debe ser gobernada una Facultad. Entendiendo por esto a los mecanismos y formas de representación, los ámbitos de debate, las formas de expresar diferencias en el seno de la comunidad, los modos de construcción y participación en un marco democrático.

En Sumatoria respetamos el sistema representativo de gobierno que establece el Estatuto Universitario y pensamos que es fundamental fortalecer sus instancias y participar en su funcionamiento.

También creemos que se deben utilizar los ámbitos de debate institucionales, como Comisiones de Consejo Directivo, los Consejos Departamentales, las comisiones de Carrera, Comisión de Doctorado, Comisión de Hábitat, entre otras. Todos estos son ámbitos públicos, abiertos y con participación de los distintos claustros. Prevén formas para presentar ideas, proyectos, consensos y disensos y permiten avanzar en la resolución de problemas que se traduzcan en mejoras concretas para la Facultad.

Desde Sumatoria participamos activamente de todos los ámbitos institucionales, colaborando en el trabajo diario, que garantice el funcionamiento de la facultad hasta la ejecución de nuevos proyectos y medidas para seguir mejorando aspectos académicos, de investigación y de extensión dentro de la facultad.

Rechazamos enérgicamente las acciones políticas que intenten desconocer, deslegitimar o soslayar dichos mecanismos. Lamentamos profundamente que algunos sectores de la facultad elijan estas acciones, en lugar del trabajo constructivo. Esto se traduce concretamente en la escasa presencia en el trabajo en las comisiones y en la presentación de proyectos sin consenso y, mucho más grave, en el ejercicio de la violencia y coerción ante la falta de representatividad en sus reclamos.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- Me cansé. (Aplausos)

            Pero sigo.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- Pasamos al siguiente tomo.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. DECANO.- Consejero: usted está en uso de la palabra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- La consulta ha sido una herramienta muy útil para que la comunidad exprese sus opiniones en varios aspectos en relación con las acreditaciones.

            Carreras de grado. Tanto en el claustro de profesores como en el claustro de estudiantes el resultado de la consulta es contundente. El claustro de estudiantes se pronunció rotundamente en contra de las acreditaciones de todas las carreras de grado y de postgrado. (Aplausos) Los profesores lo hicieron de la misma manera contundente, pero a favor. Los matices los encontramos en el claustro de graduados, en el que no sólo hay diferencias entre las carreras de grado y de postgrado, sino que los resultados son también dispares entre los distintos departamentos.

            Postgrado. En cuanto a los posgrados, en el resultado global del claustro de graduados es mayoritaria la posición a favor de la acreditación de las carreras de posgrado. Los detalles los pueden leer en el mail.

            Nosotros hemos intentado contactarnos con gente del CONICET para tratar de plantear este conflicto entre acreditación sí y acreditación no de los postgrados, en vista de que se pueden generar posibles inconvenientes con las becas de doctorado, pero no nos han contestado. Así es que les quiero informar esto; nos tomamos el trabajo de ir a preguntar y no nos contestaron.

            Análisis global. Los resultados obtenidos no dejan lugar a dudas sobre cómo debe actuar el claustro de graduados, tanto respecto de la acreditación de la Carrera de Computación, como de los postgrados.

            Toda lectura nos lleva al rechazo a la acreditación de la Carrera de Computación y a apoyar la acreditación de los postgrados.

Los casos de Química y de Geología admiten dos lecturas posibles; en ese sentido, si se considera el resultado general, el claustro debería rechazar la acreditación de ambas carreras, mientras que si se considera el resultado del Departamento de Geología y del Departamento de Química, el claustro debería apoyar la acreditación de ambas.

¿Hay motivos para considerar la posición del claustro en función de las opiniones de los departamentos involucrados en cada caso?

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- Como ya se dijo, los resultados generales del claustro de graduados muestran que el no a todo –rechazo a la totalidad de las acreditaciones– es menor que el sí a algo.

A esto hay que sumar el hecho que las consecuencias prácticas juegan un papel importante a la hora de definir opiniones. Por este motivo, muchos de los graduados que votaron por no acreditar alguna carrera de grado se mostraron a favor de acreditar las de postgrado. Con este criterio, es atendible la opción de prestar más atención a la opinión de los graduados de las carreras que están siendo analizadas, ya que ellos tienen mayor conocimiento de sus particularidades, los contenidos académicos que estás siendo discutidos y finalmente las consecuencias practicas de la acreditación. Esto no significa no tener en cuenta para nada el resultado general obtenido en el claustro de graduados ya que, si este hubiera sido mayoritariamente de rechazo a la totalidad de las acreditaciones, no habría margen para un análisis local. Ambas visiones son válidas y seguramente hay graduados que están a favor de una u otra.

Los departamentos de Química han llevado a cabo a lo largo del último año debates y acuerdos en torno a las acreditaciones, alcanzando un nivel de apoyo importante a las mismas. Son los departamentos que presentan una mayor homogeneidad en relación a la posibilidad de acreditar su carrera.

En el Departamento de Geología, si bien se trataron extensivamente las acreditaciones en los tres claustros,  hay una importante polarización entre el apoyo dado en el claustro de profesores y el rechazo en el estudiantil.

Tomando en cuenta todas las ideas anteriores, queremos adelantar cuál será la actuación de la agrupación en esta sesión extraordinaria.

Votación en general; el proyecto no refleja la posición de nuestra agrupación…

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- El proyecto presentado por la mayoría de estudiantes y avalado por ADU, en general, no refleja nuestra posición, ya que propone la no acreditación de las carreras de postgrado. Sin embargo, reconocemos la virtud de tratarse de un proyecto de consenso avalado por agrupaciones de claustros y posturas diferentes. En función de estos elementos decidimos no apoyar este proyecto pero tampoco obstaculizar su aprobación en general. Nuestra posición será la de la abstención.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- Votación en particular.

En cuanto a la votación en particular, respecto al artículo referido a la acreditación de Química, tanto por el resultado de la consulta como por la discusión dentro de la agrupación no tenemos una posición unánime con respecto a la acreditación de la Carrera de Química. Debido a que estas diferencias nos han conducido a un voto dividido, dos votos serán a favor y un voto será en contra de la no acreditación de Química.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- En Geología, en Computación y otras carreras, vamos a votar en contra de la acreditación. (Aplausos)

            Finalmente, en cuanto al artículo referido a la acreditación de los postgrados, en función de los resultados de la consulta, los tres votos de la agrupación serán en contra de la no acreditación.

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. FERNÁNDEZ SLEZAK.- Queda por decir algo importante.

            En caso de que los proyectos anteriores resulten rechazados –o que se rechacen los artículos correspondientes a los postgrados– presentaremos un proyecto sobre tablas que se refiera únicamente a los postgrados.

            De esta manera es que el claustro de graduados se expresa, respetando con nuestra postura el resultado de la consulta.

Gracias y disculpas por lo extenso de la exposición. (Aplausos)

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. DECANO.- Tiene la palabra el consejero Paz.

 

Sr. PAZ.- Voy a tratar de ser breve; no tengo nada escrito para leer.

            En primer lugar, considero que esta reunión es muy importante y concurro a ella con mucho respeto por lo que está sucediendo, que también me parece importante.

Pero quisiera hacer un breve análisis sobre lo que me parece a mí, ha sido este conflicto que hemos vivido en la facultad de manera algo traumática desde fines del año pasado.

En ese momento, cuando se empezó a discutir, desde mi punto de vista –ya escuchamos versiones distintas del origen del conflicto–, el eje del comienzo no estaba puesto en las acreditaciones. A eso me voy a referir después.

Lo cierto es que yo estaba presente en el momento en el que se planteó –en aquella famosa reunión del Consejo Directivo– un proyecto sobre tablas que proponía no tomar medidas vinculadas con la acreditación.

No para mi sorpresa, en algunas de las intervenciones se citó algunas de mis palabras durante esa sesión. Quiero aclarar que se trató de un exabrupto en el contexto de una sesión violenta, donde estábamos siendo permanentemente insultados. No como ocurre en esta reunión, porque lo que garantiza el buen funcionamiento de las instituciones democráticas, del gobierno universitario es la participación masiva de los claustros, como se está dando aquí en estos momentos.

En el contexto de reuniones pequeñas, donde concurrieron grupos pequeños, que a lo mejor se pasaron de rosca con las actitudes violentas, yo dije –lo repito– como un exabrupto que nosotros manejábamos la facultad. Pero lo que intenté decir es lo que dijo el consejero Luda, en el sentido de que no nos podemos hacer los desentendidos porque el espacio político al que pertenezco, la agrupación Afirmación Democrática Universitaria de profesores, que hoy es la única representante de los profesores, ha jugado un papel determinante y protagónico en el gobierno de la Facultad durante los últimos 20 años, ya que ha elegido a los tres últimos decanos: al decano Aliaga, que fue reelecto, al decano Jacovkis, elegido en dos períodos, y al decano Recondo, también elegido en dos períodos.  Cuando discutimos qué universidad y qué facultad nos gustaría tener no podemos hacernos los desentendidos y no decir qué hemos logrado construir durante veinte años. ¿Qué Facultad tenemos? En la Facultad tenemos responsabilidad y no nos podemos hacer los distraídos. Somos responsables de algunos de los defectos que puede tener la Facultad y creo que la gestión que ha estado en la Facultad durante veinte años es responsable de que la Facultad sea lo que es.

No tengo ojos para hacer un análisis objetivo y desapasionado de la Facultad, pero invito y le propongo a alguien que tenga esa capacidad –tal vez a las personas que nos visitan de otras universidades, como de La Plata y de Córdoba– que haga un recorrido con espíritu crítico y reflexivo sobre lo que es esta Facultad. Se trata de una Facultad abierta, donde se hace ciencia de excelente calidad, donde hay concursos transparentes y una gestión transparente. Es una Facultad distinta al conjunto de la Universidad de Buenos Aires. Esta Facultad es así porque ha habido un proyecto académico impulsado desde la actual mayoría del claustro de profesores, acompañado por la actual mayoría del claustro de graduados y muchas veces por agrupaciones estudiantiles. Ese proyecto es para poner en marcha y hacer ciencia de calidad en el ámbito de la universidad pública y de masas, en una universidad pública, laica, gratuita y autónoma, abierta al pueblo y al servicio del estudio de los problemas de la Nación. Eso es lo que tratamos de hacer.

            A fines del año pasado se planteó la discusión sobre el tema de las acreditaciones, pero en realidad no se estaba discutiendo sobre eso. Por la forma en que se planteó el conflicto se estaba discutiendo el gobierno de la Facultad. Ante la inminente elección del Decano había agrupaciones que querían perturbar esa situación y evitar que se elija nuevamente al Decano. Yo lo dije: se estaba utilizando la problemática de las acreditaciones como una excusa para poner en juego el gobierno de la Facultad. Por eso la comunidad de la Facultad reaccionó como reaccionó cuando se tomó la Facultad, que fue una medida totalmente desproporcionada. A quienes tomaron la Facultad pueden no gustarle lo que digo, pero es así. El grueso de la comunidad de la Facultad repudió esa medida y defendió la forma democrática del gobierno universitario, que es lo que está sucediendo aquí. Hoy está sesionando el Consejo Directivo y cada consejero va a votar de acuerdo con su conciencia para definir un tema importante para la Facultad. Lo que ocurrió a fines del año pasado poco tuvo que ver con las acreditaciones.

Dijimos que nada iba a ocurrir de manera inminente vinculado con las acreditaciones. Planteo la siguiente demostración de que eso no es mentira. Si en ese momento se hubiera decidido acreditar, hasta el día de hoy no hubiera pasada nada, porque la convocatoria para acreditar no está abierta. La famosa “inminente acreditación” de Geología no hubiera avanzado en nada, porque hasta el día de hoy no fue publicado en el Boletín Oficial la famosa rectificación acerca de los contenidos mínimos. Era mentira que algo se iba a hacer de manera inminente o durante el verano. Todas esas cosas son verso. Nada estaba por pasar.

            Lo que no es verso es que este tema está en discusión, y reconozco que a algunos no nos parece central. De hecho, en la agrupación a la que pertenezco hay distintas visiones sobre la centralidad del problema. Respeto a colegas profesores a los que les parece muy importante la cuestión de las acreditaciones y están a favor de ellas. Hay otros que lo percibimos de manera diferente. Y esa diferencia de opiniones se reflejó en la plataforma que nos permitió ganar las elecciones de manera bastante clara en el claustro de profesores, porque no había otra lista…

 

- Manifestaciones en la barra.

 

Sr. PAZ.- Se nos acusa de ser una lista única, pero es la única lista que se presentó. (Aplausos) Históricamente en esta Facultad siempre hubo muchas listas de profesores; por lo menos más de una, y en cierto momento hubo tres. Pero el hecho de que no haya habido otra lista presentada en este momento refleja la opinión mayoritaria del claustro de profesores.

            Respecto de la centralidad de la cuestión de la acreditación, hay distintas visiones en el claustro de profesores y yo expresa una, que como dije antes de la consulta, propone no acreditar las carreras de grado y de postgrado hasta tanto no se produzcan cambios en la Ley de Educación Superior. Antes de la consulta dije esto en un debate que tuvo lugar en el Departamento de Física, pero se siguió diciendo cosas que no son ciertas.

            En cuanto al tema de la acreditación, entre los profesores tenemos distintos puntos de vista. Y es cierto que el hecho de que la cuestión de las acreditaciones esté en el centro del debate –y lo reconozco aquí– es fruto de la movilización del claustro estudiantil. Es así. A algunos nos parece que la cuestión no era fundamental, pero se está discutiendo porque pasó lo que pasó. (Aplausos)            Coincido con lo que dijeron algunos consejeros.

Nosotros no tuvimos una definición programática en nuestro programa. Me refiero a la agrupación ADU que condujo la Facultad durante los últimos veinte años y que es la misma agrupación que condujo a una Facultad que es distinta en el contexto de la Universidad de Buenos Aires,  que expresa la opinión de una minoría en la Universidad de Buenos Aires. Siempre fuimos oposición en la Universidad de Buenos Aires y así fuimos tratados. Somos la misma agrupación que en 2006 presentó la candidatura a Rector del doctor Alberto Kornblihtt, que hace poco se pronunció respecto de la cuestión de las acreditaciones. Nuestra agrupación es la que condujo a esta Facultad a ser lo que es.

            Cuando se discute la cuestión del gobierno, evidentemente, hubo una reacción mayoritaria de la comunidad en defensa del libre funcionamiento de los órganos de gobierno. Y esa defensa se hizo ante una oposición atada a un estilo que predominó en la política universitaria, que lo reflejaron las minorías de graduados y de estudiantes durante los últimos 15 años; una oposición que no dudo en caratular como destituyente –una palabra que hoy está de moda–, porque la agenda de esa oposición era voltear a los sucesivos decanos que fueron elegidos democráticamente por la comunidad universitaria. Esa oposición fracasó, pero lo que no fracasó fue el intento de aquellos a los que les parece central el debate sobre la acreditación, tal como se está haciendo en el día de hoy.

            El principal órgano de gobierno de la Facultad va a tomar una decisión sobre la base de la conciencia de cada uno.

            Apoyo claramente el primer proyecto y lo que propuso el consejero Reboreda, en el sentido de incluir en el tratamiento en particular los considerandos que figuraban en la propuesta original del Decano y el artículo que hace mención a lo que deberían ser los contenidos de la nueva Ley de Educación Superior, en lo que se refiere a la evaluación por parte del Estado del funcionamiento de las universidades.

            Me parece que eso estuvo planteado en la consulta y debe ser incluido. También habría que tomar algunos de los conceptos que expusieron los consejeros de Sumatoria en sus intervenciones, que tuvieron elementos que me parecieron interesantes. Es importante que la Facultad diga que el Estado debe evaluar el nivel educativo, el nivel de excelencia de las universidades.

Debe hacerlo de manera diferente a cómo hoy se hace. Debe ser una evaluación que respete el principio de autonomía universitaria, que por algo está escrito en la Constitución. 

            Por lo tanto, el organismo que evalúe universidades autónomas tiene que tener características distintas a las que actualmente tiene la CONEAU, que no es un organismo constituido de acuerdo con los requisitos que debe tener una institución que evalúe entidades autónomas.  Es decir, no es lo mismo evaluar el funcionamiento de universidades públicas que son autónomas, de acuerdo con lo que fija la Constitución, que monitorear el funcionamiento de universidades privadas que son organismos con fines de lucro que tienen propósitos absolutamente diferentes.

            Entonces, respecto de la necesidad de evaluar el funcionamiento del sistema universitario estatal caben pocas dudas, cuando hablamos de cuarenta universidades nacionales dentro de un sistema enorme, muy desigual y con muchísimos desniveles, que cuyo funcionamiento debe ser monitoreado. Y para eso estamos planteando medidas concretas, aunque es claro que lo que está propuesto en el articulado que introdujimos es solamente un esqueleto y la comunidad universitaria deberá ser capaz de avanzar en la elaboración de propuestas más concretas respecto de los contenidos específicos, de la Ley de Educación Superior, etcétera. Por ejemplo, tiene que resolver, de alguna manera, situaciones vinculadas con las acreditaciones de las carreras, una vez que supuestamente sea anulada la CONEAU como organismo acreditador, la Ley de Educación Superior y las leyes anteriores a la actual Ley de Educación Superior, que establece que la validez de los títulos universitarios es resorte del Ministerio de Educción, es decir, no de las propias universidades. Eso presupone que el Ministerio tiene que actuar y darle validez o no a los títulos universitarios, de acuerdo con un cierto criterio. Eso debe ser estipulado en la Ley de Educación Superior. Debería establecerse cómo de qué manera el Ministerio puede decidir si va a darle validez o no a un título de médico, por ejemplo, expedido por una Universidad Nacional que brinda una formación que, tal vez, es evaluada como deficiente.

            Entonces, y para finalizar, creo –y con esto no quiero ofender a nadie que no opine de la misma manera– que la cuestión de la acreditación no es central. Esta posición es absolutamente de acuerdo con mi conciencia y el voto que voy a emitir es a favor del primer proyecto, con el agregado que se mencionaron. En lo que sí tenemos absoluta coincidencia, creo yo entre todos los consejeros que representamos a ADU, es en un proyecto de Facultad que no tiene a las acreditaciones como eje central. Podemos querer mejorar el proyecto, podemos querer modificarlo, pero no podemos hacerlo nosotros. No estamos aquí para hacernos los distraídos y decir: “No sabemos de dónde vino esta Facultad”. A veces se nos acusa de cientificistas –a mí se me acusa– , en parte soy bastante cientificista, pero es contradictorio acusarme de cientificista y, al mismo tiempo, de mercantilista y decir que estoy de acuerdo con brindar la Universidad al servicio de las empresas. Dirijo el Departamento de Física donde hay alrededor de sesenta o setenta profesores, de los cuales una cantidad mínima tiene convenios con industrias. Y permanentemente se ven atacados; dicen que es una barbaridad que se dé esa situación. Si fuéramos propulsores de la mercantilización de la Facultad, seríamos unos inútiles.  Esta es una Facultad que hace la mejor ciencia básica de la Argentina. Eso es así.  Esta es la Facultad que tenemos, que vale la pena ser defendida y estamos dispuestos a hacerlo.

A su vez, se nos acusa de imponer una mayoría automática, de imponer monolíticamente nuestra opinión. Está claro que no es así y que nunca lo ha sido. Lo que tenemos son consensos programáticos. Y cada vez que se ataque algo que signifique la esencia del modelo de Facultad que nosotros defendemos, que es el modelo de Facultad que tenemos con las mejoras que podamos hacer, sí vamos a mantener una postura monolítica. Logramos ciertos consensos. Somos una agrupación que públicamente expresa su posición respecto del modelo de Facultad que queremos. En eso estamos absolutamente todos de acuerdo.  Pero en las cuestiones en las que no hay un acuerdo programático, jamás nos hemos manejado como una mayoría automática. Tal vez, la oposición a la que llaman “disidente” tuvo la poca habilidad de no entender que entre nosotros había diferentes visiones sobre el tema de las acreditaciones. En este tema hay distintas posiciones que, obviamente, van a aparecer.

            Quiero reivindicar la lucha incansable del movimiento estudiantil al finalizar la dictadura militar; la lucha del movimiento de graduados que logró construir la Facultad que hoy tenemos, que no es la que nos legó la dictadura militar; que no es la que se construyó con la ideología del menemismo, con la ideología de la “pizza y el champagne”, con la ideología neoliberal, sino que se construyó sobre la base de un proyecto académico de universidad científica, autónoma, abierta al pueblo y al servicio de los intereses de la Nación. (Aplausos).

 

Sr. DECANO.-  Tiene la palabra el consejero Adilardi.

 

Sr. ADILARDI.-  Entiendo que a continuación vamos a pasar a la votación.

 

Sr. DECANO.- Sí, si no hay más oradores.

 

Sr. ADILARDI.- Sí, justamente, pedí la palabra porque me quería referir a la votación. Por eso pregunté.

            En cuanto a la votación, como dijimos anteriormente, hay un mandato de la Asamblea que se realizó ayer, que es el de votar en general y en particular a favor del proyecto 1.1.1. Asimismo, en el artículo referente a las carreras de posgrado, entiendo, la modificación ya ha sido realizada. 

            También quiero manifestar que estoy a favor del artículo que propuso la mayoría de estudiantes, que fue votado ayer en la Asamblea.

            Por otra parte, respeto de los vistos y los considerandos que no constituyen la parte resolutiva, no hubo mandado de parte de la asamblea que se realizó ayer. Entonces, me voy a abstener.  A su vez, en la Asamblea se discutió la inclusión que planteó la mayoría de profesores y se votó en contra de esa propuesta. 

            Por último, quiero pedir que la votación del proyecto 1.1.1 se realice en general y en particular y de forma nominal. 

 

Sr. DECANO.- No habiendo más consejeros anotados para hacer uso de la palabra, pasamos a votar el proyecto 1.1.1.

            En primer lugar, se va a votar en general y si resulta aprobado se pasarán a votar los vistos y los considerandos, el articulado y las inclusiones que fueron propuestas.  En primer lugar, corresponde votar la propuesta del consejero Reborera y luego la del consejero Vissani.

            El consejero Adilardi solicitó que la votación se haga en forma nominal, lo cual quiere decir que en cada uno de los puntos por Secretaría se procederá a tomar lista para que los consejeros expresen a viva voz su voto. 

Vamos a pasar a votar en general.

Por Secretaría se tomará la votación nominal.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Romano, Durán, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Gallo y Calvo.

 

- Se abstienen los consejeros Laplagne, Fernández Slezak y Petroni.

 

Sr. DECANO.- Por nueve votos a favor, cuatro en contra y tres abstenciones, queda aprobado en general.

 

- Aplausos y manifestaciones en la barra.

 

Sr. DECANO.- Quiero reiterar lo que dije al principio de la sesión, que es que el proyecto solamente queda aprobado cuando se aprueba todo el articulado.

En consideración en particular.

Se van a votar los vistos del proyecto.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Burton, Ceballos, Gallo, Calvo, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, Vissani, Luda y Nieto Moreno.

 

- Se abstienen los consejeros De Cristóforis y Adilardi.

 

Sr. DECANO.- Por catorce votos a favor y dos abstenciones, quedan aprobados los vistos.

Se van a votar los considerandos que estaban en el proyecto de mayoría.  Se trata de 16 considerandos, sacando los dos últimos que son de forma.

¿Los podemos votar en bloque o algún consejero quiere que se voten algunos por separado?

 

Sra. CEBALLOS.- Pido que se voten por separado los considerandos 7, 12, 13, 14, 15 y 16.

 

Sr. DECANO.- Entonces, pasamos a votar nominalmente en bloque los considerandos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 10 y 11.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Burton, Ceballos, Gallo, Calvo, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, Vissani, Luda y Nieto Moreno.

 

- Se abstienen los consejeros De Cristóforis y Adilardi.

 

Sr. DECANO.- Por catorce votos a favor y dos abstenciones, quedan aprobados los considerandos mencionados.

            Se va a votar nominalmente el considerando 7.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, Vissani, Luda y Nieto Moreno.

 

- Se abstienen los consejeros, Burton, Ceballos, Gallo, Calvo, De Cristóforis y Adilardi.

 

Sr. DECANO.- Por 10 votos por la afirmativa y seis abstenciones, queda aprobado el considerando 7.

            Se van a votar en bloque nominalmente los considerandos 12, 13, 14, 15 y 16.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, Vissani, Luda y Nieto Moreno.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Gallo y Calvo.

 

- Se abstienen los consejeros De Cristóforis y Adilardi.

 

Sr. DECANO.- Por 10 votos a favor, 4 en contra y 2 abstenciones, quedan aprobados los considerandos mencionados.

            Tiene la palabra la consejera Ceballos quien desea justificar el voto.

 

Sra. CEBALLOS.- Voy a justificar mi voto en contra y el de los consejeros Burton, Gallo y Calvo.

            Fundamentalmente votamos en contra de estos considerandos porque creemos que los números no son los correctos. Para hacer el cálculo del porcentaje de votos se consideraron los votos nulos y es algo que no se suele hacer.

            Por otra parte, una de las cosas que nosotros apoyamos es la discriminación por carreras en el análisis de la consulta. Por ese motivo y por lo que expresé antes –que podrá gustar o no pero es la posición que tenemos– hemos votado en contra de todos estos considerandos.

 

Sr. DECANO.- Corresponde votar la incorporación de los considerandos propuestos por el consejero Reboreda que figuran en el segundo punto. Entiendo que se pueden votar en bloque los considerandos del proyecto del 2° punto.

Se va a votar nominalmente.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Burton, Ceballos, Gallo, Calvo, Laplagne, Fernández Slezak y Petroni.

 

- Votan por la negativa los consejeros De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

Sr. DECANO.- Por 11 votos a favor y 5 en contra, queda aprobada la incorporación de esos considerandos.

            Vamos a pasar a votar la parte resolutiva.

 

Sr. DE CRISTÓFORIS.- Pido que por Secretaría se lea cada uno de los artículos dado que se trata de la parte resolutiva.

 

Sr. DECANO.- En consideración en particular el Artículo 1°.

            Se leerá por Secretaría.

 

Sra. SECRETARIA (González).- (Lee).- “Artículo 1°.- Establecer que mientras se encuentre en vigencia la Ley de Educación Superior 24.521, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales no participará de las convocatorias a acreditar las carreras de grado de Química realizadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, CONEAU.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 1°.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Fernández Slezak, Petroni, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Gallo, Calvo y Laplagne.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado el Artículo 1°, por 11 votos por la afirmativa y cinco votos por la negativa. (Aplausos)

            En consideración en particular el Artículo 2°.

            Se leerá por Secretaría.

 

Sra. SECRETARIA (González).- El Artículo 2° dice: “Establecer que mientras se encuentre en vigencia la Ley de Educación Superior 24521, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales no participará de las convocatorias a acreditar las carreras de grado de Geología realizadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU)”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 2°.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Gallo y Calvo.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado el Artículo 2°, con 12 votos afirmativos y 4 negativos. (Aplausos)

            En consideración en particular el Artículo 3°.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice así: “Establecer que mientras se encuentre en vigencia la Ley de Educación Superior 24521, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales no participará de las convocatorias a acreditar las carreras de grado de Computación realizadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU)”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 3°.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Gallo, Calvo.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado el Artículo 3°, por 12 votos por la afirmativa y 4 votos por la negativa. (Aplausos)

            Tiene la palabra el consejero Burton.

 

Sr. BURTON.- Sólo quiero aclarar que nuestro voto en contra a este artículo no es porque estemos de acuerdo con la acreditación con la Carrera de Computación en estos momentos, sino porque no estamos de acuerdo con los motivos que se expresan en este artículo, como para no acreditar la carrera.

 

Sr. DECANO.- En consideración en particular el Artículo 4°.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice así: “Establecer que mientras se encuentre en vigencia la Ley de Educación Superior 24521, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales no participará de las convocatorias a acreditar las carreras de grado que eventualmente sean declaradas de interés público realizadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU)”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 4°.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Laplagne, Fernández Slezak, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Gallo, Calvo.

 

- Se abstiene el consejero Petroni.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado el Artículo 4°, con 11 votos afirmativos, 4 votos negativos y una abstención. (Aplausos)

            En consideración en particular el Artículo 5°.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice así: “Establecer que mientras se encuentre en vigencia la Ley de Educación Superior 24521, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales no participará de las convocatorias a acreditar otras carreras de postgrado realizadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU)”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 5°.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Fernández Slezak, Gallo, Petroni, Calvo y Laplagne.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado el Artículo 5°, por 9 votos afirmativos y 7 votos negativos. (Aplausos)

            Tiene la palabra el consejero Laplagne.

 

Sr. LAPLAGNE.- El Artículo 6° que se va a someter a consideración es bastante largo y tiene dos partes.

            La segunda parte dice: “En consecuencia, la FCEN no acreditará ninguna de sus carreras en el marco de una legislación que considera a la educación superior como un bien de intercambio, como un servicio, y tienda a limitar la autonomía universitaria”.

Nosotros hemos votado a favor de la acreditación, entonces no podemos votar esta parte del artículo. Por ese motivo, pedimos que el artículo se vote por partes.

 

Sr. DECANO.- El consejero solicita que se vote el Artículo 6°, pero por segmentos.

            El Artículo 6° tiene dos oraciones; entonces, votaremos primero la oración inicial y luego la segunda.

Por Secretaría se va a dar lectura a la primera oración que se va a votar.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice así: “Artículo 6º.- Manifestar que la Facultad considera que la derogación de la Ley de Educación Superior 24.521 es una deuda de los poderes políticos para con la sociedad y que debería ser reemplazada por una nueva ley que se base en el principio que reconoce a la educación como un derecho humano básico, que debe ser garantizado por el Estado”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular la primera oración del Artículo 6º.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Gallo, Durán, Calvo, Romano, Burton, Ceballos, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado, con 16 votos afirmativos. (Aplausos)

            En consideración en particular la segunda oración del Artículo 6º.

            Por Secretaría se le dará lectura.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice: “En consecuencia, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales no acreditará ninguna de sus carreras en el marco de una legislación que considera a la educación superior como un bien de intercambio, como un servicio y tienda a limitar la autonomía universitaria”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar la segunda oración del Artículo 6º.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Gallo, Calvo y Petroni.

 

- Se abstienen los consejeros Laplagne y Fernández Slezak.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado, con 9 votos afirmativos, 5 negativos y 2 abstenciones. (Aplausos)

            En consideración en particular el Artículo 7º.

            Por Secretaría se le va a dar lectura.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice: “Establecer que ante la sanción de una nueva ley de educación superior será el Consejo Directivo el encargado de decidir sobre la acreditación de las carreras de la Facultad, siempre que se haya dado un debate amplio en la Facultad con respecto a este tema y a cualquier otra implicancia de una nueva ley”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 7º.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Durán, Romano, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Votan por la negativa los consejeros Burton, Ceballos, Calvo y Gallo.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado, con 12 votos afirmativos y 4 negativos. (Aplausos)

            Tiene la palabra el consejero Burton.

 

Sr. BURTON.- Quiero justificar mi voto y también el de las consejeras Ceballos y Gallo, y el consejero Calvo.

            Nosotros pensamos que una nueva ley sancionada por el Congreso de la Nación, con el apoyo de los partidos políticos y de la comunidad –estamos pidiendo que la comunidad universitaria participe–, no debería ser discutida posteriormente para ver si se acepta la ley, o no. Las instancias para aceptar una ley o no, son otras. No creemos que una ley sancionada por los estamentos democráticos tenga que ser posteriormente debatida para decidir si uno hace caso a la ley, o no.

 

Sr. DECANO.- En consideración en particular el Artículo 8º.

            Por Secretaría se le dará lectura.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice así: Artículo 8º.- Manifestar que la Facultad considera que el proceso de elaboración de una nueva ley de educación superior debe realizarse con la participación de las comunidades universitarias y que el Poder Legislativo debe garantizar mecanismos de debate y consulta en todas las universidades públicas”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 8º.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Gallo, Durán, Calvo, Romano, Burton, Ceballos, Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado, por 16 votos afirmativos. (Aplausos)

            En consideración en particular el Artículo 9º que el consejero Rebordea sugirió que se incorporara.

            Por Secretaría se le dará lectura.

 

Sra. SECRETARIA (González).- Dice: “Manifestar que esta Facultad considera que en reemplazo de la Ley 24.521 debería dictarse una norma que respete los siguientes principios: a) La existencia de instancias de evaluación de la calidad de la enseñanza impartida en las universidades por parte del Estado. b) Que los requisitos que deben satisfacer las carreras de interés público sean establecidos por parte del Estado sin participación de organismos privados. c) Que el organismo responsable de la evaluación universitaria esté integrado por personas idóneas, seleccionadas mediante concursos públicos a propuesta de las universidades nacionales y sin participación de instituciones privadas”.

 

Sr. DECANO.- Se va a votar en particular el Artículo 9º.

 

- Votan por la afirmativa los consejeros Paz, Reboreda, Gallo, Durán, Calvo, Romano, Burton, Ceballos, Laplagne, Fernández Slezak y Petroni.

 

- Votan por la negativa los consejeros De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

- Al enunciar su voto dice el

 

Sr. VISSANI.- Luego voy a hacer uso de la palabra.

 

Sr. DECANO.- Queda aprobado, con 11 votos afirmativos y 5 negativos.

            Tiene la palabra el consejero Vissani.

 

Sr. VISSANI.- Nuestra posición en contra de este artículo, además de la posición unánime de la asamblea del día de ayer, es anterior. Lo que entendemos respecto de esto es que la Facultad realizó una consulta para resolver el conflicto planteado en torno a la acreditación de las carreras, pero el debate sobre una nueva LES no debe cerrarse aquí. Lo hemos expresado innumerable cantidad de veces en distintas instancias y en el Consejo Directivo.  Por eso, el hecho de establecer, a partir de una consulta que tenía otro propósito, cuál es la posición de la Facultad respecto de la evaluación del Estado, de un organismo externo, sobre la actividad de las universidades, es incorrecto. Esa posición cierra el debate en lugar de aprovechar esta oportunidad que hoy generamos para no acreditar para profundizar la discusión respecto de cuál es el modelo de Universidad y qué ley de educación superior queremos. A partir de esta votación, se trata de establecer que la Facultad como un todo ha dictaminado que es correcta la injerencia externa del Estado en la actividad de la Universidad.

Además de que no estamos de acuerdo con esa decisión, tampoco lo estamos con que la Facultad pueda decidir sobre ese punto. Entendemos, y esperamos que se pueda desarrollar más allá de que finalmente se termine aprobando este artículo, que es lo correcto y que es una deuda que tenemos a partir de ahora y en adelante. Por lo tanto, deseamos que todos los presentes que vinieron hoy a garantizar que se respete la decisión de la mayoría, colaboren y sean protagonistas en la profundización de la discusión y esperamos en el futuro poder revertir la decisión que se está tomando en contraposición de la discusión que se viene dando. (Aplausos).

 

Sr. DECANO.- Corresponde considerar la incorporación del Artículo 10º, que fuera propuesto por el consejero Vissani, al que se le dará lectura por Secretaría.

 

Sra. SECRETARIA (González).- “La Facultad rechaza cualquier Ley de Educación Superior que no garantice la autonomía universitaria, gratuidad de todas las carreras de grado y posgrado, financiamiento único y estatal y anulación de las cargas profesionales”.

 

Sr. DECANO.-  Por Secretaría se procederá a pasar lista para la votación nominal.

 

-  Votan por la afirmativa los siguientes consejeros: Laplagne, Fernández Slezak, Petroni, De Cristóforis, Vissani, Luda, Nieto Moreno y Adilardi.

 

-  Votan por la negativa los siguientes consejeros: Paz, Reboreda, Durán, Romano, Burton, Ceballos, Gallo y Calvo.

 

Sr. DECANO.- El resultado de la votación es el siguiente: nueve votos a favor y nueve votos en contra. Dado que hay un empate, me corresponde desempatar. Voto en contra. (Silbidos).

            Tiene la palabra el consejero Reboreda, para fundamentar su voto.

 

Sr. REBOREDA.-  Quiero expresar el motivo de mi voto negativo.

            Creo que este artículo no aporta nada al proyecto que estamos votando. La autonomía universitaria está garantizada por la Constitución y por el Estatuto Universitario y además votamos el Artículo 6° que establece que la nueva Ley de Educación Superior debe respetar la autonomía. Respecto de de la gratuidad de las carreras de grado y de posgrado académicas, la actual ley universitaria garantiza la gratuidad de las carreras de grado y hay una modificación propuesta para las de posgrado académicas. 

            A su vez, está en discusión si la universidad pública tiene que financiar los posgrados profesionales, a través de los que los profesionales van a aumentar sus ingresos y eso va a estar financiado por la sociedad.

            Con relación al financiamiento único y estatal, plantear que no se puede aceptar financiamiento privado consideramos que es un error. Eso implica desconocer la realidad, porque hay un montón de fundaciones que en este momento, están subsidiando a grupos de investigación.  Por último, no tengo una posición formada respecto de la formación práctica profesional.

Por estas razones, me parece que este artículo lo único que pretende es condicionar al Consejo Directivo a rechazar la futura Ley de Educación Superior y de esa manera generar una situación de hecho que implique no volver a discutir la acreditación de las carreras de grado y de posgrado con una nueva Ley de Educación Superior. (Aplausos).

 

Sr. DECANO.-  El Artículo 10º es de forma y no hace falta votarlo.

            Que da aprobada la resolución.

 

finalización de la sesión

 

Sr. DECANO.- Finalmente, quiero expresar mi satisfacción por esta participación tan masiva.

            No habiendo más temas que tratar, se levanta la sesión.

 

-  Es la hora 19 y 59.